Las palabras del hombre etéreo confirmaron una de las hipótesis silenciosas del trío.
¡El palacio era la creación de una existencia que había alcanzado los rangos divinos!
El título "Divino" no era algo que se otorgaba al azar, y los autómatas espirituales no lo usarían tan ligeramente.
Además, el palacio podía defenderse contra rayos de rango 6, no había muchas existencias que pudieran construir algo capaz de tal hazaña.
Noah y los ancianos se inclinaron para responder al gesto cortés del hombre etéreo.
Aún estaban un poco tensos, el autómata era capaz de controlar cuatro marionetas de rango 6 después de todo.
Sin embargo, su cortesía les hizo relajarse un poco.
—Por favor, entren. Ha pasado mucho tiempo desde que tuve invitados —el hombre etéreo agitó su mano señalando una de las puertas de madera altas que se encontraba en la base de la estructura.