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{R-18}
Mina sonrió al ver el hilo de sangre que se filtraba del recién perforado agujero de la Princesa Danaphine. Se recostó y susurró: «Tengo una nueva hermana».
Blake solo pudo reírse con sequedad. Ya no tenía idea de lo que estaba pasando. Sí, había incitado a la Princesa Danaphine a acercarse. No podía dejar que una chica hermosa se masturbara frente a él sin sacar algo de ello. Simplemente no esperaba que ella se volviera tan loca y no tuviera cuidado. Y ahora, ella se movía ansiosamente sus caderas arriba y abajo, gimiendo con cada embestida.
Blake suspiró mientras extendía la mano y comenzaba a frotar el clítoris de la Princesa Danaphine. Esto la excitó aún más. De repente, su coño se inundó de fluidos empapando la polla de Blake e incluso filtrando algunos de sus jugos en Mina mientras se derramaban. —Ya que ha llegado a esto, necesitaremos terminar el trabajo —murmuró.