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25% Mi insólito matrimonio es un disparate del universo como sospechaba / Chapter 4: La esposa. Retorno y nuevas personas que llegan a mi vida por motivos curiosos.

Capítulo 4: La esposa. Retorno y nuevas personas que llegan a mi vida por motivos curiosos.

La esposa. Retorno y nuevas personas que llegan a mi vida por motivos curiosos.

 

 

Feliz vida de casados, no olvide, besar a la novia. -

 

 

 

Al otro día el timbre sonó de una forma que parecía que explotaría del sonido. El perro de la casera que habita la planta baja comenzó a ladrar. Estaba plenamente dormido y mis ojos se abrieron rápidamente, como me incorporé de forma fugaz. El ruido sí que era terrible para la audición. No dudé en ir directo a la puerta. Debía terminar con ese alarido musical del ¡¡¡Ring!!!

- ¡¡¡YA VA!!! – Manifesté con mi peor voz de borracho carraspeando. -

 

Al abrir la puerta, una figura con un vestido floreado y gafas de sol esperaba impaciente cruzada de brazos y tarareando con su pie derecho aprovechando su zapato el suelo con movimiento continuo. De ser así, me dije que debía ser muy ansiosa. Su cara parecía la de la típica persona que espera una hora que venga su pareja.

- Hasta que te dignaste a abrirme la puerta ¡¡Mmm!! ¡¡¡Querido!!! No es saludable hacer esperar una dama – Dice señalándome con su dedo de la mano derecha gesticulando la molestia por la espera.

- ¿Tienes una idea de la hora que es? – Acto seguido de decirle eso, bostecé. Claro que me pidió que me tape la boca con la mirada.

- ¡Ya déjame pasar! Traje el desayuno. -

- ¿En serio? ¡Eres genial! – Aún seguía un tanto dormido. -

- ¡Claro que lo soy! – Se dijo así misma. -

- ¡Qué modesta! – Ironizo con gesto muy desdeñado – ¿Y tus cosas? ¿Solo esa maleta?

 

- Pienso comprar todo. Aquí solo tengo unas prendas.

- Bueno, puede usar lo que precises. Estás en tu casa – Le sonrío –

¡Haré café!....

- ¡Gracias!... - Ella ingresa. Nuevamente, y observa el ambiente. Parecería que leyera todo el alrededor milimétricamente. Podía verla desde la cocina.

- ¿Ocurre algo?

- ¡Te faltan algunas cosas!

- Eso es tener habilidad para el descubrimiento. Es que no he tenido tiempo de hacer compras.

- Tampoco eres un gran decorador.

 

¡Estemm!..¡Bueno!..¡No es mi fuerte!..... – Éstos cumplidos de mañana son alentadores como para tirarse de un precipicio me dije. -

Esta mujer, tiene una energía. Ni siquiera el sol había salido, y ella estaba aquí re-planeando la vida de casados. Y me duele la cabeza por cierto. Tengo una ligera sensación de que las reglas de convivencia van a ser bastante arduas.

 

 

- Bien veamos. ¡Te faltan cosas eso es seguro! ¿No veo el refrigerador?

- ¡De hecho no tengo! – Expliqué con delicadeza

- ¡¡¡¡¿Cómo que no tienes refrigerador?!!!!

- Bueno, a decir verdad, soy un poco descolocado con estos temas domésticos. -

- ¿Tampoco televisión?, ¿Y usas un móvil bastante viejo? Te preguntaría si eres de esos que aman el minimalismo, y la vida fuera de lo material. Pero no lo haré, no soy quien para juzgar, si hay que hacer reformas en tu vida.

- El material inunda el alma de elementos inútiles. ¿Para qué dije eso? ¡Ah! Es lo que siempre aclaró cuando ocurren estas situaciones. -

 

- ¡No seas payaso cariño!, ¿Y seguro me dirás que compramos basura que no necesitamos? Te conseguiré lo necesario. ¡Dios! ¿Cómo fue que sobreviviste?

- ¡No! Claro que no. Bueno, sí. ¿Puedo desayunar primero?

- Permiso concedido – Y colocó un rostro siniestro. Me serví un café, y le serví a ella. -

- Bueno, haremos lo que quieres – Dije sin dudar – ¡Esta mujer sí que sabe convencer!

- ¡Claro qué se convencer! – Se enfada – Y no es lo que quiero, es lo conveniente para ambos. – Señala con el dedo hacia mí extendiendo el brazo– Júpiter, hay que cambiar, de eso se trata. Recuerda, solo tienes una vida. -

- ¿Otra vez me oíste? ¡Cielos! Me da pánico -

- Si no quieres que te oiga, no hables en voz alta lo que piensas.

- Bueno resulta convincente. Aunque la cuestión es que siempre he vivido con pocos objetos.

- Apuesto que tienes un pantalón único. Dos camisas, un par de zapatillas. Y lo que sobra de la comida, lo guardas al otro día, y las sobras de las sobras de la sobra hasta que tenga vida.

- Ésta mujer parece vidente. – Pienso.

- No lo soy. Es fácil detectarte. He aprendido bastante de los registros.

- ¿Otra vez me escuchaste? ¡Estemm! ¿Registros?

- ¡Ay! Información, tú sabes.

- ¡Debe tener experiencia en noviazgos, o casamientos! – Fruncí el ceño. Ahora su rostro se puso como el color de sus ojos. – Bueno, prometo modificar todo para bien.

- ¡Lo haremos juntos! Si hay algo que moleste, solo dilo ¿Sí?

- ¡Mm! ¿No lo sé? No conozco mucho de ti.

