La Bestia Insecto ya se había detenido, lo cual incomodó bastante a Ning. Aunque la mayoría de los Bestias Insecto eran bastante tontas, los de nivel Mundial eran poderosos y bastante inteligentes. Como esta sabía que Ning tenía una forma de rastrearlo, si se había detenido era porque que había encontrado un lugar en el que se sentía muy segura.
Whoosh. Whoosh.
Ning y Su Youji atravesaron un pico de montaña tras otro envueltos por la niebla y de vez en cuando pasaban por bosques o profundos desfiladeros. Avanzaban con gran precaución así que les tomó casi una hora llegar a su destino. La Bestia Insecto se había detenido, así que no importaba demasiado si se movían un poco más lento que antes.
—Debería estar un poco más adelante —envió Ning mentalmente a Su Youji—. Tratemos de tomarlo con calma.