Unos días después, Sunny estaba en su sala de estar, observando cómo Rain realizaba el mismo golpe una y otra vez, sus ojos llenos de terca determinación. La espada de práctica subía y bajaba, una y otra vez, cortando el aire con un silbido.
—…En realidad, su forma no era mala.
Effie estaba actualmente viajando entre Ciudadelas, así que no había salido de su cápsula de sueño desde hace un tiempo. Sunny y Rain estaban solos, lo que hacía que la sesión de entrenamiento fuera mucho menos animada.
—Por fin, algo de paz y tranquilidad...—pensó Sunny.
A pesar de pensar eso, Sunny no pudo evitar sentir que su casa parecía un poco vacía estos días.
Suspiró.
También tenía otras cosas en mente.