 

- Te puedo decir mucho de mí. Me encantas los cielos rosados, el aroma de las cascuelas. Vacacionar en las Plegades internas ¿Qué más?

Mi rostro se modifico de alegre ¿A qué rayos está diciendo?

 

- ¡Danna! ¿Por qué me miras así?

- No, no es nada. Me interesa eso de las cascuelas. ¿Danna?

- ¡Ahh! Te encantarán. ¡Ah! – Y se queda pensativa ella. Olvida lo que dije. Danna, es sinónimo de cariño en mi tierra. Son locuras mías. Cuando haya algo que no comprendas. No intentes discernir, solo haz de cuenta que no oíste nada ¿Enterado?

- ¡¡¡Siii!!! ¡¡Vaa!! No importa, no está de más un poco de fantasía.

- ¡¡Sí!!, ¡¡claro!! – Confiesa mirando hacia otro lado.

- Bien, te prepararé café. ¿Qué te parece? Y vamos por un refrigerador

- La primera opción es satisfactoria y la segunda imparto mi orden.

- ¿Eh?

- Que quiero café, y el refrigerador es por mi cuenta.

- No, pero no estaría bien.

- Silencio – Y se coloca como en posición de defensa –

- ¿Ocurre algo?

- ¡¡¡Shh!!!

- ¿Qué será? – Pensaba con dudas. Mi semblante creyendo en algún problema cotidiano. -

- ¡¡Ahí!! ¡¡No te escaparás!! – Se incorporó de la silla, y fue de inmediato hacia la mesa de mostrador allí la levantó con fuerza – Toma esto enemigo despiadado, y con un zarpazo de su mano aplastó el suelo haciendo temblar el piso. Mis piernas temblaron como la mesa y otros objetos de la casa. Poco, que tambalee casi al suelo ¡¡Sii!! Soy la heroína de Hermidos!!

 

- ¿Eh? – Ahora sí que estaba confundido – ¡Eh! Está bien señora de Ruppert.

- Sí, he detenido al único enemigo despiadado. Aunque confieso que son bastante débiles aquí – Expresa con altanería y rostro victorial.

- ¿Débiles? ¿A qué te refieres? Al observar el suelo una cucaracha estaba aplastada como lamina.

- ¡Ah yo me entiendo! – Dice con una risita discreta tomándose la cabeza en forma de despistada – En fin quiero otro café y con dos de azúcar.

- ¡Qué agradable dama!

 

Con todo el alboroto los vecinos con seguridad se quejarán, Tal vez Luna también. Se habían mudado otros, y siquiera los conocía solo al artista loco, la que se encuentra al lado de mi departamento, y Esa chica a quién conocí en el día de ayer. Sé que había otro vecino unos años mayor, un escritor, y una pareja de casados. Y aún faltaba completar parte de los departamentos, pues eran como he explicado Apart Hotel, a nivel hogar, de los cuales fueron construidos por una dama muy exótica y extraña, que de nombre Anabella, como la muñeca poseía. Claro que no era ni una muñeca, ni estaba poseída. Si lo pienso bien, su rostro era muy parecido. De todas maneras no tiene importancia, solo firmé el contrato con ella. Sus modales refinados y a la vez locuaces, me daban de pensar que era una dama victoriana de Inglaterra del siglo XIX.

- Quiero que muchas personas puedan disfrutar de mis departamentos.

- ¡Ah! Está bien – Expresé sin ganas de platicar. –

 

De ello, esta historia de mi casa, es algo amplia, aunque no ondearé en el asunto. El insipiente matrimonio me tendrá ocupado, sobre todo con una mujer que reformaba como si fuera un arquitecto de modas el hogar.

Gaia concluyó su bebida, y me llevó obligado al baño.

 

- ¡Danna! ¿Qué es esto?

- ¡Pues! ¡El baño! -Expliqué sin entender la pregunta. -

- Si, ya lo sé – Ironiza ella – ¿Eso?

- ¡La bañera!

- ¡Ah! Gracias por tu entendimiento ¡Claro que se que es una bañera! ¡Pero esta demacrada!

- Bien, ¡No tengo mucho tiempo de limpiar! Debería ir al trabajo en unas horas, y luego al curso de la universidad.

- ¡Tiene manchas!

- ¡Oye! ¡Esas manchas ya estaban! Y son una decoración de arte abstracto– Explique de brazos cruzados como evadiendo la culpa con escusas. –

- ¡Esas manchas ya estaban! – Imita mi voz – Señor poca limpieza, que te parece si las quitamos. Y como artista no sabes nada, de nada. -

- ¿Eh? Son parte de la vida hogareña, como mi arte al descuido de la limpieza. -

Me miro con ojos de tigre Gaia.

 

- Bueno, compraré un líquido especial para ello.

- Lo haré yo, tú debes ir a trabajar. –

- Pero no es necesario.

- ¡Sí! ¡¡¡Es necesario!!! ¡¡¡La piel se arruina!!!

- ¡Vaya que coqueta! -Expresé murmurando. –

- La piel está compuesta por dos capas la epidermis y la dermis. La epidermis para que sepas tiene células planas y escamosas, que contienen la queratina. No todas las bacterias que están alrededor pueden ser aniquiladas por los mecanismos de defensa. La bañera debe estar en condiciones con un agua templada de 30 grados. Eliminando todo tipo de bacterias que pudieran ser nocivas. Y claro está que tampoco debe ser mu y caliente de grasas y aparte…..

