Capítulo 9: Un nuevo paradigma
Durante varios días me mantuve desanimada, no quería ver a esa mujer que se supone es mi madre. Balam solo lo comentó una vez y también me dijo que, si quiero verla o saber de ella es decisión mía, él me proporcionará la información que yo pida, pero honestamente no tengo ganas.
En un principio rechace la oferta porque pensé que él se desharía de mí cuando la viéramos, paso por mi cabeza ese escenario donde llegamos con ella y me dice que ahora me debo quedar a su lado porque es mi madre...
No paso de esa manera, a fin de cuentas, de hecho, él no comentó nada en todo este tiempo, incluso parece que está desanimado también.
Anoche lo vi sentado en la sala revisando un antiguo álbum de fotos. Cuando me vio solo sonrío y me contó algunas historias de cuando tenía mi edad. Historias que me dieron algo de nostalgia, como si yo hubiera estado en aquellos días a su lado.
"Yo siempre fui raro, incluso podría decir que no nací para encajar en este mundo, todo lo que hacía terminaba en fracaso y decepción, pero en aquellos días me esforzaba en sonreír incluso aunque estuviera llorando por dentro, pero la vida cambia, evoluciona constantemente, las personas también, yo lo hice y en su momento tú lo harás..."
Sus palabras finales resonaron en mi cabeza.
Estaba muy agotada y era tarde cuando lo encontré, así que terminé dormitando en su regazo como niña chiquita, sus manos gruesas y ásperas, acariciaban mis mejillas con ternura mientras tarareaba una canción que nunca escuché.
Tal vez era una canción de cuna, no lo sé, pero fue cómodo y muy tranquilo, ya estaba acostumbrada a esos pequeños momentos entre nosotros, al principio él se veía incomodo cuando yo me acercaba mucho pero como no tenía ninguna pizca de intención de seducirlo al poco rato cedía y me mimaba.
Aunque siendo franca, creo que me trataba más como a un gato. Siempre que terminamos así acaricia mi cabello y después deslizaba su mano por toda mi espalda en un movimiento similar a como lo harías con una mascota.
Una vez la Abuela Shivis, me dijo que él solo se sentía a gusto con los animales, así que tengo la ligera sensación de que la razón por la que acepta que yo esté tan cerca de él es porque me considera una mascota.
Es lo mejor, bueno eso quiero creer, me gusta cuando es tan atento conmigo, si hago cuentas ya casi tengo un año viviendo en bajo su techo, los primeros días apenas me dirigía la palabra, pero ahora cuando nos quedamos platicando hasta tarde, me suele llevar cargando de princesa hasta mi habitación, me acuesta y se queda sentado en la orilla de mi cama mientras ve por la ventana el cielo estrellado, hasta que me hago bolita entre las cobijas y me empiezo a dormir.
A veces tararea canciones en un tono de balada que me hace pensar que tal vez fue cantante en otra vida. Aunque cuando le pregunte que, si le gustaba cantar, solo se rio fuerte y dijo que aprendió hace años dentro de una celda confinada en lo más profundo de la prisión donde solo veía por una rendija de acero, la copa de un árbol; después de no tener nada durante semanas terminó silbado a los pájaros.
Mucho años después mientras tomaba un descanso de su rutina descubrió que podía afinar con el canto de los gorriones del parque donde solía tomar todas las tardes. Así que practicaba algunas canciones de su juventud.
A veces por las noches le pido un beso en la frente de buenas noches, pero siempre dice que no, que estoy muy grande para eso.
Me gustaría poder decirle que si estoy muy grande entonces en los labios si se podría, pero no sé cómo va a reaccionar incluso con una broma así.
No puedo negarlo, en algún punto termine con sentimientos por él, es cierto que podría no ser el mejor partido; pero cuando dejas de lado como actúa o como se ve, se convierte en un amor.
A veces cuando andamos en la calle, suele comprarme gardenias y adorna mi cabello con ellas en forma de una corona.
"A tu edad deberías mostrar más esa belleza, no importa que tan cruel te parezca el mundo, mientras tu sonrisa esté siempre presente, será tu mundo el que podrá cambiar"
Me encanta como dice cosas bonitas de la nada, agarró algo de confianza conmigo así que no me quejo, al contrario, quiero que me diga cosas así todo el tiempo.
