Al día siguiente…
En el Prestige Concierge…
Abigail estaba estudiando un archivo cuando su teléfono vibró, interrumpiendo su concentración. Miró el teléfono y vio el nombre de Gloria en la pantalla. Su corazón latió rápidamente por la preocupación al temer por qué su suegra la estaba llamando.
Aclaró su garganta y contestó el teléfono.
—Buenas tardes, mamá —se forzó a sonreír, tratando de sonar normal—. ¡Qué agradable sorpresa! ¿Cómo van las cosas?
—Estamos muy bien, querida —Gloria parecía extasiada, como si estuviera muy emocionada de hablar con ella.
Abigail se sorprendió y no tenía idea de qué estaba pasando.
—Te llamé para invitarte a cenar en la mansión —dijo Gloria—. Adrian había ido a la oficina e informaría a Chris. Tenemos mucha planificación que hacer para la fiesta del siguiente fin de semana. Simplemente queríamos hablar con ustedes dos sobre algo.