La ola de monstruos se abalanzó sobre el templo, y el grupo de Lian se preparó para la batalla. comenzando con la tensión en el aire y la determinación en los rostros de todos. La estrategia que habían acordado que emplearian para sobrevivir.
Rebecca, con su arco en mano, se colocó en un punto estratégico en la parte superior del templo. Su mirada se centró en los monstruos acercándose, apuntando con precisión y disparando flechas que hacían blanco en los objetivos. Su habilidad como arquera se había perfeccionado a lo largo de los años, y estaba decidida a proteger a sus compañeros desde su posición privilegiada.
Por otro lado, Samuel, el más fuerte del grupo, se enfrentaba a los monstruos cuerpo a cuerpo. Empuñando su espada y su escudo, se lanzó al combate con valentía. Cada golpe que asestaba era contundente, su habilidad marcial era impecable. Defender y proteger al grupo era su máximo objetivo, y luchó con fiereza contra las oleadas de enemigos.
Mientras tanto el resto del grupo. Marina lanzaba poderosos hechizos que debilitaban a los monstruos, mientras Miguel usaba su astucia para encontrar puntos débiles en sus defensas. Lian, como líder, se movía estratégicamente coordinando los esfuerzos del equipo.
A medida que avanzaba la batalla, el grupo se daba cuenta de que su preparación y coordinación estaban dando frutos. Superaban cada obstáculo y derrotaban enemigos sin cesar. Aunque algunos miembros del grupo se cansaban y recibían heridas, se apoyaban mutuamente y seguían adelante, recordando que estaban en esto juntos.
Después de una larga batalla con,
la mitad de la ola de monstruos siendo derrotados. Las energías estaban bajas y las heridas comenzaban a hacerse sentir, pero el grupo se mostraba más unido que nunca. Aunque la batalla estaba lejos de haber terminado, estaban seguros de que, podrían superar cualquier desafío que se les presentara.
Lian, quien lideraba al grupo en la batalla contra la ola de monstruos. Desde su posición estratégica, observaba el campo de batalla con preocupación. Sabía que lo peor estaba por venir: el jefe de los monstruos.
. Rebecca por otro lado continuaba disparando flechas con precisión,
Samuel se movía con destreza y fuerza, Marina y Miguel seguían lanzando poderosos hechizos y desbaratando defensas enemigas.
A medida que avanzaban, la tensión y la anticipación se apoderaban de ellos. Sabían que el jefe de los monstruos sería un desafío aún mayor, un enemigo formidable que parecía imparable.
Finalmente, el jefe de los monstruos hizo su aparición. Era una criatura gigantesca, con garras afiladas y una mirada llena de ferocidad. Emitía un aura de poder oscuro que hizo temblar incluso a los más valientes del grupo.
La llegada del jefe de los monstruos dejó a todos en un momento de intenso temor y suspenso. Sabían que las próximas decisiones y acciones serían cruciales para su supervivencia.
Continuará...