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47.36% Noir, el saqueador, y el ídolo de la destrucción / Chapter 9: El ladrón y Vulcano. Es un infierno.

Capítulo 9: El ladrón y Vulcano. Es un infierno.

El ladrón y Vulcano. Es un infierno.

 Pensé que formaríamos parte del fuego que siquiera cenizas deja aquí en el infierno de calor. -

- ¡Bien! Comencemos la búsqueda del disco. -

- ¡Hace frio aquí! – Aclaró Mikonos temblando

- ¡Es un microclima! Recóndito que subyace en la profundidades. No te confundas. Suele haberlo en los núcleos.

- ..Gracias por la clase de geografía..¿Por dónde iremos respectivamente.

- Avanzaremos hasta un puente, y no es geografía. ¡Escucha bien! Como todo planeta alberga siempre algún peligro.

- Ni me lo digas, ya lo estoy adivinando. De hecho el sitio es un peligro, o ir contigo.

- No digas tonterías. Aquí existen las apias. Seres de fuego bastante hostiles.

- Perfecto ¿Cuál es el plan?

- El plan simple – Dijo Hefestos – ¿Cómo están tus piernas?

- Saludables ¿Creo?. Algún que otro calambre por la edad.

- ¡Bien!. Vamos a correr todo el trayecto del puente. -

- ¿? ¿Es en serio?

- ¿Qué esperabas un día de campo?. No me burlo de estos temas.

- ¿Hay algún tratamiento que estés haciendo para tu cabeza?¿Algo así como anti-insania, o demencia?

- ¿Por qué lo dices?

- ¡¡Olvídalo!!…¡¡¡Los trajes pesan una barbaridad!!!

- ¡Je! No hay problema confía en tu capacidad atlética.

- Jamás he confiado en el a. Y no lo voy hacer ahora.

- ¡Perfecto! Cuando las brazas lleguen a ti seguro recordarás estas palabras.

- ¡¡Qué fastidio!!

- ¡¡Vamos!! ¿No eres la leyenda de las tumbas arqueológicas?

- Pensaba retirarme cuando cierto mafioso que capturó para su leyenda.

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- ¡¡Ya!! Te conozco looter – Dijo Hefestos – Te he estado viendo – No te hubieras perdido ese reto para nada del universo.

- Solo quiero una vida de paz – Expresó.

- ¡¡Démonos prisa!!

Pasaron por un orificio interno que los llevaría a lo profundo en el cual lo esperaba el puente. Era como un antiguo acantilado. Vulcano seguía siendo para la ciencia espacial un tabú desconocido. El l amado disco era una pieza fundamental y por el o su creador lo guardo aquí en el confín de infierno. Y para llegar a él Hefestos era quien tenía las herramientas indicadas. Luego del puente encontrarían otro sitio al que el herrero del satélite llamaba xolar. Un paramo.

Mikonos sostenía que una vez que tuvieran el disco sería más fácil. Lo que aún le inquietaba era como tratar con el ídolo en caso de llegar a él.

- ¡¡Ey!! Looter ¿Puedo hacerte una pregunta?

- ¡¡Claro!!, Siempre y cuando pueda responder

- Dime…Ese ídolo. ¿Es lo que dicta la leyenda?

- ¿Supongo?… - respondió sin ganas

- Me inquieta saberlo.

- ¿Por qué?

- Saber que existe algo así enterrado en algún lugar del espacio asusta hasta calar los huesos. -

- Hay peores objetos

- Puede que sí, pero esa estatuilla, no parece ser uno cualquiera. Pienso en el dinero, aunque también en lo peligroso que podría ser. Y tú vienes por ello, vienes por otra cuestión. ¿O me equivoco?

El looter no sabía que responder

- Solo quiero terminar éste trabajo

- ¡Ya veo!

Mikonos se guardó la respuesta, como Caciope, que miraba el visor para saber la ubicación de ambos. En el fondo no quería que al looter le sucediese un imprevisto. Pensaba como saqueadora lo mismo que él.

El ídolo es todo un misterio sin resolver Descendieron por una cascada de un líquido de nombre de lit semejante al agua sin su componente de 2-O. Al llegar al suelo profundo de roca magnetita todos sus aparatos se paralizaron. Estaba

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repleto de lianas de vegetación débil que se desarrolló de forma milagrosa allí.

