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18.18% No puedo evitarlo / Chapter 2: Capítulo 1

Capítulo 2: Capítulo 1

POV ALISON

"Mamá, salgo" dije en la dirección al despacho donde estoy completamente segura de que estaba. "¿A dónde se supone que te vas ahora? Acabas de llegar a casa hace nada." Escuché como algo caía al suelo en el piso de arriba y después de unos segundos pude ver a mamá aparecer por las escaleras. Papá tampoco tardó mucho en aparecer detrás de ella.

Desde que mamá y el tío Diego lo trajeron a casa, no se separaron prácticamente, lo que me alegra por mi madre, porque Hugo la hace feliz como nadie, incluyéndome en esa lista, la hace.

"Salgo con unos amigos." Dije poniendo la chaqueta. "Espero que te lleves a alguien." podía escuchar como solo estaba a unos pasos de distancia. "No es necesario. Solo vamos a ir a un club." Sé que era algo que a mamá le chistase demasiado, pero la verdad es que ya había quedado en salir con las chicas y no iba a dejar que mi madre no me dejase salir ahora, por mucho que no le gustase la idea.

"Alison, vas a llevar a alguien contigo o no sales de esta casa, eso lo puedes tener más que claro." Suspiré y me di la vuelta para poder verle el rostro. Se veía claramente que empezaba a enfadarse. "Mamá, no soy una niña pequeña." Papá puso una de sus manos en su espalda para clamarla. "Y eso a mí me da exactamente igual, te llevas a alguien o no sales, tú decides."

Suspiré porque, aunque sé que mamá tenía la mafia, no sé por qué siempre se empeñaba en que llevásemos Tessa y yo guardaespaldas, pero tanto papá como mis tíos me decían que entendería por qué mi madre era así, algo que no tengo claro.

"Me llevaré al tío Diego." dije "Y a Fabio." Me crucé de brazos y me apoyé en la pared de detrás de mí mirando en su dirección. "No necesito tantos guardaespaldas." Pude ver como algo así como miedo empezaba a reflejarse en su mirada. Siempre que discutíamos el mismo tema, podía ver que se frustraba, lo cual no llegaba a entender.

"Alison, por favor te lo estoy pidiendo." dijo en algo más cercano a un susurro que otra cosa, y solo por eso, lo iba a hacer. "Como quieras." Antes de darme la vuelta pude ver como mi madre suspiró y subió las escaleras, supongo que para irse al despacho. Estaba fuera de casa cuando papá me para.

"No te enfades con tu madre." Me giré para verlo, porque estoy segura de que me dirá lo mismo de siempre, y la verdad es algo que empezaba a cansar. "No es que me enfade, pero a veces parece que me trata como una niña pequeña, y me se cuidar yo sola... ella misma se encargó de enseñármelo."

Desde que me fijaba más en las cosas, pude reconocer el enfado en la mirada de mi padre. Siempre que salía el tema podía reconocerlo en si mirada, lo que me hacía preguntar qué era lo que le había pasado a mamá para que él se enfade. "Sé que te molesta que sea tan sobreprotectora, pero en algún momento probablemente..."

"Me lo contará, lo sé, lo sé, pero eso no implica que me moleste." suspiré y me di de nuevo la vuelta para empezar a caminar hacia el coche, pero papá no me dejó y me giró de nuevo en su dirección. "Sé que lo hace, pero también sabes en que negocio está metida. Te puedes hacer una idea de lo peligroso que es andar por las calles sola." Me crucé de brazos porque de verdad, empezaba a mosquearme todo esto y no tenía ganas de acabar enfadada hoy. "¿Al igual que te paso a ti hace años?" miró para mi durante unos segundos y luego asintió. "Igual. Tu madre tiene un pánico terrible a que te pase algo." negué, porque eso era algo que hacía tanto mamá como la tía Megan "La tía Megan hace igual." dije y él metió las manos en los bolsillos. "Digamos que no les pasaron cosas buenas, y temen que os pase algo tanto a ti como a Tessa, Ale y Axel."

Suspiré y miré hacia el cielo para evitar molestarme con él, al fin y al cabo, papá no tenía culpa de nada. "Me encantaría entender por qué lo hacen." papá asintió y se acercó a mí, acabando por pasarme un brazo sobre mis hombros y acercarme a él. "Sé que quieres saberlo, pero eso se lo debes preguntar a ellas."

Miré para un poco hacia arriba porque era unos diez centímetros más que yo. "¿Crees que me contarán algo?" Miró hacia la ventana del despacho de mamá. Estoy segura de que estaría mirando por la ventana. "¿Si eso te lleva a ti a entender el por qué no quieren que no salgas de casa sin protección? Por supuesto."

