—Sí. Es él.
Al ver la preocupación de Fu Yubai, Nan Yan le contó su encuentro con Sun Chan en la Capital Imperial después de su llegada. Sin embargo, no mencionó nada acerca de que Sun Chan la haya tomado como su discípula o de su visita a la Alianza del Cielo y la Tierra.
No era que Nan Yan no quisiera decírselo, pero su estado mental actual no podía manejar más estrés. Además, con Fu Linfeng presente, había cosas que no debía discutir.
Tras escuchar su historia, Fu Yubai suspiró con un dejo de melancolía. —El Maestro siempre ha pensado que Sun Chan le desagrada. En realidad, estos dos tienen personalidades bastante diferentes, pero en el fondo, se preocupan el uno por el otro.
—Tercer Hermano Mayor, ¿qué te parece si visitamos Shennongjia una vez que te recuperes de tus heridas?