- No te preocupes. El problema no es aquí es delante. –

Confiesa Hefestos. El puente se hallaba ahí cerca de unos metros

- Qué sugieres?

- Corre como si los dioses te persiguieran

- Cuanta velocidad?

- Unos 800 rig (movimientos) en seg (segundos)

- ¡!!¿Estas loco?!! No puedo hacer eso. Es imposible

- Bueno esa es la idea.

- Otra sería combatir..aunque..

- Es un mal plan, pero creo que lo he hecho en otro momento.

¿Podríamos otro método?

- ¿Oigo propuestas?

- Déjame hacer una prueba – Mikonos recoge una roca y la arroja al puente. Con una velocidad fatal una suerte de bestia de fuego lo consume de inmediato. - ¿Cómo diablos hiciste?

- Bueno, mi raza triplica la velocidad normal.

- ¿Y ahora?

- Tengo reuma, así que ya no soy el mismo.

- ¿Ehhhh? ¿Pero no pensaste en el o? – Dijo Mikonos con enfado – Maldito codicioso. Es por el dinero seguro

- Tu eres el looter algo podrás averiguar

- Maldito herrero!!! ¿Mmm? Veamos – piensa el looter. Toma otra roca y la arroja hacia arriba. Al caer corre con la misma desgracia - ¿te diste cuenta?

- El aire

- Claro. Solo el suelo es una trampa mortal.

Mikonos, perimetró el puente. Un largo de un quinientos meg (metros) en sus contornos el abismo de fuego incandescente. Y alrededor las forma fogosas que esperaban. Del otro lado un orificio oscuro que desemboca en el sitio en el cual deberían proseguir para encontrar la corona.

- Hefestos. Tengo una idea genial. -

- A qué te refieres con genial? – Frunció el ceño. -

- No me mires de esa manera – Lanzaremos una cuerda al otro lado. -

- ¿Mmm? No lo había pensado…Aunque la distancia. – Duda en ello - No tenemos suficiente.

- La generaremos nosotros

- ¿No será con eso no? – Señaló las lianas

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- ¿Qué pensabas que tenía el estuche de sweper? Con todas sus tonterías? Claro hay que improvisar – Mikonos se imaginó a su ídolo de la infancia Robert de uno de esos programas de supervivencia. -

- Lo que hay que hacer es amarrar las sogas una por una y buscar el punto exacto – Y el la lanzaba hacia una roca colgante con éxito

- Bienn..Robert – Dijo Mikonos soñando despierto. Hefestos lo miraba extrañado

- ¿Qué te ocurre?

- Ehh..No nada – Dijo el looter y se puso a preparar la gran cuerda como su héroe Robert

- Deben amarrar cada extremo - Explica. -

- Robert eres un genio – Dice Mikonos que lo imagina como dentro de una nube realizando el trabajo. -

- ¡¡Deja de hablar solo!!.¡¡Me pones nervioso!! – Expresa Hefestos.

- ¡Silencio herrero! Estoy produciendo una obra maestra –

- ¡Diablos! – Se coloca la palma mano en el rostro como un ademan de estamos perdidos. –

Mikonos ordenó nudo por nudo amarrándolo cuidadosamente con cada trazo bien sujeto. -

- Y luego lo pasas por aquí y luego por al á – Tararea una canción Mikonos – ¡¡Y listo!!

- Ahora debe arrojar la cuerda con un peso determinado al objetivo – Indica en su mente Robert

- ¡¡Bien!!, ¡¡Probemos!! – Mikonos toma un objeto pesado en forma de ancla – Esto servirá. Hefestos estaba sentado en una roca con su mano apoyada en el mentón pensando

- Disiento de lo que vayas a realizar

- ¡Callate! Cuando descendimos de la nave, parecías muy seguro de todo..¿Cómo no calculaste esto?

- La realidad es que calculé mal la época

- ¡¿Época?!

- Claro. Estos monstruos, suelen hibernar

- ¿Y cuándo es esa etapa?

- ¡Cada mil años!

El looter frunce el ceño con el lazo girando solo. -

- ¿Es una broma no?

- Bueno fallaron mis cálculos. Nada es perfecto en la vida. -

Mikonos lo mira como si no tuviera remedio alguno.

