Capítulo 1: Mision 1: Predicción
Fontaine ya había sido repelida de los problemas de los Fatui, Arlequino estaba del lado del viajero, y la profecía de Egeria se había prevenido. Aether solo tenía una cosa más por hacer en aquella nación: Encontrar información sobre el paradero de su hermana Lumine.
Aether se hallaba con Paimon en la corte de Fontaine, caminando hacia el café Lucerna. En la recepción se encontraron con Dainsleif, quien tomaba un café amargo con magdalenas mientras charlaba con el gerente Arouet.
-Viajero, Paimon... - Suspiró por un segúndo.- He encontrado información acerca del paradero de tu hermana, están en el pilar celestial de la ciudad de Remuria. Te pido que me acompañes.-
-Entonces mi hermana está cerca ¿Qué estamos esperando? Es exactamente la razón por la que vine a Fontaine en primer lugar.- Aether estaba feliz de encontrar buenas noticias. Después de cuatro naciones, y ya parecía que a Lumine estaba cada vez más lejos.
El gerente se cruzó de brazos, pero como no eran sus asuntos, no le dió importancia, después de todo, la aventura la tendrían ellos.
Aether era de estatura media, cabello rubio, ojos color miel, una vestimenta inusual con pantalones cortos, una bufanda y una camisa de mangas cortas. Se lo podía describir como alguien fuera de este mundo, que aparentaba ser más joven de lo que realmente era.
Paimon era su compañera de viaje, una chica de pequeña estatura, cabello claro, ojos como un cielo nocturno. llevaba un traje inisual de color blanco con detalles dorados, una bufanda con los colores de un cielo estrellado y una voz algo incomoda de oír por momentos. Se la podía describir exactamente como la mezcla de un hada flotante, y una niña de seis años.
En cuanto a Dainsleif, se lo podía describir fácilmente como un caballero oscuro, a la vez de ser el remanente de un triste pasado. La descripción era perfecta debido a su cabello claro y su capa oscura.
Antes de salir del café Lucerna apareció Mona, quien ya había puesto su columna en el periodo del pajaro de vapor. Ella se la podía describir como una quimera de una bruja a la antigua y una astróloga profesional. Llevaba su sombrero puntiagudo, además de su llamativo y revelador traje color azul. También poseía una visión hydro, lo que sería un objeto capaz de hacer magia de agua.
-¡Aether!- Miró al resto de la gente del café y se avergonzó de su actitud efusiva. Tomó aire y volvió en si, para acercarse al viajero y dar una noticia.- Es importante que me escuches, tengo una predicción importante que darte.-
-Vamos ¿Qué es tan importante, como para tomarlo en cuenta?- Paimon tenía los brazos en su cintura.
-Verás...- Mona se reacomodó su cabello con coletas mientras hablaba. -Tu constelación es el viator... Resulta que tendrás un encuentro con alguien cuya constelación es la nox vulpes. Debes tener cuidado con él, primero revelará un oscuro secreto, después tratará de cumplir una deuda de sangre. Si no lo detienes a tiempo, él cumplirá su deuda de sangre, y no podrás volver a ver a tu hermana.- Mona le puso las manos en los hombros para enfatizar esa última parte.
-¿Qué podría ser tan peligroso, como para que lo deba tomar en cuenta Aether?- Parecía curioso el caballero oscuro.
-Su... Su deuda de sangre podría destruir una nación entera.- Mona parecía preocupada.
-Está bien, gracias por la información Mona, lo tomaré en cuenta mientras vaya a Remuria.- Dijo Aether confiado de que todo saldría bien esta vez.
***
El viajero, su compañera, y Dainsleif llegaron a la entrada de Remuria, para investigar sobre el paradero de su hermana. El sitio era una zona de napas subacuáticas, muy estrecho y húmedo como para cruzar fácilmente. Se podía sentir la humedad en las paredes, también parecía haber poca luz por lo que debían estar más alerta
-Aether, siento que algo va mal, deberíamos volver.- Paimon parecía asustada.
-No es tiempo para esto, ya estamos muy lejos para regresar, si pasa algo me enfrentaré contra eso.- Aether parecía seguro de si mismo.
-¡Ahhh!- Paimon aulló del terror.
