(Dos horas más tarde.)
Estoy volando sobre el carruaje, tengo a Rem en mi espalda, pero ya otra persona exige su turno.
Ah, me siento como un juego mecánico, todas piden turnos para viajar conmigo.
—¡Rem, me toca volar con Daniel!- Dijo Alex.
—¡Está bien!- Dijo Rem.
—Treis, detente.- Dijo Alex.
Treis se detiene.
Bajo y Rem sube al carruaje.
—Diviértete.- Dijo Rem.
Sonia y Cris siguen con miedo, están abrazando sus piernas y no dejan de temblar... Es normal tener miedo. Ellos tienen familia. Yo estoy como si nada porque mi abuela está conmigo, y ella es mi única familia, pero ellos tenían padres, tenían una familia.
—Nuestros padres pensarán que nos secuestraron.- Dijo Cris.
—Falté a la cita con Erick, va a creer que no lo amo.- Dijo Sonia.
—¿Eh? ¿Qué?- Dije... asqueado.
¿En serio lo dijo?
...
...
...
Considerando las expresiones de sorpresa de las demás, la expresión de pena y tristeza de mi abuela, y la expresión de asco de Cris, sí, ella en serio lo dijo.
...
...
...
Lo dijo... ¡¡Ahhhhhhhh!! ¡¡Lo dijo!!
—¿Q-qué? ¡N-no, y-yo no quise decir eso! ¡A-algo me obligó a decir la verdad! ¡No, no! ¡Yo no quise decir eso, algo me obligó a decir eso! ¡Es mentira, Da...!
—¡Ahhhhhhhh! ¡Ya basta de excusas!
Hija de... ¡Maldita hija de...! Ah, no quiero insultar a tu madre, ella no tiene la culpa de que seas una perra.
Perdón por insultarte, ¡¡pero eres una perra!!
—¡Lo sabía! ¡Ahhhhhhhh! ¡¿Por qué no simplemente terminaste conmigo en lugar de engañarme?! ¡¿Tanto querías hacerme sufrir?! ¡¿Ese hijo de puta te convenció de no terminar conmigo para burlarse de mí?! ¡¡Ese hijo de perra siempre me está jodiendo la vida!!
—¡Dani, no digas groserías!
—¡La madre de Erick me robó un beso e intentó acostarse conmigo a pesar de que tenía esposo, por eso tengo el derecho de llamarlo hijo de perra! ¡Y me escapé de ella porque no quería serte infiel! Ah, pero tú... Tú... ¡Ahhhhhhhh! ¡Maldita sea!
—D-Dani... ¿O-otra vez? ¿C-cuándo?- Dijo mi abuela.
—¿Otra vez?- Dijo Alex.
—... Unas horas después de la muerte de mi abuela, Cristina. Ella se ofreció a pagar todo si yo... Si yo me acostaba con ella... Estaba a punto de hacerlo, pero recordé a Sonia y me escapé. No quería engañarla... Pero ella... Ella... ¡¡Ahhhhhhhh!! ¡¡No vale la pena!! ¡Alex, vámonos!
Alex baja del carruaje.
—No hables más conmigo, Sonia. Por favor, te lo suplico... No me hables.
Alex sube a mi espalda.
—¡Arches Nexus!
Me alejo volando del suelo... Ella era el amor de mi vida... Y se enamoró de otro... Me duele el corazón... Quiero llorar... Mierda.
—Daniel, ¿ustedes dos eran pareja?- Dijo Alex.
—El Daniel del otro mundo era su pareja. Aunque en este mundo es normal, en el otro mundo no lo es. Un hombre solo puede tener una pareja, y una mujer también debe tener una pareja, pero parece que ella se enamoró de otro y engañó a Daniel.
—Realmente me sorprendí cuando me enteré de que eras de otro mundo. Eso te hace una persona más interesante, Daniel.
—Gracias.
—Y me alegro que en tu mundo solo tengas permitido tener una pareja, así que, si hago que te enamores de mí, no tendré que preocuparme de que tengas más novias.
—¡¿Eh?!
Alex se empieza a reír.
—¡Es broma!
¡Pues espero que se quede como broma!
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2:18 de la tarde, por fin llegamos.
Llegamos a la entrada del territorio del castillo. No me preocupo por la entrada, después de todo, tengo a los hijos del Rey conmigo, seguramente los guardias los reconocerán, y si no me dejan entrar, ¡entraré a la fuerza!