 

- Escuchaba atentamente todo lo que decía, pero una parte de mi cerebro se perdió en su retorica falaz – Me dije por dentro – ¡No entiendo nada! –

… y aparte tener un lugar en condiciones visuales perfectas aumenta de forma positiva el bienestar del arte del baño. ¿Todo es arte, entiendes?

Asentí, mientras mi mirada se desvanecía en el horizonte de la ventana.

 

- ¡¡Júpiter!! ¿Me estas escuchando?

- Sí, claro – Confesé con la mirada pétrea – Si, compraré el liquido. -

- ¡Bueh! Ya te dije que lo haré yo. Compraré vinagre y bicarbonato

- ¿Eh? Pero eso se limpia con lavandina.

- ¡Ah! ¡Júpiter! Esos químicos son destructivos. Protege al planeta.

- ¿Pero las manchas?

- ¡No te preocupes! ¡Se bien como eliminarlas! Tu puedes ir tranquilo

 

Tiene un temperamento tal que no me atreví a discutir siquiera sobre las indicaciones. Saqué justo mi celular para observar algo, y los mensajes. Cero mensajes tiene usted. Ella se percato de mi móvil.

- ¡Danna! ¿Eres como un ermitaño no?

- Claro no, solo no soy sociable. Nada más – Me cruce de brazos con rostro de enfado. –

- Ya se – Dijo colocándose el dedo en el labio pensando - ¿De pequeño nunca te escribía nadie no?

- Para tu información tengo el numero de una chica

- Tienes el numerooo?? ¡Ah! Soy yo. -

- Bueno tenía que tener tú número – Admití – tu me lo diste. Eso es parte de ser social al aceptarlo

- Bueno la amabilidad puede ser un indicio de crueldad a veces

- ¿Insinúas que me lo diste para torturarme con mensajes?

- Solo para darle vida a tu aparato. O un motivo para tenerlo

 

- ¡¡Graciosa!!. – Dije con sarcasmo. -

 

No sabía si enojarme con Gaia y aceptar ese comentario falaz pero axiomático. -

 

Igual me escribía y yo a ella. Era junto a un par de personas más los únicos contactos. Y mi familia por supuesto. –

- ¡Mi familia me escribe para que sepas! Mi madre lo hace a la mañana temprano, para saber cómo se encuentra su hijo. -

- Bueno ser compasivo no cuesta más que un movimiento de dedos, y más a la mañana temprano cuando se está dormido - Afronta la realidad – Nadie te escribía hasta que llegue a tu vida. –

En parte tenía razón, No había fallas en su pensamiento tajante y mordaz en el arte de ser sociable. Pero ser antisocial tiene sus beneficios de paz.

 

 

- Bueno es mejor que me retire – Dije – ¡Adiós Gaia! – No sabía cómo saludarla. Somos marido y mujer. -

- ¡Adiós Danna! – Y me dio un beso en la mejilla sonriente. – Como que me sonrojé por ello. –

- ¿Está bien? – Expresó preguntando como con cierta duda – Estamos recién casados, pero ello no quiere decir que tengamos una relación consumada efectivamente ¿O no don Jupiter?

- ¡Estem! No comprendí muy bien. ¿Estamos casados? ¿Sin una relación consumada?

- Claro de dónde vengo primero te casas, y luego te relacionas. Ya te lo he dicho. -

- No he escuchado nunca eso. -

- ¿Ayer no recuerdas?

- ¡Fue todo tan repentino! Toma un juego de llaves. Así podré irme. -

 

- Fue un éxito diría.

- ¿Éxito? ¡Si tienes razón! – Y me retiré tarareando una canción de amor de The Beatles. All you need is love…

- ¡Ah querido! Lo olvidaba. – Gaia me detiene – Toma – y de su bolsillo saca una caja pequeña de terciopelo. Al abrirla, había dos anillos. – No está bien que una pareja de casados no tenga su anillo, ¿No lo piensas así?

- ¿En serio los compraste? - Pregunte sorprendido

- No, lo tenía guardados desde pequeña, para éste día.

- ¡Wow! ¿De verdad?

- ¡Claro que no! – Me mira con rostro de que se supone que estoy pensando – Lo traje, pues en algún punto es la prueba nupcial de nuestra unión. ¡Es importante!

- ¡También es importante realizar una fiesta! Y una boda por iglesia católica – Cristiana.

Ella lo piensa.

 

- No soy cristiana, así que no será necesario. ¿Tú lo eres?

- En cierto sentido, se podría afirmar que sí, pero no soy un devoto de ello.

- ¡Perfecto! Ve tranquilo cariño. – Y me saluda con la mano. -

 

 

 

Al llegar a la parada de ómnibus me cruce con una dama muy particular de cabello rubio con dos coletas. Era bastante atractiva. Estaba delante de mí en la fila de ómnibus. Cuando llego el mismo, comenzaron a subir de a poco, y pronto los que estaban detrás empezaron a moverse. Uno apurado, que llegó último en la fila, empujó sin querer al de adelante, y luego éste siguió al otro y luego al otro y así hasta llegar a su servidor. Delante de mí la mujer de coletas

 

que subió al primer escalón del ómnibus. Y al recibir el impactó me fui contra ella, con las palmas delante tocando sin querer el trasero de aquella mujer. Su piel estaba rígida al sentir mis manos, y su rostro se desfiguró al darse la vuelta y verme.

- ¡¡¡¡Degenerado!!!!

- No, perdón. ¡Fue sin querer!

 

No tardó {o un segundo cuando la palma de su mano fue a mi cachete dejándolo rojo de forma absoluto. Me tome con las manos, por el dolor.

- Y date por suertudo, que no te denuncio por acoso – Dijo ella enfadada.

