El corazón de Raquel latía con fuerza mientras miraba a la mujer en la silla de ruedas, los recuerdos de aquella noche tormentosa regresaron a ella. No podía creer que la mujer, que le había confiado a su bebé todos esos años atrás, apareciera frente a ella de esta manera. El miedo y la confusión nublaban su mente mientras se preguntaba qué pasaría si la mujer la reconocía y le pedía que le devolviera a su hija.
Raquel temblaba una y otra vez.
—¿Cómo podría devolverle a la niña que había criado con su sudor y sangre?
Raquel pensó que nunca volvería a ver a esta mujer en su vida después de veinte años.
Estaba tan equivocada.
La mujer apareció frente a ella y la miraba fijamente con sus grandes y enormes ojos.
El miedo creció dentro de ella.
En el pasado, Raquel había intentado tener un bebé pero no pudo concebir. Se sintió abrumada por la emoción maternal cuando sostuvo a Abigail en sus brazos por primera vez.