—Aquí es, ahí está el castillo.
Unos guardias nos impiden pasar. Fufu. Veamos cómo intentan detenernos.
—¡Presenten sus documentos, por favor!
Vaya, vaya... Son muy educados. Me agrada eso.
Zero y Molly salen del carruaje.
—¡Somos los hijos del Rey, te ordenamos dejarnos entrar!- Dicen los dos.
Oigan, al menos les hubieran dicho "por favor".
—¡¿Están vivos?!
Uno de los guardias sale corriendo... Oh... Vaya, vaya... Fue más fácil de lo que creí. ¿Ni siquiera dudaron poquito?
—¡Le daré el aviso al Rey!
—Lo siento, pueden pasar.
... ¿No sospechan de que pueden ser unos impostores...? Ah, es cierto, Treis está con nosotros. Ellos dijeron que su familia lo usaban mucho. Debieron reconocerlo.
Entramos y veo que todos los nobles nos ven raro.
—Supongo que es raro ver a dos personas que murieron.
Y espero que ninguno de ellos sea un traidor, no quiero más sorpresas, ya he tenido suficientes.
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Llegamos a la entrada del castillo y el Rey nos esperaba. Él está junto a una chica y unos guardias. El Rey es un hombre joven, con el cabello blanco, usa un traje blanco, y es delgado. La chica es alta, con el cabello naranja y largo, y usa unos pantalones blancos y una blusa negra.
¿La Reina? Tengo entendido que el Rey no se ha vuelto a casar desde que su esposa murió. ¿Una de sus hijas?
Sea quien sea... me da miedo.
Su presencia... me asusta... ¿Quién es ella realmente?
—¡¿Realmente son ustedes?!- Dijo el Rey, llorando.
—¡Padre!- Dicen los dos, también llorando.
—¡Hijos!
Una conmovedora reunión, el padre abrazando a sus hijos que él pensó que estaban muertos... Bueno, sí, estaban muertos... Ah, como sea.
Debemos alejarnos de este lugar inmediatamente. Debo alejarme de esa mujer. Esa mujer es peligrosa. No sé quién sea, pero mi propio cuerpo me advierte del gran peligro que representa para mí.
Entre más lejos esté de ella, mejor.
—Pero, ¡¿cómo?! ¡Yo vi sus cuerpos muertos!
—¡Daniel nos revivió!- Dijo Zero.
—¡Él puede usar el hechizo de resucitación de nuestra familia!- Dijo Molly.
—¿Daniel? ¡¿El Daniel de los rumores?!
Oh. Vaya, vaya. M-me estoy volviendo popular... ¡Ahhhhhhhh! ¡Los demonios ya deben saber de mí!
—Es él.
Me señalan con su dedo índice y el Rey observa a Treis. Treis, te robaste la atención que era para mí. ¡Gracias! ¡Ahora aprovecharé para irme!
Intenté salir volando, pero mi abuela me tomó del brazo.
—¿Qué haces, Dani? No puedes irte.
—¿Treis? ¿Qué hace aquí?
El Rey se dirige a nosotros. ¡Ahhhhhhhh! ¡Esa mujer no me quita los ojos de encima! ¡Perdí mi oportunidad de escapar!
... ¿Escapar? ¿Estaba a punto de escapar sin mi abuela?
¿L-la iba a abandonar?
... Esa mujer... ¿Quién eres tú? ¿Cómo es posible que me des tanto miedo, al punto de querer escapar sin mi abuela?
—Treis, ¿quién te invocó?
—Fue Daniel, majestad.
El Rey me observa con una mirada seria.
—H-hola, señor. ¿Ya me puedo ir?
—¿Realmente puedes usar el hechizo de resucitación?
—Sí puedo.
—Pero, ¿cómo? Ese hechizo no puede ser usado desde hace doscientos años.
—Eso es un secreto. ¿Ya me puedo ir?
—Este aventurero tiene todos los tipos de magia, papá.- Dijo Molly.
—¡¿Todos los tipos de magia?! ¿L-los rumores eran ciertos?
¡Uwaaaah! ¡¿Por qué mencionaron eso?! ¡Ahora esa chica se puso peor!
La chica que acompaña al Rey se acerca demasiado a mí. M-maldita sea. C-corazón, es solo una chica, ¡deja de latir tanto!
N-no es amor ni nada por el estilo, ¡es terror!
—¡Enséñame tu tarjeta!
—¿Eh? C-claro.
Le enseño la tarjeta y la revisa.