- Pe..pero.. – No podía decir una sola palabra de mi boca. - Sacó su boleto y se fue a uno de los asientos. El chofer se reía.

- Tuviste suerte – Se sigue riendo. -

- ¡See! ¡Gracias! – Expresé sin querer mirar alrededor. –

 

El viaje fue un poco tenso, por la situación. La dama de cabello rubio no paraba de observar de mala gana, como si fuera a clavarme varias lanzas en sucesivas formas. Y de hecho estaba direccionando la visión a mi anillo colocado recientemente ¿Debe creer que soy un monstruo depravado e infiel?

Solo fueron quince minutos, y descendí por suerte. Cuando llegué al museo. Riff el encargado que todo lo ve, estaba allí observando mi llegada.

- ¡Júpiter! ¡Qué bueno verte! El jefe quiere verte.

- ¿Don Evans? ¿Qué querrá el viejo? – Salude a Rif

- ¡Ey! ¿Y ese anillo? ¿Parece de bodas? ¿No será…?

- ¡Ehh!...si es de casados.

- Felicitaciones viejo…habíamos hecho una apuesta con los del museo de que te ibas a morir virgen, pero nos equivocamos ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!

- ¿¿Eh?? ¡Qué gracioso! – Le dije un tanto ofuscado. -

 

Ingresé, y saludé a otras personas, y fui directamente al despacho de don Evans, que estaba en su sillón estilo silla Curul Romana.

- ¡Bienvenido niño! ¡Qué bueno verte!

- ¡Buenos días! Don Evans. -

- Mira, seré breve. Preciso que hagas turnos nocturnos, para los fines de semana. O sea quiero que cumplas la jornada de noche, ya que tendremos mucha participación ciudadana.

- Pero, ¿Está bien? Digo, ¿Un museo a la noche?

- No solo el museo, abriremos la sala de ocultismo, astronomía, y misterios del otro mundo. Ese es el eslogan del gobierno.

- ¿Entonces las refacciones que se estuvieran realizando fue por ello? – Meses antes se estaban ampliando las instalaciones. Como suelo ser despistado, no le presté la mínima atención a los que ocurría. Ni siquiera le pregunté a Riff que lo sabe todo.

- De hecho propondremos nuevos cargos y te ascenderemos.

- Eso es una gran sorpresa ¡Le estoy agradecido! –Le dije – ¡Bien! Tendré aumento de salario – Me dije.

- Pero tu salario, seguirá igual ya que deben llenarse unas planillas con firmas de decretos gubernamentales

- ¡Rayos! Maldita burocracia –dije por dentro con mi ánimo que sobrevolaba entre billetes estrellándose contra el muro de la pobreza. -

- De todas maneras, tranquilo ¿Se que te casaste? ¡Felicitaciones Júpiter!

- ¿Sabe que me casé? – Pregunté asombrado. -

- Las noticias son veloces ¡Ja! ¡Ja! Perdí la apuesta.

- No quiero preguntar de que se trataba.

- ¡Ja! ¡Ja! Te haré un presente, y trataré de abonarte los días nocturnos con aumento

- Gracias Don Evans.

 

- De nada niño, puedes irte.

 

Al retirarme una dama ingresaba. Cabello oscuro, cuerpo de modelo, una camisa corta con un moño. Una pollera escocesa, y zapatos con medias.

- ¡Ahh! Júpiter ella será tu compañera nocturna. – Origima Nashira Deneb

- ¡Un gusto!¡Júpiter Anónimo Ruppert! – Me presenté al estilo curriculum laboral. – Y por cierto que suma de nombres extravagantes – Me dije a mí mismo. -

- ¡Un gusto – Expresó sin reacción con una mirada sería. Sus ojos color verde oscuro. nuca había visto esos ojos tan extraños. –

Al salir el día se me hizo monótono. No podía evitar las felicitaciones. El nombre de la mujer que se casó conmigo. De que era un tipo con suerte, y la bella apuesta. Su nombre constantemente.

En el curso de historia antigua, comenzamos con ver lo que corresponde a la civilización sumeria. Fuimos a la sala de afiches, y muchos filmografías nos detallaban imágenes interesantes sobre como mantenían su civilización en medio de un desierto. Las escrituras cuneiformes detallaban en sus piedras los primeros indicios de la astronomía, algo que no podían creer los estudiosos de hoy en día.

- Decir que la tierra flotaba sobre un mar llamado Nammu fue descabellado, siendo el origen de todo lo conocido, solo encerraba un paganismo rudimentario, no obstante era bastante interesante su manera de plantearse ante la mitología. En algo debía creer el hombre desde el comienzo. Y el mundo era como una especie de latón y más allá las estrellas, y allí Júpiter. Si ellos lo descubrieron ¿Me pregunto teniendo presente la lejanía como habían hecho?

- Deja de hablar solo Júpiter. Fueron los extraterrestres – Expresa un colega. -

 

- ¡No seas idiota Rómulo! Dile eso al profesor y te partirá un palo en la cabeza – Le dije a mi compañero. Rómulo, es uno de los pocos compañeros con los que platico. Él siempre habla con una chica extraña de cabello corto, según él fue rechazado por ella, dice que tiende a ser bromista, y estudiante de historia destacada en misterio y la ufología. No presto atención como a muchas cosas que me expresan. Siempre tengo pláticas de todo con muchos compañeros. Uno distinto en cada tramo. Esta vez es Rómulo, la otra vez Remo. La otra vez Tulio. Agripina. Bueno suelo ponerles nombres romanos para no olvidarme. Como soy poco social, hasta llegué a interesarme en sus absurdas conversaciones, pero no para la clase de historia antigua. Ahora me toco Rómulo, que si bien es simpático, esta por ausentarse en breve, ya que debe volver a su hogar a seguir el negocio familiar. Vive muy lejos según me contó en una isla remota. Y no para de hablarme.

