La Ciudad de las Diez Mil Espadas, bajo la nieve, se mantenía tan animada como siempre. La ciudad se había convertido en el centro de toda la región de Montaña Golondrina. ¡Era bastante bulliciosa! ¿En cuanto al rencor entre el clan Flamajoven y el clan Ji? Los mercaderes y vendedores ambulantes que iban y venían de las ciudades de mando de Montaña Golondrina eran todos mortales ordinarios. Los cultivadores Inmortales puestos por el clan Flamajoven no estaban dispuestos a masacrar a demasiados mortales, ya que eso les acumularía demasiado pecado.
Dentro de un callejón particular en la Ciudad de las Diez Mil Espadas, el espacio se onduló y luego apareció Ji Ning. Aunque había algunos mortales comunes en el callejón, no parecían notar la presencia de Ning en absoluto.
—Estos trucos menores de invisibilidad siguen siendo útiles contra los mortales—dijo Ning mientras se sorprendía al ver los cambios de la ciudad—. La ciudad es absolutamente distinta...