Suspiré y dejé de mirar hacia la ventana para volver a centrar mi mirada en papá "Entonces hablaré con ella mañana." Asintió y él también dejó de mirar hacia la ventana. "Está bien. Pásalo bien con tus amigas. Te quiero, Alison." Me dio un beso en la mejilla y luego yo le di uno en la mejilla. "También te quiero papá."

Me metí en la parte de atrás, donde Diego me estaba esperando con una gran sonrisa en el rostro. Se notaba que tenía ganas de salir de la casa un rato. Si había algo que le encantaba a mi tío, era salir de fiesta, y como eso con mamá no se daba, aprovechaba para hacerlo conmigo.

"Y yo pensando que te gustaba salir de fiesta conmigo." me dijo con una gran sonrisa. "No digo que no me guste, solo que a veces me gustaría tener algo más de privacidad" cerró la puerta, y rápidamente se metió en el coche para empezar a conducir. "Yo si tienes un lio con algún chico, no me importa para nada. Sabes que no se lo diría a tu madre, porque me arranca la cabeza."

Me reí, porque es algo que podría llegar a hacer mi madre a pesar de que el tío Diego es el mejor amigo de mi madre. "Igualmente, no me gusta llevaros a los dos siempre conmigo." Pasé a mirar hacia la ventanilla y pude escuchar como Diego se reía. "Ni a tu madre le hace gracia llevarnos detrás."

El resto del camino al club lo hicimos en silencio. Iba mirando por la ventanilla y cuando llegamos, Diego baja para abrirme la puerta. Nada más llegar a la puerta, nos dejaron entrar y me dirijo a la mesa en la que estaba Melisa y Cassandra junto a Sergey.

"Y yo pensando que hoy vendrías sin tus guardaespaldas." Rodé los ojos, porque siempre era la misma historia, y la verdad es que este tipo empezaba a tocarme las narices, lo cual no era lo mejor que podía hacer. "Mi madre lo prefiere así."

Me giré para que Diego fuese a por mí bebida. Él mejor que nadie sabía lo que bebía, y así era una manera de asegurarme de que nadie me metiese nada en la bebida, porque mi tío le partiría los dedos, y ya ni se podrían imaginar que haría mi madre. "Eso dice mucho de tu madre."

En cuanto las palabras salieron de su boca, me giré en la dirección de Sergey el cual tenía un vaso en mano. Debo decir que no era de las personas que mejor me caían en el universo, pero era el novio de Melisa y a veces no nos quedaba más remedio que soportarlo a Cassandra y a mí.

"¿Qué se supone que quiere decir eso?" dije intentando tranquilizarme. A lo mejor había escuchado mal o no había entendido a que se refería. "Que es una maniática controladora." cerré un puño y mantuve mi brazo pegado a mí, porque como siguiese por ahí, acabaría por romperle la cara.

"Estás cruzando una línea que no deberías, porque no acabará bien para ti." Noté como Cass se puso a mi lado, entre las dos podíamos acabar con él sin ningún problema. Si algo sé, es que Cassandra quiere a mi madre como si fuese su propia y no dejará que nadie diga nada malo de ella.

"Es la verdad. A todo lado que vas, vas con guardaespaldas, y por mucho dinero que tengáis, no tendríais que andar con tanto guardaespaldas." Empecé a abrir y cerrar la mano para evitar darle un puñetazo, porque de verdad, no quería meterme en un lío.

"Como si a nosotros nos importase el puñetero dinero." Una sonrisa nada amable apareció en un rostro y debo decir que este tipo tenía las santas pelotas hablar de lo que no le importaba. "Es lo que parece. Tu casa es una fortaleza."

En cuanto dijo eso, mis sentidos se pusieron en alerta, porque este no sabía dónde vivía como para que dijese eso, a pesar de que fuese verdad. "¿Y cómo coño sabes eso?" Melisa se puso delante de él, supongo que para evitar que yo acabase por hacerle algo. "Alison, lo sabe porque pasamos un par de veces por delante de tu casa, y le dije que era la tuya."

Cassandra se puso detrás de mí, con una mano sobre mi hombro. Sé que ella también estaba molesta con lo que estaba diciendo. Cass adoraba a mi madre ya que los suyos no eran los mejores del mundo, y gran parte de las veces se la pasaba en nuestra casa. Creo que mamá sabía que algo no andaba bien con sus padres.

