"A medida que avanzaba el día, la ausencia de noticias sobre Lance pesaba mucho en el corazón de Abigail, intensificando su ansiedad. Cuando Michael se acercó para entregarle la desalentadora noticia de que no podía contactar a Lance, un nudo se formó en su estómago.
—No sé dónde ha ido —confesó Michael—, su voz teñida de preocupación. —Simplemente ha desaparecido.
La preocupación de Abigail se profundizó, y su mente comenzó a dar vueltas con pensamientos inquietantes. No podía deshacerse de la idea de que los enemigos de su padre podrían haber orquestado la repentina desaparición de Lance.
Preocupada, comunicó sus temores a Michael, instándolo a informar a su padre de la situación.
—Quizá el enemigo le haya hecho daño. Debes informar a papá —suplicó, su rostro teñido de desesperación.
La expresión de Michael se volvió sombría mientras contemplaba la situación. Tras un momento de profunda reflexión, respondió con escepticismo:
—No creo que sea obra del enemigo.