Capítulo 3: Tengo cuatro condiciones

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—Escucha, muchacho, iré directo al grano. Necesito a alguien que pueda heredar mis poderes, y tú eres el candidato perfecto —dijo Dylan con voz seria.

—¿Por qué le pasarías tu poder alguien de la raza humana a quien consideras un enemigo? —preguntó Rio con perplejidad.

—Porque solo puede ser heredado por alguien que nació sin talentos innatos. Investigamos algunos prisioneros humanos que fueron teletransportados aquí. Nos dijeron que el 60% de los niños humanos nacen sin talentos innatos. De ese 60%, la mayoría ni siquiera recibe su reloj AI ya que quieren seguir una carrera diferente. Los humanos restantes que eligen venir a esta tierra tienen muchos otros refugios a los que pueden ser enviados. Raramente capturamos a un prisionero humano, y uno que sea de su edad sin ningún talento innato. Eres afortunado de ser el primero. Así que eso resuelve mi problema. Entonces, ¿heredarás mis poderes? —explicó Dylan.

—Esto no puede ser una coincidencia; la profecía decía que el niño tendría el color de cabello igual al tono del amor, la sangre y la muerte. No puedo creer que sus palabras se hayan hecho realidad —pensó para sí con un brillo misterioso en sus ojos.

Dylan estaba pensando en la profecía que se había cumplido. No quería revelarla tan pronto, cuando el Emperador ni siquiera creía en tales cosas. Pero se lo había dicho su viejo, y él solo deseaba el bienestar de su hija, así que Dylan no tenía otra opción.

—¿No crees que después de pasarme el poder, lo usaré en tu contra y en contra de tu hija? —preguntó con un brillo inquisidor en sus ojos.

—¿Me estás provocando a propósito? —Lia habló con intención asesina. La temperatura de la habitación bajó.

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—¿Es él realmente la persona de la que habló el abuelo? Necesito probarlo primero; si me odia después de que lo intimide —pensó para sí—. Si él es el elegido, entonces necesitaré tiempo para aceptarlo en mi corazón.

—Cuando te pase los poderes, también te haré casarte con mi hija, y el matrimonio incluye que estés ligado a un juramento. No te permitirá ir en contra de ambos, y si lo haces, tu cuerpo y alma se desintegrarán en la nada —dijo Dylan al chico de cabello carmesí.

El emperador explicó dulcemente, como si le estuviera diciendo a su futuro yerno cuánto lo amaba.

Rio tragó nerviosamente y se sentó en el suelo.

—¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de morir, o tienes miedo de convertirte en un traidor de la raza humana? —preguntó Lia divertida.

—No... no eso —negó Rio con la cabeza mientras aún parecía aturdido.

—Entonces, ¿qué es? —preguntó Dylan esta vez, ya que también estaba desconcertado.

—No puedo creer que me vaya a casar con la chica más hermosa de la época actual —respondió Rio mientras aún estaba perdido en sus pensamientos.

—Estúpido… —dijo Lia en un tono coqueto mientras su corazón se aceleraba al escuchar que alguien la elogiaba en su cara.

La gente la temía tanto que nadie se atrevía a hablar abiertamente, ya que su vida era valiosa. No querían arriesgar su vida hablando mal y avivando la ira del Emperador de los Asuras.

—No pareces estar feliz solo porque te casarás con una chica bonita después de tu discurso heroico sobre la humanidad y el bien o el mal. ¿Cuál es tu razón detrás de ello? —Dylan preguntó con ojos curiosos, tratando de averiguar que este chico no era tan simple.

—Anoche, el padre de una chica me rechazó, diciendo que no tengo talentos innatos y que no soy digno de ella —Rio sonrió mientras hablaba cada palabra.

Una realización golpeó a ambos, padre e hija. Miraron al chico en el suelo.

—Eso explica por qué estabas aturdido. Pero, ¿aceptas heredar mis poderes? —Dylan le habló para sondear si aceptaría sin fuerza o no.

—Tengo cuatro condiciones —habló Rio como si hubiera pensado en esas condiciones hace tiempo, pero las había creado en el momento.

—¿Estás tan cansado de vivir que nos pides que aceptemos tus condiciones? ¿Quién te crees que eres? —Lia lo miró fijamente y murmuró para sí—. Me siento mal por hablarle de manera grosera, pero quiero verlo estallar en ira.

—Creo que soy tu futuro esposo —rió soltó una risita.

—Tú… —La cara de Lia se puso roja como un tomate; pensó —¿Es él realmente el elegido?

—Está bien, dime cuáles son tus condiciones. Mientras sean lo suficientemente justas, las cumpliré —Dylan accedió con una sonrisa agridulce.

—La primera condición es que no mataré a un humano sin una razón justa —Rio habló sobre su primera condición, y sabía que tendrían un problema con esto.