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- Vamos a probar la soga – En un movimiento majestuoso la lanza con toda su fuerza. Como son lianas en forma de goma, no logra el primer intento y viene hacia èl como boomerand pasando cerca de su rostro y casi golpeando a Hefestos

- ¡¡Tonto!!

- Silencio…..¡¡Ayúdame Robert!! –

- Recuerde debe lanzar la cuerda con seguridad

- Gracias por el consejo tal útil – dice Mikonos con sarcasmo.

Prueba de nuevo, y tampoco lo logra. Prueba una y otra vez.

Mientras Hefestos se impacienta - Bueno – Respira hondo.

Inhala y exhala – Tómalo con calma – prueba y regresa de nuevo – ¡¡¡¡MALDITAAA SEAAA CUERDA DEL INFIERNO!!!! –

La toma con odio maldiciéndola – ¡¡¡¡¡ME VAS HACER CASO

Y TE VAS A CLAVAR EN ESA ROCAAA!!!!!,

¿¿¿¿ENTENDIDOO???? - La lanza una vez más hacia el otro lado donde está la roca puntiaguda por arriba de la cueva, y por milagro de la vida logra dar una, dos, tres – ¡¡vamos!!

Dos vueltas más–y cuatro..y cinco – ¡¡¡¡SIIII!!! – Chasquea los dos y levanta las palmas para golpear con Hefestos que esta poco emocionado – ¡¡¡No es necesario que te alegres demasiado!!! – le dice irónicamente

- ¿Y Ahora?

- Ahora – Se dirige a un punto alto y atando el extremo completa una línea recta en la cual deberán moverse –

Ahora… a movernos por esa liana –

- ¡¡Es una locura!!

- ¡Bienvenido a mi mundo herrero!

Poco a poco fueron moviéndose sigilosamente. Tratando de no tocar el suelo. Un nimio objeto del bolso de Mikonos, cayó al suelo y el cazador se dirigió de inmediato. Sus ojos rojos en llamas observaban a esos que se movían cuidadosamente.

- ¡¡Despacio!!, ¡¡despacio!! – Dijo Hefestos que poseía un peso determinado. La cuerda se tambaleaba demasiado – ¡¡No sé en qué estaba pensando!!, ¡¡Ahhh!!..si el dinero La cuerda desde el otro extremo comenzó a moverse, aflojándose como intentando romperse. Cada hilo se deshilachaba en cabel os finos que descendían lentamente. -

- Esto no me gusta nada – Dice Mikonos dado vuelta y miraba el suelo. Detrás de él, Hefestos –

- ¡¡Avanza!!…¿Qué esperas?

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- ¡¡Shh!! La soga se está aflojando –Ya estaban casi en la mitad. Y siguieron, aunque más despacio de los debido. Poco a poco la soga iba aflojándose

- Mikonos, ¿Creo que tu plan no va servir?

- Pensaba lo mismo…. ¡¡¡Ayúdame Robert!!!

- Cuando la soga se afloje en su estiramiento. ¡¡¡Debes moverte rápido!!

- ¡¡Perfecto!!

- ¿Con quién hablas?

- Nadie, vamos a movernos rápido– Hicieron el avance rápidamente y la soga no solo se aflojo sino que se rompió su goma intermedia – ¡¡Maldita sea se está quebrando!!

Robert – piensa en su mente acordándose de una situación extrema.

- Lo siento viejo, nunca me pasó que se quebrara la soga..

usa la fuerza

- ¿La fuerza? ¿Eso no es de una película? No sirve

- Lo siento, yo me largo – Se va esfumando la imagen –

- ¡¡Vete al demonio Roberttt !!!

- Mikonos se parte la cuerdaaaa. - 

- Ya lo seeee - Van cayendo – Da un salto de inmediato Hefestos

En el instante que tocan el suelo dan una vuelta saltando, los monstruos se arrojan, pero no llegan a tocarlos en el punto indicado.

- Larguémonos de aquí. ¡¡Regresaran!! – Dijo Hefestos –

Comenzaron a correr a toda prisa sin parar casi llegando a la meta, pero era imposible. Detrás de ellos fueron como balas y al darse la vuelta por la ráfaga ambos cerraron los ojos temiendo lo peor. Al abrirlos las bestias se habían paralizado. Una de el as estaba bostezando, y luego la otra, y la otra.