- ¡Ey! ¿Y cómo es ella?

- ¿A qué te refieres?

- ¡Tonto! Habló de tu mujer ¿Cómo la conociste?

- Fue una historia larga. – No sabía que decir al respecto – La conocía hace años, y luego nos volvimos a ver, y buenos comenzamos a salir y fue como atracción a primera vista y de un día para otros decidimos casarnos – Realmente era bueno mintiendo -

- ¡Qué historia! ¡Te lo tuviste guardado! ¡Je! ¡Je!

- Sinceramente, no soy de hablar mucho de mí Rómulo.

- Claro, creímos con otros compañeros que eras una piedra para las relaciones.

- Bueno, tampoco soy así. –

- ¡Ja! ¡Ja! Incluso hicimos una apuesta que serías virgen luego de formado como profesional

- ¡¿Eh? ¡Grr! ¡Grr! ¡Muy gracioso! – Dije ofuscado -

 

Al salir de la clase, fui de inmediato a tomar el bus. La mujer cara de perro a la cual le toque sin querer el trasero, estaba sentada allí, al verme colocó una cara de perro asesino, a los que me senté en el primer asiento que encontré lejos de ella, que transmitía la energía terrible de negatividad. En la noche pensaba que me estaría esperando Gaia como mi mujer con la cena. Me parecía agradable por un lado y extraño por el otro. De a momentos extraños una plausible sensación inundaba mi mente.

El futuro de una mujer que con franqueza no conozco. Solo sé detalles que ella va lanzando a medida que pasamos el día a día. Y todo arrancó hoy, con una cita el día de ayer. No parece que fuera una mujer interesada, ni tampoco estuviera escapando de alguien. Y su cultura le pide que primero para conocer a alguien, debe casarse. No fue muy descabelladlo. Hay matrimonios arreglados entre personas que jamás se conocen en la vida hasta ese día. En alguna realeza existirá ello. Mi corazón se acelera con solo pensar en Gaia, realmente tiene un encanto destellante. Eso me enamoró, pero su forma de ser es tan imponente que padezco de indecisión. Tiene como una capa directriz de decisión directa y coactiva, y no creo realmente que esté enamorada de mí, sin embargo eligió casarse conmigo. Recordé que mi estación estaba allí y descendí rápido del ómnibus.

La noche estaba estrellada como siempre. Y me sentí como los sumerios analizando las estrellas y guiándome hacia un camino ¿Cual será no lo sé?

Al llegar al complejo de departamentos, la escalera se situaba allí al dar los primeros pasos me topé con una dama. Era una mujer de callo rubio y coletas.

- ¡¡Tu de nuevo degenerado!!

- ¿Tu? – Era la mujer a la cual toque con mis manos el trasero

- ¡Aléjate de mí! – gritó enojada y subió las escaleras para dar la vuelta por el pasillo a la izquierda.

 

- ¡¡Uf!! Que día

 

Al llegar al final del último escalón, saque mis llaves, abrí la puerta y me encontré con una sorpresa ¿Mi casa era otra?

- ¡Bienvenido Júpiter! ¿O cariño?

- ¡Buenas noches Gaia! ¡Eh!..¡Eh… - Me mantuve mudo al ver lo que se había convertido mi casa no podía creerlo.

Recuento de los cambios del departamento que creo que podrían ser según mi entendimiento:

Living ampliador en espacio.

 

- Un televisor gigante pantalla cine que cubría toda la pared –

- Un tablero electrónico con raros cables que se introducían

- La mesa y las sillas de un plástico.

- Refrigerador o eso creo con motor hidráulico cuyo funcionamiento precisa agua, y se coloca desde un tanque que va acoplado a la cañería

- Equipo CD, -Internet megas (desconozco la cantidad) – Música e internet

- Un cuadro con gráficos ininteligibles estilo cubismo con criaturas muy extrañas y foráneas ¡Daba terror!

- Un equipo de juegos de video. No parece los típicos. Tecnología 2d – 3d

– ¿Y 55dr?------- (¿Esto qué demonios es?)

 

 

 

Baño:

 

- Bañera térmica, especializada con agua caliente 30 grados, con filtro de jabón

- Tocador e inodoro portátil desarmable Dormitorio:

 

- Dos camas básicas con recubrimiento de vidrio para un mejor descanso Luego la casa era como solía conocerla

- ¿Pero qué has hecho? ¿Y por qué el living es tan amplio? Parecía más chico. – ¿No habrás tomado espacio de otro sector?

- ¡Danna!, Solo hice unos cambios al hogar para nuestra comodidad. Es para beneficio nuestro e incluso de los vecinos.

- El living parece una sala de operaciones mesclada con un cine de los años 80.

- ¿Te gusta? Solía tener uno en casa. Ahí fue cuando vi entretenimientos como La guerra de las galaxias, viaje a las estrellas, depredador, Alíen. Esa fue la que más me encantó. Son todas películas muy entretenidas.

- ¡Olvida el cine! Y no soy muy fanático de esas películas, lo mío son más las de aventura tipo indiana jones y documentales. Sin embargo y cambiando de tema ¿Cómo lograste todas las mudanzas en tan poco tiempo? – A esta altura estaba como shockeado con toda esta variación de elementos. Era como una transformación

- Se llama metamorfosis, Danna. Es un cambio experimental amplio, que modifica todo el ambiente

- ¿Metamorfosis? – Empecé a tamborilear con los dedos de la impaciencia

– ¡No entiendo!

