—Elly Campbell, si desapareces sin decir una palabra otra vez como lo hiciste hace cuatro años, incluso si significa destruir a la Familia Clark y a la Familia Campbell, te encontraré.
La expresión en el rostro de Adam Jones era aterradoramente fría. El recuerdo de su repentina desaparición hace cuatro años, que lo había dejado buscando por el mundo en vano, ahora asaltaba implacablemente su cerebro y corazón.
Estaba asustado, verdaderamente asustado de que lo que pasó hace cuatro años pudiera suceder de nuevo, y esta vez, temía que nunca pudiera encontrar a Elly Campbell en su vida.
Ese miedo nunca le había sido tan claro como en este momento.
Después de estar de pie frente al edificio del hospital por mucho tiempo, Adam logró calmar el pánico en su corazón y caminó hacia el estacionamiento.
Al subirse al auto, Robert Green seguía tecleando en el teclado de la computadora. Cuando vio que Adam se acercaba, lo saludó con un gesto de la cabeza y continuó escribiendo.