Capítulo 48: Capítulo 48: Así debe ser un Ugly Bastard
(Perspectiva 3° persona)
En el comedor de la residencia Shinomiya el ambiente había dado un giro extraño.
En este momento la hija de la familia Shinomiya, Kaguya Shinomiya, estaba experimentando un sufrimiento interno que las palabras no podían describir.
Como parte de la rama oeste del consejo estudiantil, el subdirector de la academia había hablado con ella para expresar sus preocupaciones con respecto a la conducta depravada del director, ese hombre era un auténtico peligro para la seguridad y castidad de las estudiantes femeninas del colegio por lo que Kaguya no dudo en colaborar con el subdirector para sacar al director de su cargo.
Ya que mantener los documentos en la academia era demasiado peligroso en caso de que el personal de la academia le advirtiera al director, ella se llevó el archivo a su casa y lo escondió en un compartimiento secreto bajo su cama donde ella pensaba que su padre jamás lo encontraría.
Ese fue el error más grande de su vida.
Ahora mismo Kaguya se sentía tan arrepentida que estaba dispuesta a renunciar a cualquier cosa con tal de volver atrás en el tiempo y rechazar ayudar al subdirector.
Ai Hayasaka no era solo la sirvienta personal de Kaguya, era su mejor amiga, su pilar emocional y de cierta forma la veía como su hermana y única familia.
Al crecer aislada del mundo, su vida social giraba en torno a Ai, e incluso si había empezado a hacer amigos en el consejo estudiantil, Ai era irremplazable para ella. Ver a esa confiable mujer arrodillándose mientras su cuerpo temblaba como un conejo asustado era un sufrimiento inimaginable para Kaguya.
"Con 10 azotes será suficiente, el resto puedes hacerlo en tu hogar ya que desde ahora ella te pertenece"
Cuando Kaguya escuchó las palabras de su padre, ella quería gritar, quería luchar para proteger a su amiga, pero no pudo hacerlo, una simple mirada del patriarca de la familia Shinomiya fue todo lo que se necesitó para que Kaguya se quedara inmóvil, toda una vida de adoctrinamiento la hacia incapaz de oponerse a su padre.
Kaguya miró al director de su academia con la esperanza de que él no fuera tan malo como en el informe, ella deseaba desesperadamente que ese hombre se opusiera a su padre y pudiera proteger a Ai, si él hacía eso ella haría cualquier cosa para disculparse.
"En realidad, no tengo un fetiche por esta clase de cosas, soy más del lado M que del S" – El gordo director se encogió de hombros.
Kaguya no entendió las palabras del director, pero estaba un poco aliviada de que su amiga no sería azotada.
"¿No dijiste que la castigarías?" - Gan'an frunció ligeramente el ceño haciendo que Kaguya se sintiera ansiosa.
Gan'an era un hombre autoritario que no le importaban los medios con tal de obtener lo que quería. Por lo que Kaguya entendió, su padre y el director habían hecho un acuerdo de negocios y si es que este acuerdo fracasaba pro este incidente entonces ella sería la responsable.
Con el tiempo Kaguya había perdido parte de su miedo a su padre, pero este incidente fue un claro mensaje, Gan'an conocía las debilidades de su hija y no tenía problemas con usarlas al máximo.
El director parecía indiferente ante el mal humor de Gan'an y sonrió de forma desagradable hacia Ai que seguía arrodillada en el suelo. – "Desde que era un niño me gusta cuidar mis juguetes, si algo te gusta es ridículo romperlo, así que me gusta guardar mis juguetes lejos del mundo para que nada pueda dañarlos"
Kaguya no comprendía las palabras del director, ella no entendía como se relacionaba la situación de Ai con unos juguetes, pero su corazón comenzó a llenarse de ansiedad.
"Creo que comprendo" - Gan'an parecía relajarse. – "Si es así como quieres manejar las cosas está bien, sin embargo, realmente agradecería que dieras hicieras una demostración para que mis demás sirvientes abran los ojos ante la realidad"
Los ojos de Gan'an se centraron en Kaguya dándole un mensaje claro, 'Esta es la consecuencia de tus acciones'.
"Contrario a lo que parece, no tengo un fetiche de exhibicionismo, soy un poco tímido durante la acción real" – El director se rascó la mejilla con torpeza.
Gan'an parecía estar por decir algo mientras fruncia el ceño, pero el director lo interrumpió lo que era impensable para Kaguya.
"Pero comprendo tu situación" – El director sonrió. – "Haremos esto…"
El director se levantó de su asiento y se paró frente a Ai que seguía en posición de dogeza. – "Niña, ¿Has dado tu primer beso?"
"No lo he hecho" – La voz de Ai era baja y temblorosa.
"Oh, entonces tengo suerte de poder tener tu primer beso" – El director sonrió de manera asquerosa haciendo que Kaguya se sintiera asustada y asqueada. – "Aunque soy amable, si no quieres hacerlo puedes negarte~"
"… Lo haré… Gracias…" – Kaguya no podía ver la expresión de Ai, pero su voz sonaba como si algo estuviera obstruyendo su garganta y le costara hablar.