- Es lo que llaman alteración de espacio físico. Si tú Júpiter ves la habitación, ¿Qué encuentras?

- Un cuadrado – Comencé a jugar con el cabello. – ¿A qué quieres llegar?

- No seas impaciente. Bien tenemos un cuadrado, que se expande con el transcurso del tiempo. Ello es gracias a las leyes físicas del universo que explican la llamada expansión en la cual el universo se amplía desde una diminuta pieza, pero ello es muy avanzado. Para darte una idea, el mundo vive en una tridimensión, o tercera dimensión, ahora eso no

 

significa que no haya otras dimensiones, como por ejemplo la quinta dimensión. Entonces los espacios de lugar y tiempo se modifican de forma tal que el sitio se amplia.

- ¡¡Eso es imposible!! ¡Oye Gaia!

- ¿Dudas?

- Si, ¿cuándo fue la última vez que viste a tu terapeuta?

- ¿Digamos? Un buen tiempo en años ple..

- ¿Ple?

- ¡Olvídalo! ¡¿Eh?! !Un momento! ¡Señor vacio! ¡No me hagas bromas! ¡Gr!

¡Gr! – Y me da un coscorrón en la cabeza que parecía como una masa de metal que arrastraba todo. -

- ¡Ay! Eso dolió ¿Qué rayos tienes en la mano?

- ¡Deja de llorar debilucho! Apenas te rosé. –En definitiva es como una ampliación. Velo como un Picasso, un cuadro cubista donde hay más lugares en los cuales dirigirse. Si tiene más dudas puedes leer Riemann

- ¿Riemman? Es el alemán que demostró que había más dimensiones

- Bien, por ello me casé contigo

- Prefiero leer a H. Wells o Marcel Proust y la explicación del teseracto de Charles Howard. -

- Haces honor a tu nombre Júpiter.

- Solo leí ciencia ficción de menor. Y el concepto de teseracto, un cuadro análogo de un cubo. Pero ¡LA SOLA IDEA ES ALOCADA! Conjeturas. -

- Posiblemente. ¡Sabes! – Y se incorpora de la silla Gaia caminando erguida hacia la ventana que enfrenta justo el exterior del cielo. –Nicolas Copérnico, con su teoría heliocéntrica, expresó en una época nefasta que los planetas podían girar alrededor del sol, retando a la ley conocida como geocéntrica de Ptolomeo. Esto fue has más de 410 años cristianos - terrestres. Al pobre hombre lo abuchearon, lo golpearon y quemaron en la hoguera. Luego Galileo continúo la lucha, no fue hasta el renacimiento

 

casi 200 años después que se aprobó una conjetura, un sueño, y hoy en día es una de las teorías más influyentes. ¡Si Júpiter, ¡todo es una locura! O un sueño, hasta que la hacemos realidad. –

Al escucharla no pude refutar nada de ello. De hecho cautivaba con su mirada y las palabras. No tuve remedio que rendirme.

- Bueno ya te he explicado con razonamientos lógicos lo que a tu alrededor tienes. Y debes aprovecharlos

- No quisiera pensar que estas metida en algo extraño Gaia

- Al contrario tu mujer se preocupa por tu bienestar, y te he preparado una cena exquisita.

Un olor gratificante se expandía en la cocina.

 

- Huele muy bien.

- Es un estofado que preparamos como receta de la familia Justina.

- Bueno, espero ansioso la llegada.

- No te preocupes – Gaia, fue a la cocina, mientras de forma automática se abría un protector de pantalla en el enorme televisor.

- ¡Wow! – Expresé con el mayor de los asombros posibles. Mis ojos veían algo realmente formidable cuando una iluminación externa se reflejaba por todo el salón del living. - ¿Qué avanzados estamos para éste tipo de tecnología? Gaia, es increíble este fondo que se refleja por toda el cuarto.

Ella llegaba con la comida. Los platos estaban en la mesa con sus cubiertos.

 

- ¡Ah! Es un producto muy básico – Se disculpa ella – Tendría que haber traído algo más fructífero, pero desgraciadamente, no conseguí el que quería

- ¿Hay mejores? - Continué con mis ojos admirando el cielo artificial del espacio

 

- Claro, no seas obsoleto con los elementos de hoy en día – Titubea con su dedo señalando con sapiencia. – El que deseaba es mejor en todos los aspectos con un campo llenos de Jeros. -

- ¿Jeros?

- Si unas flores bellas color verde acuarela. -

- ¡Interesante! - Dije sin prestar atención, y me dispuse a tomar la cuchara, mientras Gaia me servía del plato.

- Te va encantar y está muy jugoso -Sirve una, dos, tres, cuatro cucharadas – Disfruta de nuestra primera cena de casados, y cuenta como cita – Se sonroja ella. –Coloca una copa para mí, y ella como siempre no bebía nada en absoluto.

- Veremos – Exprese con mis manos en las mejillas preparándome para el manjar. Al colocar la cuchara, el humo se expandía como un fugaz sedoso que se direccionaba al techo del cielo nocturno artificial. –

¡Mmm! – Probé el primer sorbo – ¡Es delicioso! – Pronto me serví una copa de vino – Gaia, ¡Cariño! ¿Tú no bebes?

