De repente, la cara de Jeslyn se volvió malvada y articuló: —No eres... suficiente buena.
Se levantó y se giró para mirar a su madrastra, que aún estaba atónita por cualquier motivo.
—Mi hijo... —hizo una pausa para asegurarse de que su madrastra estaba digiriendo sus palabras—. No necesita 'compañeros de juego'. Aunque los necesitara, tu fea y asquerosa hija no tiene ninguna posibilidad. —Con eso, soltó una burla y les lanzó una mirada desagradable a ella y al niño.
—¡Cómo te atreves! —La Señora Chen no pudo soportar más la falta de respeto—. ¿Acaso no sabes quién soy? Deberías preguntarle a tu inútil esposo o a cualquier basura que te haya dado a luz, ¡quién es la familia Chen! Te atreviste a insultar a mi hija solo porque quería hacerte un favor, desvergonzada–