"Eso no implica que sepa que tengo a muchos guardaespaldas en casa." dije cruzándome de brazos. "Se puede ver a simple vista." dijo con suficiencia "No se puede ver, listo, porque los muros son opacos." La sonrisa que apareció en su rostro no me gustó para nada, algo tenía este tipo que no me gustaba para nada. "¿Y por qué los tienen opacos?" dijo "Eso es algo que no te importa, al final es mi casa no la tuya." Sergey levantó los brazos y puso una cara de sorprendido, pero algo me decía que no lo estaba. "Yo solo digo que es algo sospechoso."

"Alison, ¿me acompañas al baño?" dijo Cass, y de no ser porque estaba haciendo que me girase en dirección al baño, acabaría por darle el puñetazo que tenía ganas de darle. Cuando entramos en el baño Cass echa a todo el mundo y cierra la puerta una vez sale la última chica. Cassandra era la única de mi círculo de amigos que me podía entender mejor ya que en cierta manera estaba metida en nuestro mundo y también solía andar con guardaespaldas detrás de ella todo el rato, mandados por mi madre claro está porque de ser por su familia, la habrían abandonado a su suerte.

"Sé que en este momento quieres partirle los dientes a ese estúpido, y créeme, yo también lo quiero hacer, pero como se entere Ale, te mata." dijo andando de un lado a otro. "Es que es estúpido. No sé cómo Melisa puede estar con Sergey, es que no lo entiendo." dije empezando a andar de un lado hacia otro mientras que ella se paró y apoyó en el lavamanos.

"Nadie lo entiende, pero no tardará mucho en darse cuenta de lo estúpido que es." dijo mirándose a las uñas. A veces no entendía como podía estar tan tranquila en situaciones así, la verdad "¿Y qué pasa si no se da cuenta?" me paré mirando en su dirección. "Pues lo siento por ella, pero yo no pienso andar con ella y esa escoria. Si no acabas con él tú, lo hago yo."

Tomé una respiración profunda, porque sé que Cassandra estaba hablando en serio. Es más, a pesar de yo ser su hija biológica, se podría pensar que Cassandra era mi hermana por el simple hecho de todo lo que hacía cuando alguien hablaba mal de mi madre, sin implicar que yo lo quiera menos, o que nos parecemos físicamente y no tenemos nada que ver.

"Y sabes que tú serías chica muerta en caso de que mi madre te oyese llamarla Ale en vez de mamá." dije con una sonrisa "Razón por la que no lo hago delante de ella. Sigue siendo raro para mi llamarla mamá." me encogí de hombros y me apoyé en la pared de enfrente "Lo sé. ¿Sabes lo que pienso?" miré hacia la ventana, porque sabía cuál iba a ser su contestación.

"¿Qué?" dijo con interés, pero sé que en el fondo sabía que ella sabía de qué estaba hablando. "Deberías venirte a vivir con nosotros." Negó y se apartó del lavamanos dirigiéndose a la ventana.

"No quiero molestaros." dijo "No digas estupideces. Tienes tu propia habitación en nuestra casa. Mi madre te adora, al igual que mi tía y abuela. ¿Por qué quedarte en casa de los que en teoría son tus padres?" dije acercándome a ella y poniendo una mano sobre sus hombros.

"Porque a pesar de que son unos drogadictos, mi abuela es genial y no me gustaría dejarla sola allí." le di la vuelta para que pudiera verme, porque lo que estaba diciendo era lo más cierto que podía decir. "Tráetela a casa."

"Por mucho que me guste la idea, mi abuela no querrá marcharse de casa. Le gusta esa casa demasiado como para marcharse de ella." dijo apartando su mirada de la mía. "Sabes que mamá puede hablar con ella. Estoy completamente segura de que ella podrá llegar a un acuerdo con tu abuela"

"Probablemente pueda convencerla, pero no te preocupes, estoy genial. Ahora mejor salgamos antes de que aparezca el estúpido de Sergey." dijo con una pequeña sonrisa en el rostro mientras que en el mío fruncí el ceño, porque era algo que no quería ni tenía que pasar.

"Más le vale que no, porque entonces acabaré por matarlo." dije yendo hacia el lavamanos. "No si lo mato antes."

Nos reímos y salimos del baño. Decidimos que era mejor irnos directamente a la pista de baile. Cass y yo estuvimos por horas allí, y prácticamente todos los chicos se acercaban a donde estábamos, pero lo ignorábamos porque lo único que queríamos era disfrutar.

Algo que me gustaba del tío Diego y Fabio, era que nunca sabía dónde estaban. Sé de sobra que me estaban viendo, pero siempre me dejaban mi privacidad, lo cual era genial.