Ai se puso de pie lentamente, Kaguya solo podía ver su espalda. Esa confiable espalda que normalmente parecía ser capaz de enfrentar los problemas del mundo ahora se veía tan débil y solitaria.
"¿Oh? ¿Por qué lloras niña?" – El director preguntó confundido, él estaba frente a Ai por lo que podía ver su expresión a diferencia de Kaguya.
"Estoy muy feliz de poder darle mi primer beso a un hombre tan sobresaliente como Yamada-sama" – Ai habló con una voz más enérgica y cariñosa, pero Kaguya sintió que ella estaba esforzándose para no llorar.
El director sonrió y esperó sin moverse.
Ai apretó los puños y se acercó al director. Ella era un poco más alta por lo que fácilmente pudo acercarse y rodear el cuello del director con sus brazos, luego bajó la cabeza lentamente hasta que sus labios tocaron los labios del director.
Las manos del director rodearon la cadera de Ai y comenzaron a acariciar su espalda suavemente. Ai dejó salir un suave sonido haciendo que su boca se abriera permitiendo que la lengua del director entrara en su pequeña boca.
Cuando ambas lenguas se tocaron, el cuerpo de Ai tuvo un ligero espasmo mientras sus piernas temblaban, sus labios se presionaron con más fuerza contra los labios del director mientras su cuerpo temblaba.
El sonido húmedo de ambas personas besándose era lo único que podía escucharse en la habitación.
Kaguya estaba horrorizada por lo que estaba viendo, la boca de su mejor amiga estaba siendo profanada por un hombre con sobrepeso que triplicaba su edad, lo peor era que Ai parecía estar tan asustada que incluso su vejiga parecía haber cedido dejando salir un líquido transparente que empapaba su ropa interior mientras baja por sus muslos.
Cada vez que Ai parecía estar por sofocarse, el director la apartaba un momento, cuando sus bocas se separaban, Ai volvía a acercar su rostro para prolongar el beso haciendo que los cuerpos de ambos se abrazaran y frotaran entre si durante un tiempo que para Kaguya parecía una eternidad.
Después de 10 minutos las piernas de Ai cedieron haciéndola caer al suelo ya que el director no la había sujetado con fuerza mostrando que ella había estado pegando su cuerpo al de él por iniciativa propia.
Ai estaba sentada en el suelo jadeando, debajo de ella había un pequeño charco de un líquido transparente, su rostro estaba completamente enrojecido mientras su mirada vidriosa parecía estar perdida.
El director sacó un pañuelo de su bolsillo y se limpió la boca. – "Nada mal, pero necesitaras entrenamiento ahora que serás mi juguete".
Ai no respondió, ella solo miraba al director con la mirada perdida. Sus ojos lo miraron fijamente y luego su mirada se fijó en una región especifica que había crecido haciendo que su cuerpo temblara sin saber si era por miedo o expectativa.
"Parece que no puedes esperar a conocer tu nuevo hogar" – El director notó la mirada de Ai y sonrió de forma grotesca, luego miró a Gan'an quien estaba con su usual rostro inexpresivo. – "Tengo ganas de probar el delicioso regalo que me has dado, creo que es mejor dejar este asunto por hoy y firmaremos el contrato otro día"
Gan'an asintió sin prestar atención a Kaguya quien estaba tan pálida como una hoja de papel. – "Eso suena bien"
"Oh cierto" – El director pareció pensar en algo cuando vio la expresión de Kaguya. – "Intentaré visitarte para traer a mi nueva sirvienta, será bueno si tu hija puede ver a su amiga de vez en cuando"
Gan'an parecía satisfecho con esa respuesta por lo que sonrió. – "Eso suena bien, incluso podría dejar que Kaguya haga algunas pijamadas con tus hijas, así podríamos mejorar nuestra relación de negocios"
El director sonrió como si entendiera un mensaje que Kaguya no podía comprender. – "Jajaja, excelente idea, me siento emocionado con solo pensarlo, pero bueno, es mejor que vuelva a casa que la noche acaba de empezar"
Gan'an asintió y caminó hacia la puerta acompañado por el director. – "Mis mayordomos han entregado las dos sirvientas a tu personal, espero que te diviertas"
"Jajaja, claro que lo haré" – El director siguió riendo mientras salía de la mansión, detrás de él caminaba una aturdida Ai quien solo pudo dar una última mirada a Kaguya la cual mostraba una extrema tristeza.
Antes de irse, Ai movió los labios como si quisiera dar un mensaje a Kaguya sin levantar la voz, 'Estaré bien'.
Cuando el grupo se fue, Kaguya corrió a su habitación, cerró la puerta y se acurrucó en su cama mientras mordía su almohada para que su llanto no fuera escuchado por nadie.
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(Perspectiva Satou Yamada)
Entré en la limusina y me senté en un rincón ignorando a todos a mi alrededor, luego saqué un frasco de pastillas de mi reloj espacial, saqué una pastilla y la tragué con un poco de agua.
