Ji Ning tomó las cosas con calma. Comenzó a desafiar a los otros cultivadores en el cuarto nivel. Por precaución, no desafió a nadie que hubiera llegado al quinto estrato en el pasado. El plan de Ning era esperar hasta que él mismo llegara a dicho estrato antes de desafiarlos.
En el Reino Brillante un solo error podría dar lugar a una cascada de consecuencias. Había muchos cultivadores terriblemente fuertes en los Territorios sin Fin que habían fallecido a mitad de camino en sus viajes. Si se confiaba demasiado probablemente terminaría como ellos.
Cada oponente en el cuarto estrato era increíblemente fuerte, al menos tan fuerte como un Dios Mundial trascendente. Todos tenían sus propias habilidades especiales así que Ning pasaba un tiempo después de cada batalla meditando sobre sus experiencias.