Después de un par de bailes más, decidimos ir a tomarnos algo. No tardaría demasiado en irme a casa, porque a pesar de que podría quedarme un rato más, sé de sobra que mamá estaría por subirse por las paredes, y no quería que se preocupase mucho más tiempo, no quería que la ansiedad volviese como había pasado la primera noche que salí.

"Cass, voy al baño." dije levantándome de la mesa "¿Necesitas que te acompañe?" negué y le puse la mano en el hombro "No, te puedes quedar aquí, al final no tardaré demasiado." asintió y me levanté. Entré al baño donde pude ver un montón de chicas arreglándose, hice lo que tenía que hacer, lave mis manos y salí y justo en ese momento alguien me agarra por el cuello desde atrás, haciendo que rápidamente me tense.

"Llevo mucho rato viendo cómo te movías en esa pista. Me gustaría saber cómo te mueves en la cama." cuando esas palabras salieron de su boca, me tensé y me preparé para partirle los dientes a este misero tío que se atrevía a ponerme las manos encima.

"Eso nunca lo sabrás." dije tranquilamente, porque si algo sabía, es que podía con este tipo y prácticamente con quién se me pusiese delante, para algo mamá y la tía nos entrenaban personalmente.

"Oh, claro que lo sabré porque me encargaré ahora mismo de saberlo." dijo en mi oído. Cuando una de sus manos empezó a bajar por mi cuerpo, agarré el brazo que tenía alrededor de mi cuello y lo lancé al suelo poniéndome encima suya y dándole un puñetazo en la nariz.

"A ver si aprendes a no tocar una chica sin su consentimiento." dije apretando, poniendo más peso sobre él y evitar que se moviese. "Vamos, lo llevas pidiendo…" Le di un puñetazo, rompí la botella que había cerca de mí y el trozo de cristal lo puse sobre su preciada polla.

"Si quieres conservar lo que tienes ahí, te recomiendo que no me digas esas cosas." dije apretando un poco más el cristal notando como se clavaba en mi mano. "Está bien, pero déjame ir, loca."

En ese momento llegaron tanto Diego como Fabio, este último sacándome de encima de ese tipo "¿Qué te ha hecho?" dijo, el primero con el pie sobre el pecho del tipo. Conseguí soltarme de Fabio y me limpié las manos, donde pude notar que tenía un corte en una ella, por lo que la apreté contra mi pierna para ver si dejaba de sangrar y que no se diesen cuenta de que estaba sangrando.

"Intentaba tener sexo conmigo." En el momento en el que las palabras salieron por mi boca, Diego aprieta más su bota en el pecho del chico, haciendo que le costase respirar un poco a ese pervertido. "¿Y por eso lo tenías así?" asentí. "No lo tendría ahí si fuese consentido."

Pude ver como mi tío y Fabio se miraron y el primero bajó más el pie haciendo que el chico se quejase. Por un momento me pareció ver miedo en la cara de ellos, lo cual no sería posible, aunque pensándolo mejor, deberían de estar acojonados como mamá se enterase de lo que había pasado.

"Tío, lo puedes dejar ir, estoy completamente segura de que no hará nada a nadie, ¿no es así?" negó y pude ver el medio en sus ojos, lo cual era genial, porque era algo que me aseguraría que no lo hiciese.

"Vámonos, me quiero ir a casa y tenemos que llevar a Cass a su casa." Diego le dio una patada en el costado mientras yo me iba en busca de Cassandra la cual estoy completamente segura de que querría matar a Sergey por las estupideces que estoy segura de que está diciendo.

No tardé mucho más en llegar a la mesa en la que estábamos sentadas, y podía ver las manos de Cass apretadas, dejándome ver nudillos completamente blancos de la fuerza que estaba haciendo.

"Cass, me voy a casa. ¿Quieres que te acerque?" asintió, nos acabamos la bebida y salimos de allí. Se podía escuchar como Sergey decía algunas estupideces más, pero lo ignoramos y salimos del pub.

"Menos mal que llegaste, estaba a punto de asesinarlo. ¿Se puede saber por qué tardaste tanto?" miré por la ventanilla centrándome en el oscuro exterior "Nada, solo que un tío pensaba que se podía meter entre mis piernas sin permiso."

Escuché su sorpresa, pero no me giré, porque la verdad estaba bien y no me había pasado nada, para cosas así es porque mi madre nos entrenaba entre las posibles consecuencias que pueda traernos sus negocios, lo cual dudo que nos lleguen a traer algún problema para mi hermana y yo, porque cuando mi tía y mi madre se proponían algo, siempre conseguían lo que querían, y por lo que sé, sé que ellas matarían a quién fuese necesario con tal de protegernos.

