—Hasta la esposa fea necesita conocer a sus suegros. De todas formas tengo que verte durante el tratamiento, ¿por qué complicar esto? —murmuraba para sus adentros Ren Feifan al girarse cuidadosamente de espalda.
—¡Eso no es asunto tuyo! ¡Es mi decisión! —respondió enojada Ye Qingcheng, quien también se dio la vuelta, con su espalda hacia Ren Feifan, mientras se desvestía.
Después de un rato, al no sentir movimiento detrás, Ren Feifan instintivamente echó un vistazo por encima de su hombro.
No es que quisiera mirar a escondidas, pero le parecía extraño que Ye Qingcheng tardara tanto en desvestirse. ¿Podría ser que su condición hubiese empeorado repentinamente?
Al segundo siguiente, sus ojos se toparon con un par de panties negros. Ye Qingcheng se encontraba inclinada, bajándoselos, con una figura tal que a Ren Feifan le daban ganas de tocarla.
De reojo, Ren Feifan se sorprendió al ver a Ye Qingcheng inclinada…