Fu Jiu hizo una ligera pausa antes de contestar la llamada.
—Hola, hermano Mo.
—Si no estás en la escuela, ¿dónde estás?
Ella no podía escuchar ningún rastro de enojo en su voz, lo cual intensificó sus sentidos todavía más.
—Afuera.
—Con Li Mengran —dijo Qin Mo de forma severa.
Fu Jiu se rio.
—¿Cómo sabes, hermano Mo?
—¿Qué crees?
Antes de que Qin Mo pudiera terminar la llamada, la otra línea estaba muerta.
En ese momento, no había nadie alrededor para ver la expresión amenazadora en su rostro.
Él nunca se sintió así antes.
El momento en el que cerró los ojos, la imagen del joven declarándose apareció.
¿Qué estaba haciendo él exactamente?
¿Estaba él en una cita?
¿Se tomaron de las manos o… se besaron?
El pensamiento de eso ultimo hizo que tuviera una repentina urgencia de fumar.