- No, ¡Gracias Júpiter! No soy de beber fluidos insípidos, o sápidos adulterados

- ¡Esplendido! – Fruncí el seño. Gaía siempre sorprende con su vocabulario didáctico. Revolviendo la sopa, en un arrebato se asomó algo muy particular – ¡Extraño! – Comento – Me pareció ver algo en el guido, que no era un pedazo de carne

- ¿En serio? ¿Debe estar encantado con la comida no?

 

Al revolver nuevamente, se dibujo como un rostro entre las menudencias y dos ojos que se asomaron

- ¡¡¡Qué demonios es eso!!! – Grité atónito –¡E!.E¡!.¡¡¡EEHH!!! ¡¡son ojos!! - Y la veo a Gaia que saborea uno y lo mastica como si fuera un dulce

 

- ¡¡¡Hummm!!! ¡¡Humm ¡! ¡¡Una delicia!! ¡Me salieron perfectos! – Se frota las manos luego de comer, y después en el regocijo de la alegría se toca los cachetes sonrojada por su actividad culinaria demagoga

- ¡Son ojos! – Dije

- ¿Delicioso no?

- ¡Son ooojoss!

- Si el producto estaba barato y le da sabor al estofado – Confiesa pensativa. Y luego a titulo de duda con su dedo índice en la mejilla piensa – En verdad con sesos tiene otro sabor. –

- ¡¡¡SON OJOS!!! –

- ¡¡Humm!! – Prueba otro pinchando el tenedor en una retina. – Ya deja de quejarte Júpiter y prueba uno. ¡¡Di Ahh!! –

- ¡No quiero!

- ¡¡Dí!! …¡¡Ahhhhhhh!! – Sonríe con cierto enojo maquiavélico. -

- ¡No! – Me cruce de brazos, mirando al costado.

- ¡DI ¡AHH! – Gaia parecía que se encendía fuego en todo su alrededor. –

- ¡EEHH! Bueno – Abrí la boca y mastiqué sin pensar, y tragué aquello de no sé qué animal sería. –

- Así me gusta – Vuelve a sonreír de una forma temeraria y malévola – Éste animal de dónde vengo es un manjar. –

- ¡Ya veo! – Acaricie mi mandíbula observando hacia otro lado. –

- ¡Termínalo todo!

- No, pero Gaia, no tengo mucho apetito. – Aclaré

- ¡T-E-R-M-I-N-A-L-O –T-O-D-O! –

 

Con esas palabras son suficientes. Cerré los ojos, para que los ojos no me vieran. Valga la redundancia ocular y el fetiche ordinario de Gaia

 

Al terminar de cenar, me dispuse a leer un poco sobre los apuntes de historia antigua. Gaia se ofreció a lavar todos los trastos, aunque me ofrecí, su mirada lasciva era muy escalofriante cuando ella se propone algo.

Al terminar ella, me preguntó que estaba leyendo.

 

- Son apuntes de historia. Las anotaciones de la clase sobre antigua Sumeria.

- ¿Qué interesante? ¡Déjame ver!

 

Al pasarle, se mantuvo distante leyendo. No tardo lo que segundos, para decirme.

- ¡Es todo una mentira!

- ¿Mentira?

- Cualquiera lo podría deducir Danna. –

- Deja de decirme Danna – El amor hacia una mujer puede estirarse con goma de mascar, si estas irritado. -

- ¿Por qué? Es un cariño. -

- Bueno, ¡No lo sabía!

- Te explicaré. Que aquellos hombres calvos y el señor de barba fueron meros individuos que se jactaron de tomar los recursos de otras civilizaciones muy didácticas.

- La antigua sumeria fue la primera civilización declarada. Hay otras como los atlantes, Lemuria, y Mu, aunque son mitos – Comencé mi clase al explicarle a ella. –

- Eres culto amor, pero nada detectivesco. Te daré una pista. La piedra que vez en el dibujo

- Parece un ovalo con una estrella en su interior.

- Bien ¿Descubre qué es?

 

- No me pondré a ver de qué se trata. Debo estudiar las bases del Tigris y Éufrates, no encontrar el arca de la verdad como un arqueólogo aventurero.

- ¡Ja! ¡Ja! Eres muy gracioso ¿Qué te parece, si jugamos a algo divertido? Deja ya de leer esa escasa información. –

- ¿A qué quieres jugar?

- ¡Video juegos!

- ¿Video juegos?

- ¿Danna no juegas a los videos?

- Mmm no. De hecho nunca fui bueno

- ¿Cómo qué no? ¿Cómo que no juegas? Deberías jugar.

- Wow! Resultó ser gamer – Me dije

- ¡¡No soy un gammeer!!

- Uhh perdón. ¿Me escuchaste? – dije extrañado

- Claro que síiii. Hablas cuando piensas.

- Bueno.

- Bueno nada. Debes jugar a los videos juegos. Yo seré tu maestra.

- No, pero, no es necesario

- ¡¡¡Claro que sí!!! No puedo que mi marido sea tan malo en los videos

- Es que de hecho no me interesa

- ¿Cómo? ¡Gr! ¡¡Grr!!– Gruñe

- No.. es que.

- A que has jugado. ¡Vamos!

- Mmm. Jugaba a uno de aviones. ¡Ehh! 1942 guerra mundial.

- Bueno. Un clásico ¿Qué más?

- Al de rescatar a la chica. Uno de pelea. Doble dragón

- Bien. Es otro clásico

- Y la isla de los monos acechadores. Ese fue mi juego y allí lo dejé

- ¿Eh? ¿O sea te quedaste con juegos viejos?

 

- Ya te he dicho que los videos juegos no eran mi fuerte

- Un esposo debe – Y golpea con fuerza la mesa – saber – se retuercen sus dientes – Jugar a – otro golpe – ¡¡¡¡¡Los videos juegos!!!!!

