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Al principio, Sunny quería gritar para avisar a todos, pero después de observar las figuras silenciosas durante unos momentos, cambió de opinión.
Escondidos en la oscuridad, innumerables golems de coral miraban sin rumbo fijo a lo lejos. Eran muy similares a las criaturas con las que había luchado para llegar al Sello Estelar, pero también eran diferentes.
Porque no eran copias de héroes antiguos... sino de personas comunes.
Como tal, no serían demasiado peligrosos. Un solo Durmiente podría combatir a docenas con facilidad, y mucho menos los guerreros experimentados y poderosos del Ejército de Soñadores. Más que eso, los golems no parecían ser hostiles.