—¡Es real, realmente tienes todos los tipos de magia!
—¡¿En serio?!- Dijo el Rey, sorprendido.
Tengo un mal presentimiento y me alejo de ella.
Y-ya tuve suficiente de esto, ¡ya no soporto más!
—Magnífica reunión familiar, quisiera quedarme más tiempo aquí, pero debemos irnos.
—No puedes irte, haré una fiesta para festejar el regreso de mis hijos, y serás el invitado especial.- Dijo el Rey.
... Mi presencia hizo de esta conmovedora reunión menos conmovedora, y me siento culpable. Sé que soy una existencia rara, pero debe pasar más tiempo con sus hijos que hablando conmigo.
—Vaya, vaya. Lo lamento, tengo planes. Adiós. Tengo una cita con la comida. Adiós.
Me acerco a Treis.
—Treis, lleva a todas al gremio que está cerca, por favor.
—No hay problema.
Treis se va y Molly me abraza.
—¡Daniel, ¿no quieres quedarte en la fiesta?!
—¿Q-quedarme?
Veo que la chica que acompaña al Rey no deja de mirarme con una gran y rara sonrisa.
Esa chica me da miedo... No sé por qué, pero tengo mucho miedo.
No sé si es un peligro para mí, pero debo alejarme de ella.
—No, gracias, como dije, tengo planes. Disfruta tu reencuentro. ¡Arches Nexus!
Me voy volando de ahí.
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La chica que acompaña al Rey se queda impresionada al ver a Daniel irse volando, y una gran risa sale de ella
—¡Hahahahahaha! ¡Increíble, incluso sabe un hechizo de vuelo!
—Hijos, deben contarme todo lo que sepan de ese tal Daniel.
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(Pov- Daniel.)
Estoy volando y reviso el mapa con mi teléfono.
—¿Pueblo central 3? Si el gremio del otro Reino estaba en el pueblo central 1, supongo que el gremio de este Reino está en el pueblo central 3.
Vaya nombres tan originales.
Me dirijo al pueblo.
Ah... Los nombres son muy básicos.
Bueno, al menos son fáciles de recordar.
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Unos minutos más tarde, llegué. Tardé un poco más porque investigué la zona, para saber como es. Me quedaré un tiempo aquí, así que debo acostumbrarme.
Aterrizo en el pueblo y todos los aventureros me observan asombrados, aunque también con miedo.
Parece un pueblo normal... Bueno, normal en este mundo.
—A juzgar por las vestimentas, estoy seguro de que el gremio está aquí.
Empiezo a recorrer el pueblo, en busca del gremio.
—¿En dónde estará?
... Mmm... Nada... No... Nada... Ah, mejor pregunto.
Me acerco a unos hombres que están hablando. Toco el hombro de uno de ellos y voltea a verme. El hombre es alto, fuerte, calvo y con un pequeño bigote negro. Sí, definitivamente es alguien amable. Los que parecen rudos siempre resultan ser amables.
—Disculpe, ¿en dónde está el gremio?
—Vete de aquí, mocoso. Eres molesto.
Me empuja y caigo al suelo. Los hombres se alejan de mí, riéndose... Se burlan de mí... Eso me hace sentir mal... pero por ellos. Fufu. Criticando por la apariencia, ¿eh?
—Que buenas personas son.
—Disculpa, ¿estás bien?
Una chica me extiende su mano izquierda. Parece alguien buena y amigable.
—No te preocupes, estoy bien.
La tomo de la mano y me levanto.
—Solo quiero saber en dónde está el gremio.
—Ahí está. Es el lugar que tiene la bandera roja.
Me señala el lugar.
—Muchas gracias.
Me dirijo al gremio.
—Supongo que todos los gremios tienen una bandera de un color. Ah, que idiota soy.
Entro al gremio y me dirijo a una chica que, supongo, trabaja en el gremio.
—Disculpe, ¿puedo registrarme aquí, aunque ya esté registrado en otro gremio? ¿O cómo funciona el sistema?
—Claro, no importa. Tu información será la misma, lo único que cambia es el diseño de las tarjetas.
—Gracias. Supongo que pongo mi mano en la esfera.
—Así es, por favor.
Pongo mi mano derecha en la esfera.
—Espere.
—Claro.
—Por cierto, ¿que rango eres?
—Soy...
—Fufu. Oye, oye...
El mismo hombre que me empujó me empieza a molestar. Ah, este cliché.