El viajero se dió la vuelta al ver el peligro, Paimon se había asustado al ver una tarántula. Eso lo había molestado un poco, ya que podía entenderlo hasta cierto punto, lo malo era que los sonidos más pequeños de sentían a lo lejos.
-Paimon, estos animales son inofensivos, estarás bien, te recuerdo que estás conmigo ahora.- Aether le dió ánimos a su amiga, cosa que Paimon agradeció.
Otro grito se escuchó, pero esta vez era aún más fuerte. Aether se dió la vuelta pensando que esta vez sería lo mismo, su equivocación fue grave.
Aether se volteó al escuchar el aullido de un animal. Detrás de él, al final de la entrada a la caverna, estaba lo que parecía ser un heraldo del abismo, con apariencia de ninja. Con una máscara de lobo acechador, cabeza cubierta con la capucha de un abrigo largo, pantalones largos y zapatos de tabi.
Aquel enemigo tenía inconsciente a Paimon en su brazo, parecía burlarse de la situación.
-Vaya, vaya, si es el rubio exótico y su amigo el chico depresivo de Kahenri'ah.- Tenía una voz distorsionada con varias gargantas, lo que le daba una imagen más aterradora, a pesar de que su tono era calmado. -Seré breve, te reto a un duelo, ve solo. te esperaré donde dice la carta.- Le arroja la carta en un kunai a su cara, el viajero lo detiene a tiempo.
Dainsleif intentó detenerlo con su magia del abismo, pero fue inútil. Parecía que su magia era absorbida por aquel misterioso enemigo.
-¡Regresame a Paimon!- Gritó el viajero.
Aether se lanzó contra el guerrero de máscara de lobo acechador, pero su espada no lo ayudaba, ya que se estrellaba contra contra las paredes. Intentó disparar sus proyectiles hidro, sin embargo el ninja los absorbía. El enemigo aprovechó la humedad para patear su entrepierna, hacerle una zancadilla, y rematar con una patada de mula a su pecho. Arrojando su cuerpo adolorido contra Dainsleif.
-Nos vemos pronto, rubio exótico...-Pateó contra una de las paredes para obstruir la entrada a las napas subterráneas. Aether intentó perseguir al misterioso oponente, al llegar a la salida no pudo encontrar rastros de él.
-¡Paimon! - Aether después de no hallar rastro, revisó la carta de duelo, al ver que era del idioma de Kahenri'ah, se la pasó a Dainsleif.
-Viajero, esto es malo... Tu amiga fue secuestrada por Loki. Ese tipo no es alguien normal, fue entrenado por la princesa Lumine, puede que te haya estudiado a detalle, debo acompañarte.- Dainsleif se ofreció a luchar con él.
Aether se negó y le pidió que siguiera leyendo la carta. Al parecer, sería peligroso que vaya acompañado, ese tipo podría hacerle cualquier cosa a Paimon si se daba cuenta de la presencia de Dainsleif.
-Tienes razón viajero, Loki es alguien muy astuto, te recomiendo llevar equipo especial, pociones de curación y de estamina. Escucha bien, estaré en los alrededores por si pasa algo. Buena suerte.-
***
Ese mismo día, ya durante el anochecer, estaba Paimon recuperando la conciencia en Elinas. El hombre enmascarado estaba al lado de ella, fumando con la parte descubierta de su máscara.
El ambiente parecía ser el de una caverna espaciosa, con algunos vestigios de investigación pasada.
-¡Sueltame por favor! ¡Yo no soy nadie importante! No te seré útil, tampoco te lastimaré si me sueltas.- Paimon estaba asustada ante la presencia de aquel individuo.
-No me interesa.-Siguió fumando el ninja del abismo.- Solo quiero divertirme con tu amigo, su majestad.-
-¡¿Majestad?! ¿Qué quieres decir? Paimon es Paimon, no soy ninguna reina.- Ella parecía confundida ante las declaraciones del individuo.
-Es simple ¿Recuerdas algo de tu pasado?- Paimon iba a responder, pero el muchacho rápidamente habló por ella, con su voz distorsionada.- Por supuesto que no... Perdiste tus recuerdos por la magia de Lumine, una pequeña venganza por meterte en lo que no debías en el ciclo anterior.- Jugó un poco con el mango de la espada enfundada en su cintura.
