La próxima semana no habrá capítulos porque tendré que estar fuera de mi ciudad por el funeral de una de mis tías. Lamento los inconvenientes.
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Dos días habían pasado desde que Kurama había llegado a la época del presente junto a Kagome, tiempo que él había usado para poder adaptarse y aprender muchas cosas, o mejor dicho, a recordar muchas cosas que había olvidado luego de vivir tanto tiempo en las Naciones Elementales.
"Bueno, al menos ya no está tan interesado en los [AV (Videos para Adultos)]..." - murmuró Kagome mientras miraba por la ventana. Ella en estos momentos estaba en la sala de clases de su escuela, ignorando por completo al profesor porque su mente estaba en otros asuntos.
"Oye, Kagome, ¿Estás bien?" - preguntó una chica de cabello negro ondulado.
"¿Eh? ¿Qué sucede, Ayumi?" - preguntó Kagome mientras miraba a su amiga.
"Te he notado distraída" - respondió Ayumi mientras miraba a su amiga.
"Sí, yo también lo noté, de hecho, ya no estás mirando tanto a Hojo-kun" - dijo una chica de cabello negro corto.
Kagome se avergonzó cuando escuchó esto, aunque luego de pasar algo de tiempo con Kurama y ver lo apuesto que él era, ella se sentía un poco confundida. No, ella no amaba al hombre de cabello plateado, aunque no podía decir que no se sintiera atraída, él tenía un aura especial que hacía que todo su interior se calentara al mirarlo por un tiempo, como si sus instintos le dijeran que no se alejara de él.
"También lo noté, normalmente estarías mirándolo durante toda la clase con una expresión embobada" - agregó otra chica, solo que ella tenía le cabello castaño oscuro.
"Dejen de molestarla, Eri, Yuka" - dijo Ayumi con el ceño fruncido - "Es obvio que algo le pasó a Kagome"
Las chicas empezaron a discutir entre ellas, sin notar como el profesor les estaba lanzando una mirada molesta al notar como las cuatro chicas se habían reunido.
"¿Mi clase es aburrida, señorita Higurashi y compañía?" - preguntó el profesor.
"De hecho" - respondió Kagome inconscientemente, aunque su expresión cambió a una de terror al escuchar lo que había dicho.
Una creciente furia explotó en el interior del profesor mientras les pedía que saliera de la sala luego de escuchar como los demás estudiantes se reían de la respuesta de la sacerdotisa en entrenamiento.
* * * * *
"Gracias por meterme en problemas, chicas" - dijo Kagome con sarcasmo.
"No nos culpes por tus errores, fuiste tú la que le dijo eso a Kirishima sensei" - respondió Yuka mientras le giraba los ojos.
"Aunque tienes que admitir que valió la pena" - dijo Eri mientras las cuatro reían ligeramente.
"¿Y bien? ¿Qué es lo que sucede?" - preguntó Ayumi mientras miraba a su mejor amiga.
"Sí, dinos qué es lo que te molesta, Kagome" - dijo Yuka mientras Eri asentía.
Kagome se quedó en silencio unos segundos antes de explicar la situación general de sus sentimientos, aunque obviamente dejando los detalles sobrenaturales fuera de la conversación.
Las chicas miraron con sorpresa a la sacerdotisa en entrenamiento porque no se esperaron que a su amiga le gustaran los hombres mayores.
"¿Es en serio?" - preguntó Yuka con escepticismo porque sentía que había algo raro en las palabras de su amiga.
"Sí" - murmuró Kagome con el rostro rojo.
"Kagome, no sé qué decir" - dijo Ayumi mientras miraba a su amiga.
"¿Tienes una foto?" - preguntó Eri mientras se ganaba la mirada de sus amigas - "¿Qué? Al menos podremos comprender como se siente Kagome si nos ponemos en sus zapatos"
Yuka y Ayumi se miraron entre ellas antes de asentir porque las palabras de Eri tenían sentido, además, ellas tenían curiosidad por saber más sobre este hombre que estaba confundiendo a su amiga.
Kagome se quedó en silencio unos segundos antes de sacar su celular y mostrarles una foto que había guardado.
Las chicas miraron la pequeña pantalla con curiosidad, solo para sonrojarse al ver al apuesto hombre de cabello plateado, el cual no parecía tener más de 25 años.
"Wow" - murmuró Eri con corazones en los ojos.
"Puedo entender cómo te sientes, Kagome" - murmuró Yuka mientras sonreía con incomodidad.
"Él es más apuesto que muchos modelos" - agregó Ayumi mientras miraban a Kagome con celos porque ella había sido la primera en conocer a tan apuesto hombre.
"De alguna forma me siento un poco mal por Hojo-kun" - dijo Eri mientras las demás asentían.
Kagome estaba un poco incómoda con la situación así que rápidamente guardó su celular.
"Oh, vamos, al menos envíanos la foto" - dijo Yuka mientras se ganaba una mirada pasiva de Kagome - "¿Qué? Somos amigas, ¿No?"
Kagome se negó a responder ante esto mientras fruncía el ceño al ver lo molestas que estaban reaccionando sus amigas luego de ver la foto de Kurama.