Estos días, estando ambos con los ánimos por el suelo, no me gusta.
Hoy por la mañana decidí que esto no puede seguir así, quiero volver a nuestro ritmo normal, sé que esto fue a partir de que él revelará que tiene información de mi madre, entonces tal vez si enfrento la realidad, todo volverá a ser como era.
—Eve... ¿Estás segura de eso? No pareces muy convencida. —Cuando pregunte en realidad él era quien no sonaba convencido.
—Sí, pero... Solo responde una pregunta antes de ir... ¿Desde cuándo lo sabías? —
Eso me quemaba desde el principio, jamás se lo pedí, pero él ya lo sabía.
—Hace seis meses... Le pedí ayuda a... Un conocido, pero al verte tan feliz aquí dude en saber si era correcto decirte, total dices que tus padres te abandonaron y cuando lo dices se nota un poco de desprecio en tus palabras... Por un momento pensé que era lo mejor, pero al verte tan desanimada hace unos días... Volví a dudar de mis propias acciones, supuse que tal vez era momento de que tomaras una decisión sobre qué quieres hacer de tu vida...—
— ¡Quiero quedarme contigo! —Está bien lo dije, no era el momento adecuado, pero lo hice, me vale que lo haya ocultado, él tiene razón desprecio a mis padres por lo que hicieron, pero lo más importante... Él tiene miedo de que me valla...
No conozco sus sentimientos por mi o como me ve o que puedo ofrecer a su vida... Pero no quiere que me valla, para mí eso es más que suficiente...Espera...
¡TONTA!
Se lo gritaste y todavía está con la boca abierta, se quedó en shock...
—...Esta bien, parece ser que tienes una idea de que quieres hacer... Aunque... Sabes antes de tomar esa decisión... No sé si en realidad después de ir a ver a tu madre sigas diciendo lo mismo...—
—Por favor no te deshagas de mí dejándome en su casa... Si sientes que no soy lo suficientemente útil en tu vida dime que hacer y obedeceré sin dudar, haré absolutamente todo lo que me pidas... Pero no me dejes con ella...—
Creo que estoy a punto de llorar.
No quiero un mundo donde estoy sin él, eso ya lo viví y fue un mundo horrible, donde temía por todo y agachaba la mirada al primer acoso, donde ni siquiera podía dormir tranquila o disfrutar mi comida... Ya no quiero eso...
—Tranquila, no te dejaré, pero es bueno que conozcas sus razones, tal vez no es tan mala como crees...—Al final ya no dijo más.
Aquella tarde estaba en mi habitación viendo por la ventana como entrenaba, creo que está más nervioso que yo por ir a ver a esa mujer.
Al menos comprobé que siente algo por mí, no sé si sea reciproco, pero tiene miedo de perderme. No tengo ganas de ir mañana... Si mañana, mientras más rápido mejor.
Hoy por la tarde, está practicando sus catas de judo usando un costal, es curioso, hace poses peleando con el aire y después las replica usando el costal, por lo que tengo entendido de lo que me explico es que el judo, es básicamente derribar al oponente usando un solo movimiento conjunto de brazos y piernas, suena sencillo, pero verlo entrenar me da flojera... Está haciendo mucho ejercicio con un costal de 140 kilos... No tengo idea de si eso es humanamente posible y sin embargo lo veo con mis propios ojos.
En serio está más nervioso que yo, sabía que era fuerte, pero esto ya está en otro nivel...
Por otro lado, ver esos músculos tan bien definidos, sin tanto volumen y muy bien marcados... No he visto ni en películas a jóvenes con ese físico, tal vez sea porque he empezado a quererlo y lo empiezo a ver con ojos de amor... pero verlo entrenar me pone un poco caliente.
Sí, esas fantasías han aumentado constantemente. Es culpa suya por hacer ejercicio solo usando un short.
Cuando eso pasa solo me meto a bañar con agua fría, pero al salir, me acuesto boca arriba y me imagino que es a mí a quien usa como ese costal y me avienta a la cama.
Se pone sobre mí con esos enormes brazos llenos de gruesas venas y acaricia todo mi cuerpo, hasta sujetarme sin dejar espacio para que me pueda mover, mientras acerca sus labios a mi cuello y baja despacio hasta mis piernas...
Aquella noche me fui a dormir más tranquila, no importa lo que pase, mientras esté con él.
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