"¿Qué?" asentí y pase a mirarla para que ella misma pudiese ver que estaba bien "Si, pero no fue nada, ya le dejé claro que no podría hacer nada y aparecieron ellos dos" dije señalando en la dirección de mi tío y Fabio, los cuales iban un par de pasos detrás nuestra.

El resto del camino al coche, lo hicimos en silencio, y podía notar tanto a Fabio como a Diego tensos, supongo que rezando o lo que sea que hagan para que mi madre no estuviese despierta y se diese cuenta de que algo había pasado, lo cual sería lo mejor para ellos.

Antes de irnos a casa, dejamos a Cass en la suya. La verdad es que no estaba convencida dejándola sola. Algo había extraño, pero no sabía el que, por lo que nos fuimos para casa.

Cuando al fin llegamos a casa, Diego y Fabio se fueron para a revisar los alrededores de la casa como hacían siempre que llegábamos a casa y yo entré en casa. Iba a ir a la cocina para coger algo de agua y revisar mi mano cuando veo a mamá mirando por la ventana de la cocina y vestida de calle, haciendo que automáticamente ponga mi mano detrás de mí.

"Pensé que estarías dormida a estas horas" dije, haciendo que ella se girase en mi dirección con una ceja subida. "¿Por qué se supone que estaría dormida?" Mamá acabó por dejar el vaso en la isla y se cruzó de brazos estudiándome, pero si algo había aprendido de ella y la tía es que hacer para que no se diesen cuenta de lo que pasaba por mi cabeza.

"No lo sé, normalmente cuando llego estás dormida" negó y sabía que algo andaba rondando su cabeza, solo que no tengo ni la menor idea de que. "¿Qué es lo que ha pasado?" En cuanto esas palabras salieron de su boca, me quedé mirando para ella porque no tengo ni la menor idea de que estaba hablando, o al menos espero que no esté hablando de lo que ha pasado en el club. "¿Qué se supone que tenía que pasar?" dije apoyándome contra la isla.

"Alison, dime que es lo que te ha pasado o te juro que salgo por esa puerta a buscar a ese tipo" Y con eso, me confirma que sabía lo que había pasado en el club, y también sé que está enfadada. "Mamá, no pasó nada" Pasó a dejar las manos sobre la isla y cerrando los ojos por unos segundos que se me hicieron eternos. "Alison... estoy intentando mantener la calma aquí, pero necesito que me digas que es lo que ha pasado en el club."

Me giré y empecé a buscar el botequín para limpiar la herida, no quería coger cualquier cosa, y cuando ella se fijó en mi mano, pude ver como el enfado pasaba a ira. "¿Cómo te has hecho eso?" dijo acercándose a mí. "No es..." empecé a decir "Cómo digas que no es nada Alison, te juro que me enfadaré de verdad"

Sabía que estaba enfadada, pero no me iba a servir de nada que le dijese que en este momento estuviese como un basilisco, lo único que me traería eso es más problemas y no necesito a mamá enfadada, menos en este momento.

"Me lo hice cuando ese chico intentó ponerme las manos encima, pero no te preocupes, está todo bien con él" Mamá cogió el móvil, llamó a alguien y solo dijo la palabra despacho y ya, sabía que había llamado al tío Diego.

"Mamá, no te enfades con ellos" me señaló hacia el taburete y fui a sentarme en el sin decir nada más, porque no iba a valer la pena que dijese algo. Cuando encontró el botequín, se acercó a mí y dejó las cosas sobre la mesa para empezar a limpiarme la herida.

Después de unos minutos, me vendó la herida y empezó a salir de la cocina, pero antes de que pueda hacerlo, la paro. "Mamá, no te enfades con ellos" No estaba mirando para mí, pero sé que iba a reñirles, y no quería eso, porque entonces los tendría más encima de mi si eso es posible.

"Alison, suéltame" negué y me puse a su lado para que no pudiese evitar mirarme. "No lo haré hasta que me prometas que no te pasarás con ellos" Acabó por soltarse y salir en dirección al despacho. Empecé a seguirla, pero en cuanto llegué a la puerta, la cerró en mis narices, haciendo que me enfadase y me sentase en el suelo para esperar a que saliesen, pero la abuela acaba saliendo al pasillo y haciendo que me vaya a dormir, lo cual no tenía ni la menor intención de hacer, pero en cuanto me acosté, rápidamente me quedé dormida.


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