Ji Ning, Prodigio de Píldoras y Demonio Azul miraron cómo las cápsulas dimensionales eran atravesadas por las rayas de la luz de la espada. Al instante vieron que en dos se encontraban los compañeros de Prodigio. Una tenía al Señor de la Aniquilación, cuyos ojos estaban llenos de un deseo asesino y en la otra estaba una mujer vestida de gris que tenía el cabello plateado.
El Señor de la Aniquilación levantó la cabeza para mirar al mundo exterior mientras que la mujer vestida de gris se volvió para mirar a Ning
—¡Aniquilación! —bramó Prodigio de Píldoras—. ¡Despierta!
La mirada del Señor de la Aniquilación volvió lentamente a su calma normal. ¡Swish! ¡Swish! Tanto él como la mujer con túnica gris salieron inmediatamente de sus cápsulas dimensionales.
—Gracias, Prodigio de Píldoras. Gracias, Señor Dao Norte Oscuro —dijo el Señor de la Aniquilación con calma y respeto.
—¿Qué pasó? —dijo Ning bastante sorprendido.