Al haberse precipitado hacia abajo para perseguir al hombre de blanco, a quien el grupo asumía era otro demonio rey, se encontraron en una especie de área de producción.
Había varias herramientas gigantes, grandes mazos, áreas de trabajo, crisoles y hasta cristales gigantes. Era el área donde los Yaks usaban estas herramientas para construir los barcos gigantes que estaban a su lado.
Estaban en el borde extremo de un lado de los barcos gigantes, y miraban directamente al extraño hombre de blanco.
—Recuerda, lo único que realmente necesitamos es su sangre —comentó Hikel.
—¿Y cómo esperas que consigamos algo así sin matarlo? —respondió Peter, aún en su forma celestial completa.
—Voy a tener que estar de acuerdo con Peter en eso, parece que nuestro plan original de cambiar sus recuerdos no va a funcionar muy bien —Russ recordaba cuando había intentado tocar al Rey Yak.