- ¿Eh? ¡¿Qué ocurrió?! ¿?

- Nos salvamos ¡Ja! ¡Ja! Mis cálculos eran correctos

- ¿?

- ¡¡Se van a hibernar!!

- De haberlo sabido – Pensaba frustrado Mikonos. -

Ambos llegaron a la meta e ingresaron en la cueva en la cual estaría el arco, o corona, pieza del ídolo.

- Me duele todo – Dice Mikonos. -

- Apura el camino. Ya estamos casi en la meta. -

- ¡Si!,¡ si!, ¡si!... Ya voy – Expresa el looter agotado. -

Al entrar había un cuarto totalmente vacío

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- Hefestos..¡No hay nada aquí!

- Tu solo espera, y mira – De su bolso, tomar un artefacto del tamaño de una botella y la arroja al suelo.

La habitación estaba totalmente vacía. No se encontraba ningún indicio significante del arco. Hefestos tomó un móvil computadora, para determinar unas coordenadas.

- ¿Con eso bastará?

- ¿Y bien?

- Se ubica por aquí escondido en alguna parte. -

Comenzamos a revisar el sitio. Mikonos palpaba el suelo y Hefestos las paredes.

- la habitación está totalmente vacía – Se dijo el looter –pero.. – Algo no resulta confiable. -

- Se puede ver que hay una grieta ínfima en la cual entra una punta de alfiler.

- ¿Ya sabes cuál es?

Hefestos localizo la hendidura en un espacio muy recóndito de una roca

Mikonos se sentó en el suelo y sintió un crujido. - 

- ¿Qué fue eso?

- ¿No lo sé?

Al incorporarse había un artefacto roto.

- No es nada, es solo una chuchería – Dijo Mikonos investigando. -

- Veamos… debe ser muy cuidadoso – Ingresó aquel diminuto alambre y poco a poco el piso se movía. Desde el suelo una pared se presentaba con muro que ascendía y allí la gran torre. Un pilar con dibujos del ídolo.

- ¡¡Wow!!¡Estabas preparado!

Hefestos fue hacia aquel. Los petroglifos eran bastante sofisticados.

Sus dibujos mismos se daban a entender. El looter se acercó con Hefestos.

- Tendríamos que romper ese pilar y estará allí dentro. – El orfebre sacó un cincel de su bolso, y con un primer intento golpeó aquel muro recibiendo una descarga eléctrica que lo arrojó al suelo.

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- ¡¡Auchh!! – Dijo tomándose la cabeza

- ¿Te ocurrió algo? – Pregunta Mikonos

- ¡¡Creo que sí!!

- No podemos depender del uso de la fuerza. Veamos – Mikonos leía los dibujos naturalmente – En el muro se dibujaba una lámpara. –

¿pensó que podría ser?

- ¡¡Diablos!! ¿Qué significa ésto? – Se dijo. Meditó unos instantes

- Es una lámpara – Dijo Hefestos – Y está encendida. Aguarda no será? – Mira el artefacto destruido

Mikonos mira a otro lado. -

- ¡¡¡Tonto!!!... Lo has destrozado. -

- Tranquilo..¿Cómo iba a saberlo?

- ¿Y ahora?

- ¡¡Dejame pensar algo!! – Medita.

- ¡¡Demonios!!

- ¿tenemos que encender una lámpara? ¿Cual lámpara? ¿Dónde está? Claroo es la que arruiné. A ver si esto puede funcionar. En definitiva es un conductor - y tomó de su bolso una suerte de linterna – ¡¡Esto servirá!!

- ¿Que estas tramando?

- ¡¡Tu solo observa!!

Mikonos desarma aquella y quita los cables – Luego utiliza una extensión de aquel –

- Si mal recuerdo, había un dibujo en la libreta de Caciope que detallaban algo similar a un conductor

Tomó los cables conectados al circuito del foco y los colocó en el pilar produciéndose una luz.

- ¡¡Esplendido!!

- ¿Y bien?

- No arruines mi invento. Solo espera. La luz fue direccionándose lentamente como aguja de reloj a un punto –¡Es ahí!