Paimon forcejeaba por escapar, él pateó el poste en el que estaba atada para asustarla aún más. Su sonrisa macabra dejaba en claro que no era una buena persona.
-Por favor, sueltame, no se de que hablas, Paimon no es mala.- Paimon quería llorar.
-Escucha rata glorificada, tu amigo vendrá por ti, y le revelaré tu verdadero rostro. Veremos que pensará después de verte en esa situación. - Termina de fumar y le arroja la colilla en el rostro para molestarla.- Te diré un secreto... Yo fui quien te arrojó al mar en Mondstadt ajajajajah.-
Paimon rompió en llanto al recordar como se había ahogado en ese momento, e iba a ser comida de peces. Estaba confundida y molesta por no poder recordar nada de su pasado. Todo era tan nebuloso dentro de su memoria.
De repente apareció Aether con su espada para enfrentarlo. Sabía que no dejaría que Paimon saliera herida, al verla llorar se molestó con el guerrero desconocido.
-¿Qué le has hecho infeliz? ¿Crees que podrás salir con la tuya?- Aether apuntó su arma contra su enemigo.
-Sí.- El enemigo sacó varios kunais de su mano y los arrojó contra Aether. El viajero los bloqueó todos de una sola vez y se abalanzó contra el joven de la máscara de acechador. - ¡Prepárate Loki!-
-De acuerdo... Maldición Yako: sombra del kitsune demoníaco. -Los kunais acabaron en la espalda de Aether antes de llegar a su objetivo. Lo cual lo dejó mal herido.
El sujeto de la máscara empezó a desaparecer en su propia sombra, llevándose a Aether de un pie. Acto seguido, el viajero sale disparado desde otra sombra, y su oponente aparece para rematar con una patada descendente. La columna del viajero quedó destrozada por esa patada.
-¡Aether! - Gritó Paimon entre lagrimas. - ¡Ya basta Loki!-
El enmascarado le quita los kunais con lo que parecía el efecto de un imán a su mano. Lo siguiente fue que puso boca arriba al viajero semi inconsciente y le vertió una poción sanadora a su boca abierta.
-Yo decidiré cuando ternima, levántate.- Le dió una patada a Aether para alejarlo.
El viajero se levanta y se dispone a luchar, esta vez sabía que le tocaba un enemigo difícil, por lo que no debía bajar la guardia.
Paimon se dió cuenta de un detalle, al parecer, su oponente usó las sombras de los kunais clavados en las paredes y el suelo para apuñalar al viajero en distintos ángulos.
-¡Aether! ¡Cuidado con los kunais! Te atacará con sus sombras.- Paimon le advirtió mientras estaba atada.
El muchacho de la máscara reflexionó y se dió cuenta de que si no ponía un riesgo adicional. Aether escaparía junto con Paimon al descuido, por lo que decidió hacer algo macabro con la compañera del viajero.
- Maldición Yako: Posesión de kitsune demoníaco.- Un espíritu maligno de kitsune, sé introdujo dentro de Paimon, haciendo que ella no pueda respirar.
El espíritu maligno estaba para controlar a Paimon desde adentro, incluido sus vías respiratorias. Paimon quería gritar, lloraba al saber que pronto colapsaría por la falta de aire.
-Será mejor que luches en serio viajero. Paimon morirá asfixiada si no me derrotas, además no podrás escapar con ella. Tienes dos minutos.- El ninja se rió ante la desesperación de Paimon.
El viajero no dudo un segundo, con la velocidad del rayo, conectó un golpe de su espada sin filo a la cara del oponente. Todo parecía que el viajero conectaría por primera vez.
- Arte demoníaca: ilusión de kitsune maligno .- Su oponente hizo caer en una ilusión a Aether. En realidad, estaba detrás de él, apuntando una patada a su cráneo.
Aether logró cubrirse, retrocedió al impacto, quedó con una rodilla en el suelo como resultado.
-Maldito ¿Porqué haces esto?- Aether se sentía confundido y molesto.