—¿Un mocoso como tú quiere registrarse como aventurero? Me das pena. Estoy seguro de que solo tienes magia tipo tierra. No puedes compararte a mí, yo tengo tres tipos de magia.
Ternurita. Que tierno es. ¿Solo 3 tipos de magia? Es tan tierno. Fufu.
Intenta burlarse de mí. Me está juzgando por mi apariencia. ¡Hahahahahaha!
Ah... Pobrecito.
—Piérdete.- Dije, con un tono serio y amenazante.
—¡¿Qué dijiste?!- Dijo, enojado.
—¿Acaso eres sordo?
Se acerca demasiado a mí, intentando asustarme.
—¡Tienes que saber que soy el aventurero más fuerte del gremio!
—Lo eras.
—¡¿Qué dijiste?!
Ya, aléjate, te apesta la boca.
Una tarjeta aparece de la nada y la chica lo toma.
—Ya terminó.
La chica lee la tarjeta.
—Daniel. Que hermoso nombre. Edad, 16 años. Tipos de magia... ¡¿Eh?!
La chica se queda congelada. Fufu.
—Trace, ¿qué te pasa? ¿Qué tipo de magia tiene?
—¡T-t-t-tiene todos los tipos de magia!
—¡¿Qué?!
Él toma la tarjeta y la mira.
—¡Debe ser un error!
Le quito la tarjeta.
—Por eso dije que eras el aventurero más fuerte del gremio... Eras. Por cierto, alcancé el rango A en un solo día. ¡Mi nombre es Daniel, el aventurero con todos los tipos de magia y el que fue capaz de derrotar a un demonio de un solo ataque!
Con esto, evitaré que me molesten.
Pago y me siento en una mesa.
—Ahora debo esperar.
El sujeto se acerca a mí. Ah, que molesto.
—Solo venía a disculparme por mi actitud, no sabía que eras tan poderoso, te pido que me perdones.
—Claro, estás perdonado, ahora vete.
—Te quiero ofrecer unirte a mi equipo, tengo miembros realmente fuertes.
—Ya tengo equipo.
Todas son unas inútiles, pero son mis amigas... Bueno, llamarlas inútiles es grosero, pero considerando lo que pasó con los Orcos... Ah, mejor ya no pienso en eso.
Las chicas entran al gremio y me observan.
Se dirigen hacia mí.
—¿Por qué no nos quedamos en la fiesta del Rey?- Dijo Sara.
—¡Eras el invitado especial!- Dijo Alex.
—Tengo un mal presentimiento, sentí que no debíamos estar más tiempo con el Rey.
El sujeto se queda congelado al ver a mis hermosas compañeras.
Sí, tal vez me consideres un chico con suerte, pero no es lo que piensas. Ellas son y siempre serán solamente mis amigas, nunca pasará algo entre nosotros.
—Sara, ¿puedes prestarle algo de dinero a Cristina para que se registre?
—Claro.
—Alex, ¿puedes prestarle dinero a Rem para que se registre?
—¡Claro!
Todas se dirigen a registrarse, incluso Sonia y Cris.
Ah, debo detenerlos.
—Sonia y Cris, vengan.
—¿Qué pasa?- Dijo Cris.
—Ustedes no se van a registrar. Ustedes no saldrán con nosotros a las misiones.
—¡¿Por qué?!- Dijo Sonia.
—Sonia, cálmate, Daniel tiene razón, no tenemos magia, solo seríamos un estorbo.- Dijo Cris.
—Lo siento.- Dije, algo triste ... Me siento mal por ellos, pero es lo mejor.
—Está bien, no te preocupes.- Dijo Cris.
Cris es fan de la fantasía.
Seguramente él está muy triste... No te preocupes, Cris, encontraré la manera de volverte alguien fuerte.
•
•
Unos minutos después.
Escucho a la chica gritar.
—¡¡¿Tienes magia tipo ángel?!!
Veo que el mismo grupo de hombres que me molestó, ahora me observan asombrados.
—Vaya, vaya.- Dije, sonriendo.
Un consejo, chicos, nunca juzguen a alguien por su apariencia, es un error de novato.
•
•
Unos minutos después, ya podemos irnos.
El registro terminó. Nuestra aventura en este Reino comenzó. ¿Nos enfrentaremos a demonios poderosos? ¿Bestias poderosas? ¿Nobles malvados? Sea lo que sea, ganaremos... Eso espero.
—Ya todas terminaron. Vámonos.