Mi figura se hizo diminuta mientras que la de luna crecía como Godzillaz.

 

- ¿Y si juegas tú? – Le dije con un poco de miedo

- Mmm..No..Quiero contigo – Y allí se sonrojó

- ¡No queda remedio!

- Pero quiero que hagamos algo juntos – titubea

 

No sé por qué pero me convencía su rostro. Bien hagámoslo. Vamos aprender a jugar.

- ¡¡Biennn!! Traeré el equipo.

 

Fue de inmediato al dormitorio. Y de su valija tomó un aparato muy particular. Al traerlo parecía del tamaño de un celular.

- Oye no es que sea curioso, pero ¿Ese es el aparato para jugar?

- Claro

- ¡No lo había visto nunca! Es Play station 5? ¿IBM? ¿Sega?

- ¡Nooo! Esa tecnología es obsoleta. De donde vengo esos aparatos son de museo.

- ¡Ohh! ¡Vamos! – Me dije, tan viejo, o perdido no estoy. -

 

Me alcanzó entonces un cable el cual me colocó con una ventosa en mi mano. Y luego en mi otra mano otra ventosa. Ella hizo lo mismo.

De la pequeña caja se encendió un holograma como pantalla LSD, o Smarth TV que cubría la habitación por completo. Era un campo de batalla aéreo.

- ¡¡¡WOW!!! Debe ser tecnología de Japón. Allí siempre tienen lo último en todo lo referido a informática y juegos

 

- Y ahora querido esposo ¡¡¡Vamos a jugar!!!

 

Lo primero que apareció en esa pantalla fueron imágenes de aviones inmensos. Por un momento creí que se estrellaban en el living

- ¡¡¡Qué demonios!!! – Exclamé con todo mí ser. -

- ¡¡¡Tranquilo amor!!! – Se Trata de realidad virtual. Los controles son tus manos

- ¿¿¿Pero qué hago???

- Debes pilotearlo. Estamos en plena guerra. Apúrate, están disparándote.

- ¡¡vida!! ¡¡Ayudaa!!

- Voy por ti, ¡¡Acelera Júpiter!!– Grita ella y dispara – toda la habitación se transformó en un cielo azul nublado con aviones que iban y venían.

- ¡¡Ayuda Luna!! Me dieron.

- Usa el para caídas.

- ¡¡No funciona!! ¡Noo! Estoy cayendo. ¡¡Auxilio!!

- ¡¡Amor…. Noo!!

 

Toda la habitación hizo como una explosión. Algo que me asustó y me lancé hacia atrás golpeándome con la pata de madera de la mesa.

- Danna ¿Estás bien?

- Mmm creo que sí ¿Vida?

- Dime – me mira con preocupación

- ¿No tiene algo más simple? No sé alguno de aventuras, ¿tipo tetris de bloques?

- No creo que quieras ser devorado por dragones o aplastado por una barra.

- No déjalo mejor

- Pero es muy divertido

- Si claro. Si no te matan – confesé irónicamente

 

- ¡¡¡Volvamos a jugar!!!

- ¡¡Olvídalo!!

- VAMOS A JUGAAARR!!!

- ¡Eh! Bueno

 

Continuamos hasta que Gaia comenzó a sentir sueño. Por fortuna para mí alivio.

- ¿Creo que es hora de ir a dormir no crees?

- ¡Sí!, me parece perfecto – Le comente. Ahora viene la duda ¿Camas separadas? Dos personas casadas.

- ¡Sé lo que estas pensando, y la respuesta es no!

- ¡Ey!

- ¡No seas pervertido!

- No dije nada. –

- Lo pensaste. Tu rostro asusta cuando miras a una mujer. Parece que las desnudas con solo mirar en un plano directo.

- Bueno, perdón por ser hombre y estar casado. –

- Ya te he dicho, todo en tiempo y espacio.

- La astronomía no juega en la relación de parejas.

- Claro que si, buenas noches – Y se retiró a la habitación a ponerse un pijama – ¿No entres, está claro?

- ¿Eh? ¡Entendí! ¿Qué tiene esta mujer? Con su actitud defensiva –

 

 

Al terminar de cambiarse de atuendo, me dio el aviso de que podía entrar. Fui al baño a darme una ducha previamente y luego me coloqué la pijama allí. Al ingresar en la habitación sus ronquidos parecían los de un paquidermo.

- ¡Uff! Será una noche larga – Expresé – Y me fui a mi sector de la cama. La habitación también estaba un plano de quinta dimensión, y era tan

 

grande como la había conocido. No podía conciliar sueño. Entonces Gaia dejo de roncar, y empezó hablar dormida en un lenguaje que no podía entender.

- ¿Sera otro idioma? Debe ser de alguna parte de esos países pequeños, o desconocidos del mapa celeste. No quise prestar atención a lo debido, luego se mantuvo en silencio y mis ojos se cerraban. Oía del lado de afuera del departamento unos llantos de una mujer. Como la habitación tenía una ventana que direccionaba al pasillo pude ver la sombra de alguien que iba a uno de los departamentos. Era la chica que vi la otra vez. Luna. Estaba triste. Ella desapareció entre la noche. Gaia mientras recitó unas palabras más y solo veía en los sonidos su respiración. Una bella respiración, y me fui desvaneciendo.

A la claridad de la noche la luna reflejaba la ventana con una luz amarillenta que apuntaba a Gaia y Júpiter. Esa luz brillaba tanto como los mensajes del tablero.


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