—Tenemos que buscar un lugar peculiar y encontrar la bestia especial —dijo Nyla, ya que no conocían el lugar exacto para encontrar su objetivo.
La belleza de cabello magenta y Rio caminaban uno al lado del otro, buscando cualquier pista que los ayudara a encontrar la bestia especial.
Sus pasos aplastaban la suave arena bajo sus pies, dejando las marcas de sus zapatos atrás y la fresca brisa del océano les acariciaba las mejillas.
Mientras viajaban, pronto se encontraron con marcas en el suelo similares a tuberías enormes, como si alguien arrastrara algo pesado sobre la arena.
Era de un metro de ancho y la longitud no era definida ya que seguía en una cierta dirección.
—¿Qué podría ser?
Rio se detuvo por un momento, agachándose para examinar el lugar.
—Mira el tamaño de estas marcas, esta bestia parece ser algo parecido a una Pitón —murmuró.