* * * * *
"¿Cómo has estado durante estos últimos dos días, Kurama-san?" - preguntó Kimi mientras miraba a su invitado.
"Esta época es interesante y tiene muchas cosas divertidas" - respondió Kurama con una sonrisa mientras le agradecía a la madre de Kagome por el té que le había preparado - "Delicioso"
"Oh, no es nada, y es bueno escuchar que estás disfrutando de tu estadía en nuestra época" - sonrió Kimi mientras veía como el abuelo Higurashi entraba a la habitación y le daba una mirada extraña al invitado.
"¿Sucede algo?" - preguntó Kurama mientras levantaba una ceja.
"De hecho, hay algo que me gustaría preguntarte" - respondió el abuelo Higurashi mientras miraba a Kurama - "Es respecto a mi trabajo como monje de este templo"
"Oh, claro" - asintió Kurama mientras tomaba la tasa de té y le agradecía nuevamente a Kimi por habérselo preparado antes de caminar junto al anciano.
Kimi le dio una mirada aunque rápidamente volvió a los quehaceres del hogar, después de todo, ella tenía mucho trabajo que hacer, y aunque Kurama se había ofrecido a ayudarla, ella todavía no estaba muy cómoda con la idea de que un hombre desconocido tocara algunas cuantas cosas personales.
* * * * *
"¿Qué sucede?" - preguntó Kurama mientras él y el anciano llegaban a una habitación oscura llena de pergaminos y escritos antiguos.
"Me gustaría que me confirmaras algunas cosas y respondieras algunas de mis dudas" - respondió el anciano mientras tomaba un pergamino y se lo mostraba con cuidado.
Kurama levantó una ceja antes de sorprenderse al ver sobre cómo de un día para otro, una nueva aldea apareció cerca de la capital de la antigüedad, una próspera aldea cuya gente parecía aceptar a todos los que entraran con buenas intenciones, sea humano, Yokai y Hanyo.
El hombre de cabello plateado quedó maravillado con esta información mientras una enorme sonrisa aparecía en sus labios al ver una imagen bastante rústica de él mismo.
"¿Este eres tú?" - preguntó el anciano con curiosidad.
"Posiblemente" - respondió Kurama mientras asentía - "Le prometí a mi hija y a ese chico Hanyo que crearía un lugar para que nadie pudiera rechazarlos, un lugar que aceptara a todos sin importar su origen, siempre y cuando respetaran mis reglas"
El anciano asintió cuando escuchó esto antes de mirar al hombre de cabello plateado con una pequeña sonrisa - "Puede que no lo sepas, pero esta información se perdió en el tiempo, y la única prueba que queda de la existencia de esa ciudad, es estos pergaminos que están bajo mi poder"
"?" - Kurama miró al anciano con sorpresa antes de fruncir el ceño - "¿En serio?"
"Sí, si quieres te puedo contar algunas cosas sobre mi familia" - dijo el anciano Higurashi mientras miraba al hombre de cabello plateado - "Oh, y antes de entrar al tema, quiero decirte que no, no soy tu descendiente"
Kurama no respondió, él solo levantó una ceja mientras esperaba que el anciano hablara.
"La verdad es que soy descendiente de uno de los habitantes de esa ciudad, mi ancestro era una chica común que tuvo la suerte de trabajar para la señorita Izumi, o al menos eso es lo que decía su biografía" - continuó el anciano mientras miraba a Kurama en búsqueda de respuesta.
"¿Dijiste Izumi?" - preguntó Kurama mientras abría los ojos, sorprendido de escuchar esto.
"Sí, ¿La conoces?" - preguntó el anciano mientras levantaba una ceja.
"Imposible no conocerla, cuando ella es mi hija" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza.
El anciano se sorprendió al escuchar esto, después de todo, él pensó que Izumi era una de las consortes de Kurama, aunque ahora descubría que ese no era el caso.
"En fin, mi ancestro era una de las cuidadoras de Izumi-sama, y fue gracias a su amabilidad que ella logró despertar el don para poder convertirse en una sacerdotisa" - continuó el anciano mientras pensaba un poco las cosas.
"Espera, tengo una pregunta" - dijo Kurama mientras fruncía el ceño - "¿Cómo es posible que la ciudad fuera destruida?"
"En los escritos antiguos no dice nada sobre el tema, solo que un día, el protector junto a su familia desapareció sin dejar rastro, como si el mundo se los hubiera tragado, fue en ese momento en que los enemigos del protector decidieron atacar y arrasar con la ciudad" - respondió el anciano con el ceño fruncido - "Mi ancestro escapó junto a su familia porque al ser una de las cuidadoras de Izumi-sama, ella era un blanco del ataque"
Kurama frunció el ceño cuando escuchó esto mientras se ponía a pensar un poco sobre la situación general de su desaparición, después de todo, él estaba seguro de que él no dejaría a la ciudad que había creado sin una forma de protección - "¿A caso habrá un espía entre los altos mandos?"
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[Origen] Cap 692 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(26) <--- Disponible en Pa treon.