Suspiré y me sentí infinitamente agradecido con Mikado, no solo me dio un medicamento que me ayudó a disminuir mi fobia hacia las mujeres hermosas hasta un nivel mínimamente tolerable, también me dio un frasco de pastillas para la depresión que me ayudaron a no morderme la lengua y suicidarme después de lo que acabo de hacer, ahora solo quiero golpear mi cara con un ladrillo hasta romperme los huesos fasciales, es una mejora.
Ahora que estoy tratando mis problemas mentales y emocionales con medicamentos y magia me siento mejor, al menos puedo soportar la idea de que acabo de robar el primer beso de una chica inocente y la llevé al orgasmo casi rompiendo su mente por accidente debido a que la acumulación de mis habilidades es demasiado peligrosa para una chica normal sin experiencia.
Incluso si lo hice para proteger a Kaguya y Hayasaka de Gan'an, el hecho de que disfruté la sensación de los suaves labios de Hayasaka me hace sentir como una escoria que merece morir en dentro de una trituradora de madera.
Lo peor es que mi sistema me dio un recordatorio permanente de lo que hice.
[Logro obtenido: Hacer que una chica inocente experimente un placer abrumador por su propia voluntad
Recompensa: Habilidad 'Cazador de Vírgenes (D)']
[Cazador de Vírgenes: Himen que veo, himen que estropeo
Cuando una mujer virgen ingiere los fluidos del usuario, la sensibilidad de la mujer aumentara constantemente mientras sus sentidos del gusto y olfato tambien aumenta, este aumento de estímulos solo se detendrá después de que la mujer pierda la virginidad o en caso de que la mujer sea privada de los fluidos del usuario durante media hora]
Ya que esta habilidad apareció cuando mi beso con Hayasaka comenzó, fue activada lo que al combinarse con mis otras habilidades casi hace que Hayasaka se convierta en una esclava del placer.
Comprendo que soy Ugly Bastard, pero la facilidad con la que casi rompo la mente de una mujer es aterradora y me hace sentir asco de mí mismo.
Ahora solo puedo suspirar mientras veo que Hayasaka me mira fijamente mientras esta sentada en un rincón de la limusina, su mirada sigue perdida pero poco a poco parecer ir recuperando la conciencia, aun así, eso no ha impedido que ella frote sus muslos entre si mientras parece querer masturbarse.
"Oji-san, vamos a jugar un poco mientras volvemos a casa" – Rinka sacó dos consolas portátiles de un compartimiento en el auto y recargó su pequeño cuerpo contra el mío.
Sonreí un poco y acaricie la cabeza de Rinka, seguro debo tener una expresión terrible por lo que Rinka quiere animarme, me hace feliz tener una hija tan adorable.
Rinka y yo comenzamos a jugar un juego de carreras perteneciente a una compañía de videojuegos cuyo nombre no quiero decir por temor a una demanda por derechos de autor, mientras ambos nos divertíamos me di cuenta de que Mizuki perdió un poco de su indiferencia y miraba fijamente el videojuego.
Me alegró notar que ella mostraba interés en algo por lo que puse pausa al juego y lo mostré a Mizuki. – "Puedes jugar si quieres"
Rinka me miró y luego sonrió hacia Mizuki. – "Sientate en el regazo de Oji-san para que puedas jugar"
"…" – Quise decirle a Mizuki que eso no era necesario, pero en un parpadeo Mizuki estaba sentada en mi regazo sosteniendo la consola de videojuegos.
No sé si ella lo hizo intencionalmente pero mi entrepierna estaba justamente entre sus pequeñas nalgas lo que era incomodo porque mi erección no había bajado desde el beso con Hayasaka.
Rinka y Mizuki comenzaron a jugar videojuegos mientras yo suspiraba internamente, a este paso será difícil quitarme la etiqueta de lolicon.
Lo peor es que Mizuki movía ligeramente las caderas de tal forma que estimulaba mi entrepierna constantemente.
Por un momento pensé que la loli de piel morena quería seducirme por lo que quise detenerla, pero noté que ella estaba totalmente concentrada en el videojuego y sus movimientos eran totalmente inconscientes.
Asagi mencionó que Mizuki fue secuestrada por los demonios hasta que pudieron rescatarla, aunque ella no me dijo toda la información pude comprender que los demonios no solo entrenaron a Mizuki como mascota sexual, ellos hicieron modificaciones en su cuerpo por lo que es posible que su cuerpo sea literalmente un juguete sexual ansioso de actos sexuales y solo su fuerza de voluntad la mantiene cuerda.
Pensando hasta aquí sentí que la niña en mi regazo merecía todo mi respeto por poder afrontar una situación tan horrible y mantenerse relativamente cuerda.
Durante el resto del camino me dedique a acariciar la cabeza de Mizuki, lo sorprendente ella dejó de sacudir sus caderas mientras parecía disfrutar la sensación de mi mano en su cabeza.
Loli + palmaditas en la cabeza = Loli feliz
La fórmula de la felicidad, cuando lleguemos a casa le haré galletas.
REFLEXIONES DE LOS CREADORES 
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