-Hay algo que quiero que veas... La verdad te respeto mucho, lástima que seas un títere en los planes de los que se hacen llamar tus amigos.- Su enemigo parecía compadecerse de él. - Eres un juguete, y la responsable de esto está atada en ese poste.-
- ¡Cállate, maldito! ¡Deja ir a Paimon! - Aether parecía casa vez más molesto. - Además yo ayudo a los demás por voluntad propia, no porque me manipulan ¿No crees que solo alguien muy dañado emocionalmente pensaría que todos lo tratan de usar? -
-No dejaré ir a Paimon.- Vio venir los ataques de torbellino, cristalización con electro, y aceleración. En el fondo no pudo responder la pregunta de Aether.
Primero, tuvo que cortar el torbellino con su espada ninjato desde su cintura, después de recibir algunos cortes superficiales en sus piernas y brazos. Luego golpeó los cristales con electro, como si fuera un juego de billar con la funda del arma, haciendo que Aether tenga que esquivar sus propios ataques de regreso. Finalmente a las semillas lanzadas, las atrapó con unos giros de su espada, las puso en el suelo en fila y las regresó con un movimiento similar al de un golpe de un juego de golf.
Aether tuvo que cortar las semillas que le lanzaron de regreso con su arma, cosa que le fue muy difícil. No podía creer lo que estaba viendo.
-¿Cómo hiciste eso? Eso no es posible, ni siquiera tienes una visión. Debe ser uno de tus trucos.- Aether parecía confundido y asustado.
-Aajajajaja... No es ningún truco... Es electro.- Tenshin estaba jugando con el viajero.- Te mostraré lo que es un truco.- Sacó una baraja de cartas, le revela un as de corazón sin mirar, después la guarda en el resto del mazo y lo rompe en pedazos. - ¿Dónde estará?-
Aether se lanza al ataque usando proyectiles de veneno, con hydro y dendro. El maldito ni siquiera se inmutó, se reía de la incredulidad del viajero. Aether no sabía que hacer salvo crear bombas de área tipo geo, solo necesitaba una idea.
-¿Veneno? Soy inmune al veneno y a las maldiciones, el abismo es mi patio de recreo ¿Qué ocurre? ¿Vas a ponerte a llorar diecisiempre?-
-Sí crees que eres tan fuerte ¿Porqué no vienes a mi, perdedor?- El viajero sabía cómo hacerle una trampa.
El enemigo le lanzó kunais cryo y pyro para lastimarlo, con efecto de congelación y derretido. Cosa que desconcertó al viajero, además de que él se movía para esquivar los cortes de espada a la vez.
Solo tenía una oportunidad, Aether lanzó cristales geo al mismo tiempo que esquivó y bloqueo los kunais para crear un efecto de rebote. El enemigo no esperó la sorpresa que se le avecinaba. Varios cristales de cryo y pyro cayeron sobre él como una metralleta en todas las direcciones.
Una densa neblina cubrió el interior de la caverna de Elinas. Aether no sabía si había logrado darle fin a aquel sujeto. Después de unos segundos lo supo, el as de corazón estaba enfrente suyo, y la mano que sostenía la carta era la de su adversario.
Al disiparse la neblina, Paimon pudo ver el panorama completo, Aether tenía el brazo atravesado de su oponente. Él se aseguró de crear una situación irónicamente cruel, donde en lugar de arrancarle el corazón, le sacó el as de corazones de su pecho desde atrás. Aether se puso de rodillas, incapaz de reaccionar ante el shock.
-¡AAAEETEEEEER! ¡NOOOO!- Paimon se había liberado de la posesión demoníaca.
La compañera del viajero se liberó de sus ataduras, mostrando una apariencia más adulta para enfrentarse a Loki. Su enemigo esperó a ese momento y liberó a Aether de la ilusión de kitsune demoníaco. Se rió de ambos al revelar la mentira a de Paimon.
-Aether, te presento a su majestad, Paimon. Ahora si no te molesta jugaré un poco con ella, sin rencores.- Le clavó un kunai en el pecho y lo dejó en el suelo a su suerte. - Muy bien farsante, es tu turno.- Se dirigió a Paimon.
Aether lentamente perdía la conciencia con pensamientos de duda, desconfianza y decepción. Tal vez Loki tenía razón, Mona le contó sobre la revelación, nunca se imaginó que era algo tan amargo. Él se preguntó si era solo un títere del destino, un juguete de dioses caprichosos y crueles. Sus ojos se cerraron... Oscuridad y silencio.