Hefestos se dirigió a una roca al palparla no ocurría nada

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- ¿Quieres esforzarte un poco más? Dijo Mikonos com enfado ante las pocas ganas de Hefestos

Éste presionó y la piedra se introdujo hacia dentro. El pilar abrió su base. Y al í estaba el arco color dorado con cinco gemas en sus alrededores. Mikonos solo la lámpara y todo se oscureció – recogió el arco con el tacto lo verificó

Una voz de maquina se expresaba

- ¡Felicidades!. Encontraron el arco. Pero mejor aún la lámpara para ello.

- ¿Qué lámpara? ¡!Ah eso que rompimos!!.

- ¡Que rompiste!

- ¡Es exactamente lo mismo!. –

Se abrió entonces un pasadizo subterráneo con unas escaleras. Y el resplandeciente arco, o disco estaba allí. Una de las piezas del Ídolo.

- ¡Fue demasiado fácil! - Pensó Mikonos. Se dirigieron por las escalinatas continuando, al guiarse con la luz que los direccionaba a destino. Al í, y de inmediato se apago aquel a, quedando nuevamente en plena oscuridad.

Mikonos se guió con sus sentidos, mientras Hefestos lo seguía por detrás. Al llegar al pequeño altar, recogió el disco, fue palpando con sus manos. Había gemas en él. Cinco respectivas.

- ¿Supongo que es esto?

- ¿Lo tienes? – Pregunta Hefestos. -

- ¿Eso creo…?

Un ruido se oyó desde aquel interior. Una sombra polvorienta en su imagen, que se desplazaba en todas direcciones. Mikonos sintió un golpe detrás de él

- ¡¡¡Auchh!!!

- ¿Qué ocurre?

- ¡Algo me atacó con un golpe!

- ¡¡Larguémonos de aquí!!

Ascendieron por las escaleras corriendo, y allí los estaban esperando.

El grupo de Esmira. Varios Mercenarios y ella. -

- ¡Vaya! ¡Vaya! – Mikonos Noir, y Hefestos Crimson y el disco.

Si es por mi les invitaría un trago por encontrar semejante pieza

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- Le agradecería, pero mi médico dijo que debo dejar la bebida. La ebriedad, ¡¡tú sabes!!

El grupo de la capitana los apuntaba de forma medida.

- Bueno aquí debemos hacer un movimiento – Aclaró Mikonos con el disco en su mano. Hefestos lo observó y se lo quitó dándole un golpe

- Lo siento, aquí es donde nos separamos. – Y le otorga el disco a Esmira

- Buen trabajo herrero, o mejor dicho subalterno B ¡Ja! ¡Ja! –

- Señora la sombra está avanzando –

- Debemos irnos antes que venga aquí–

- ¿Qué hacemos con él?

- ¡¡Déjalo que se divierta!! –

Se refería a Noir, que estaba inconsciente en el suelo. El polvo negro avanzaba.

- ¡¡Hefestos!! – ¡Deprisa! – Ordena el segundo al mando Pirce. Crimson lo observa a Mikonos con una cierta pena.

Todo el pelotón de mercenarios escapa por otra entrada, evitando el puente, aunque ya fuera seguro.

- ¡Ayy mi cabeza! -¿Qué? – se palpa la frente sangrienta Mikonos - ¡Ah! No podía resultar mejor –

Sintió un ruido entonces.

- ¿Eh? ¿Jaaa? – ¿Eres tú? - Manifestó. -

El gran polvo fue contra Noir. Se iba acercando lentamente absorbiendo todo el espacio.

- ¡Debo salir de aquí! – ¿El puente? Si eso. ¡¡El puente!! –

Mikonos se incorporó de inmediato al salir de al í comenzó a correr de prisa por la salida. El polvo empezó a transformarse expandiéndose y marcando todo alrededor.

Al pasar por el puente a toda prisa la sombra lo seguía sin parar – Maldita sea, debó llegar a la nave de inmediato. Era de esperar lo de Hefestos. ¿Ahh?.. Mi buen amigo, espero el disco te sirva de algo – Se dijo con seguridad – El polvillo se iba diseminando absorbiendo todo lo que tocaba - ¿Qué desmaterializa? Ahora entiendo la leyenda.

