—Bastante audaz. Señor Dao Hachadelcielo fue igual de audaz cuando se enfrentó a mí, pero al final lo maté. Una pena. Todavía no he tenido la oportunidad de luchar contra el Rey Radiante o Estrella del Amanecer. Si lo hubiera hecho, no estaría clasificado como el número seis. Ven y muéstrame lo fuerte que eres, oh poderoso Norte Oscuro, Señor Dao en segundo lugar —dijo el Rey Paleos y también manifestó seis brazos.
Cada uno de sus brazos empuñaba un arma de dientes de sierra.
—Rodéalo y mátalo —ladró Reina Demonio Lluviaenpolvo con frialdad.
—Norte Oscuro no tiene una forma invulnerable, será mucho más fácil matarlo.
—Ya que está cortejando a la muerte, deberíamos darle el gusto. Una vez que lo matemos, podremos tomar todos sus talismanes.
Los Señores Dao supremos hervían de deseo de matar.
La cara de Ning se tensó y una luz feroz brilló en sus ojos. Miró al rey Paleos y dijo fríamente:
—¿Tú fuiste quien mató a Señor Dao Hachadelcielo?