-¡Bastaaaardo, te odio! ¡TE OODIOOO!- La voz de Paimon se distorsionó al liberar una pequeña fracción de su poder. Ella estaba lista para darle la paliza de su vida a Loki.
El sujeto de la máscara, esquivó proyectiles pyro, geo, hydro y dendro a gran velocidad. Paimon era realmente poderosa, al punto de poder eliminar a Loki de la existencia. Lo único que la detenía era su propia falta de control y habilidad, cosa que su oponente tenía de sobra.
Loki bloqueó, esquivó, e incluso se desplazó en las sombras, sobre ataques que no podían ser más poderosos; a no ser que ella quisiera matar al viajero. Finalmente lanzó su último movimiento sobre una Paimon enfurecida.
-Aún eres débil... Arte demoníaca, látigo de kitsune maligno.- Paimon brilló con una potente luz para evitar las sombras a su alrededor.
Loki tuvo que apreciar una técnica única de los dioses de Celestia, mientras se dezplazaba, perdíendo cada vez más espacios para moverse. Pudo ver como algo fuera de su comprensión se manifestaba sobre él, eran como plumas de pavo real, con miles de ojos abiertos en todo el sitio. Los primeros impactos de aquellos ojos eran como láseres que penetraban su carne, sin posibilidad de escape.
-No mas trucos, no más ilusiones, no más trampas... Haré que rogues por tu inevitable muerte.- Paimon podía aplastarlo con su energía, como si fuera un elefante contra una hormiga.
Ella pudo haberlo matado en cualquier momento, pero sentía que quería torturarlo más y más. Después de varios disparos, su máscara se rompió, y él cayó en el suelo inconsciente.
Paimon se acercó a un Loki inconsciente, quería darle el golpe de gracia de una vez y por todas. La luz de su cuerpo se había apagado ya que no era necesario. Ella levantó su mano para liberar una esfera de aquel poder desconocido.
-Quedate ahí y Muere.- Paimon estaba por darle el golpe de gracia, pero algo la detuvo. Varios látigos electro la habían paralizado, ella no podía moverse y sentía que su energía estaba siendo drenada.
-Así que este es el elemento lux, también llamado imaginario... Fascinante.- Loki reveló su artimaña. Tenía varios látigos entre la sombra de sus dedos y la sombra del suelo, que coincidentemente salieron por debajo de la ropa de Paimon, al desactivar su poderosa luz.- Aún eres débil. Arte demoníaca: absorción del kitsune demoníaco. Usé esta técnica, y los látigos para drenar tu energía lux, fue una apuesta difícil, pero funcionó.-
Paimon se dió cuenta de que su enemigo podía sanar a través de la energía que le estaba drenando ¿En que demonios se había metido? ¿Qué clase de monstruo era aquel sujeto?
-Maldito seas, Loki, juro que me las pagarás.- Paimon lentamente perdía su poder hasta que quedó de rodillas por el cansancio.
-No me importa su majestad, fue divertido patearte el trasero, usaré esta energía que tomé sabiamente, no se preocupe.- Él sonrió, cubriendo la parte superior de su rostro con la capucha, para no ser reconocido.- Te dejaré con un poco de energía para que sanes a Aether, después de todo, él no tiene la culpa de que seas alguien despreciable. Me pregunto como reaccionará él al ver tu verdadero rostro. Hasta nunca.-
Loki le toma de la cabeza a Paimon, y la estrella contra el suelo haciéndole sangrar. Luego de eso se marchó, disoviendose en las sombras.
-¡Te odio Loki, te odio!- Paimon estaba triste y adolorida por la batalla.
Ella fue a sanar a Aether, al verlo con el kunai clavado en su pecho pudo notar, de que Loki se aseguró de no matarlo, sino lo habría dejado desangrarse. Ella le dió una de las pociones de salud, le dió algo de su energía para que se recupere y se lo llevó entre brazos suplicando por ayuda hasta quedar inconsciente ante la presencia de Dainsleif. Él solo pudo ver a la Paimon que ya conocía de antes y no la la misteriosa diosa en sus ojos, caer desfallecida ante su presencia.
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