"el disco/corona, es protegido, por las ondas oscuras que todo lo absorben"

- Así decía la cuarteta del libreto. Debo correr más rápido,

¡¡Auhh!! Una roca cayó cerca de él, el puente se estaba

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destruyendo, y tropezó en el suelo, el polvo fue hacia él y éste dio un salto hacia un costado evitando que aquella lo toque, ya que estaría perdido. – ¡¡Diablos!! Eso estuvo cerca. Y una imagen de fuego se introdujo en el agujero del polvo que todo lo descomponía en sus fauces de granos insipientes que absorben sin cesar. – ¡¡No!!, ¡Por dios! Esas criaturas estaban hibernando, o eso creo – Se rascó la cabeza – No importa el tiempo es oro, y continuo corriendo a toda prisa, con el agujero de polvo detrás de él y las bestias de fuego que iban siendo absorbidas por éste. Apuro sus pies a toda la velocidad que podía. El agujero se lanzó encima de él, Mikonos quito de su mochila aquel a lámpara destrozada y la lanzó hacia atrás – Se que es una tontería, pero… - Al arrojarla la el agujero hizo una pausa y fue hacia ella como un perro juguetón en busca de su presa - ¿Es en serio? – ¡¡dio la vuelta irónicamente.vaa.. que importa – Y

siguió corriendo!! Una de las bestias saltó hacia él. –

¡¡Déjenme en paz maldición!! – Y saltó con todas sus fuerzas dándose la cabeza contra una roca al lado de la entrada del otro lado del puente - ¡¡Auuu!! ¡Mi cabeza! – Se incorporó con del suelo, tenía una herida en la cabeza, arriba de su frente que lo marcaba de unas gotas de sangre - !! Wow, Entiendo que sea un ser odiado, pero esto es ridiculoooo!!

Ya basta de tanto, debo salir de aquí al exterior –

Se alejó de la cueva, en el camino aparecieron otras bestias.

Alimañas que estaban escondidas

- ¡¡Ya déjenme en paz!! – Continuó corriendo y comenzó a escalar a exterior, antes de salir de allí se colocó el traje de impermeable, y allí a fuera estaba en medio de una neblina de gases de calor y magma. Noir saca su radio - ¡¡Aquí Mikonos cambio!! ¡A que tonto! No puedo comunicarme.

Bueno hora de irse..¡¡Uff!! – Se toma un respiro y se lanza con el o al espacio a toda velocidad con un propulsor

- Listo para partir – Dice Pirce –

- ¡¡Listos!!..... Cargan todos los elementos –

- ¡Bien hecho Hefestos! – La nave se proyecta por el espacio

- ¿Miren allí?– Señala Caciope. -

- Son los mercenarios de la capitana Esmira, saliendo desde la atmosfera

- ¿Eso quiere decir? Expresa Caciope una tanto confundida y preocupada por Mikonos.

- ¿Qué ocurre?

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- ¿Allá..? ¡¡Vean!! - Grita Louis – ¡¡Lerna abre la compuerta!!.

Caciope se alegra al ver la llegada del looter -

- ¡Voy de inmediato!

Mikonos venía a toda prisa, y al abrirse la puerta se estrelló contra una pared de metal

- ¡¡Ayu miauuuuu!!

- ¡¡Mikonos!! – Gritan todos llamándolo desesperadamente. -

- ¿Te hiciste daño loo? – Le pregunta una Lerna preocupada con su diminutivo de looter. Éste se apoyó contra el muró un tanto cansado. -

- ¡Mikonos responde! – Expresa Caciope que va a su encuentro. -

- ¡No se preocupen!. Éste diablillo que ven aquí, no es tan débil - Comenta Louis – Dime Noir..¿Malas noticias no?

- ¡Cuak! – Tose Mikonos – No diría malas, ¡Cuak! .. Solo debo confesar que nos aventajaron, de todas formas no diría malas – El looter saca de su bolsillo una pequeña bola en forma de gema –

- ¡¡Hefestos!! - Expresa Esmira – ¿El disco, algo le falta? –

- ¿Dejeme verlo? - Hefestos lo estudio, y lanzó una leve sonrisa – ¡Ese desdichado! – desde lejos el grupo Abaddon lanzaba misiles contra la nave de los mercenarios, cayendo al suelo ambos –

- Nos atacan. Bueno.. ya veremos

- No se preocupe capitana – Comenta Hefestos. -

- Prepárense para la emboscada.

La nave de Caciope y el grupo los sobrepasaba. Sistina ya los había visto.

 

 

 


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