—¿Aún no has ido a la escuela militar, chico? —preguntó Dylan con perplejidad.

—¿Cómo sabes? —Rio preguntó mientras fruncía el ceño sorprendido.

—Tu falta de conocimiento lo explica. Cuando los científicos humanos configuraron su portal, lo enlazaron con esos dispositivos en tu muñeca que llamas reloj AI. Cada vez que una persona está a punto de morir en esta Tierra, el mecanismo de seguridad se activa automáticamente y sus cuerpos son teletransportados fuera de aquí, y no pueden entrar a nuestro mundo por un mes a tres meses, dependiendo del daño que hayan sufrido. Los humanos configuraron este mecanismo de seguridad para que sus guerreros fuertes no se conviertan en comida de bestias —Dylan explicó como si fuera su tema favorito de investigación sobre la forma de vida humana. Interrogaría a los esclavos acerca de la humanidad y su forma de vida.

Los ojos de Rio se abrieron de par en par al escuchar esta información, pero aún tenía una duda. Preguntó —¿Y si el AI no se activa y se rompe? ¿Los humanos realmente no mueren aquí?

—Hay circunstancias en las que los humanos no pueden evitar morir, como una bestia gigante tragándolos y un golpe poderoso y repentino que mataría a un humano al instante sin dar tiempo suficiente al reloj AI para activarse. Ya que no quieres quitar la vida de un humano injustamente por una buena razón, te dejaré decidir cómo tratar con ellos. Solo ahuyéntalos. Porque necesitaré que protejas nuestras tierras contra ellos. Atacan a las bestias y hadas que están bajo nuestra protección. A diferencia de los humanos, estas bestias no tienen un mecanismo de seguridad para escapar. Dejan caer su habilidad, que la raza humana desea, y desaparecen de esta tierra para siempre —Dylan dijo con voz afligida.

—Si lo que dices es verdad, entonces te ayudaré a protegerlos y haré lo que pueda para enviar a los humanos de vuelta a la Tierra —dijo Rio con algo de duda.

—Está bien... ¿cuáles son tus otras condiciones? —Dylan miró a este joven con interés, que iba a andar un camino en contra de la raza humana mientras pensaba también en su seguridad.

—Eliminaré a cualquiera o cualquier cosa que intente faltarme el respeto o hacer daño a los que me son queridos. No discriminaré en base a raza o género. Esto también incluye a los Asuras —dijo Rio con un destello frío en sus ojos.

—Eso es natural. Si alguien intenta faltarle el respeto al esposo de la emperatriz Asura, merecen la muerte. Entiendo. Dime tus otras dos condiciones para poder avanzar —dijo Dylan, impaciente por apresurarlo.

—Mi tercera condición es que nadie restringirá mi libertad, y por último, no permitiré que ella se case con otro hombre además de mí. Ella debe serme leal —Rio declaró, mientras un escalofrío le recorría la espina dorsal, sintiendo una intención asesina dirigida hacia él.

Lia lo miraba con una mirada fría en sus ojos, lo que ejercía mucha presión sobre él. Pero tenía que poner su condición sin importar qué.

—Tu tercera condición es aceptable, pero Lia puede restringir tu libertad si te necesita. En cuanto a la cuarta, es obvio. El juramento matrimonial les pondrá a ambos en un vínculo que ninguno de los dos puede romper. Necesitarán el permiso del otro para casarse con alguien más —dijo Dylan, lanzando una mirada a su hija cuyo rostro se estaba poniendo rojo como un tomate por su conversación.

Continuó —Ya que todas tus condiciones han sido acordadas, iniciemos el matrimonio. Tomen las manos del otro.

Rio extendió su mano derecha hacia Lia, quien lo estaba ignorando como si fuera aire después de escuchar las palabras de su padre.

Dylan hizo un gesto con los ojos para que ella le diera la mano, ya que vio que estaba reticente.

Ella movió lentamente su mano y la colocó en su mano cálida.

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[Nota de Nieve]

—No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante; solo puedes conectarlos mirando hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna manera en tu futuro —Steve Jobs.

Cada cosa tendrá sentido conforme leas. Podrías llamarlo basura o una obra maestra. Depende de lo lejos que leas.

La historia mejora después de 50 capítulos; hasta entonces, es solo una explicación del mundo y varios elementos a través de las indagaciones de Rio, ya que es nuevo en él. Esto puede ser bastante molesto, así que espero que se queden hasta entonces.

La razón por la que actúa de manera ingenua se responde en los capítulos 74-77, que contienen uno de los mayores giros de trama de la historia. Después de eso, ocurre el desarrollo de su personaje, y cambia completamente.

La mejor chica entra alrededor del capítulo 100.

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