Capítulo 20: Rumbo al mismo destino
En la Corporación Lu. A las 10.30 a. m.
Los empleados se hicieron a un lado para que Lu Qiang pasara cuando llegó a la empresa. No les prestó mucha atención mientras se dirigía hacia el ascensor que estaba enfrente del edificio, reservado únicamente para los VIP.
El edificio de oficinas era una de las estructuras corporativas más altas de la capital. Estaba cubierto de cristal azul de arriba abajo y tenía el logotipo de la Corporación Lu en la parte superior. El recinto era lujoso y mostraba el elevado estatus de la empresa.
El interior del edificio estaba decorado con blanco y una combinación de tonos grises y beige. Los empleados estaban impecablemente vestidos y el mobiliario exudaba la esencia original de la empresa.
Lu Qiang entró en el ascensor para llegar a su oficina en el vigésimo piso. En su planta, la recepcionista y su asistente Xiao Min lo esperaban para saludarlo y seguirlo a la oficina. A nadie le sorprendió que no recibieran un saludo de vuelta, ya que era el comportamiento habitual de su jefe. Lu Qiang se sentó detrás de su escritorio y miró el gran montón de documentos que esperaban su atención. El trabajo se había acumulado cuando estuvo fuera durante una semana.
—Tenemos una reunión con los jefes de departamento a las 11:30 a. m. A la 1:30 p. m., un almuerzo con el jefe de negocios del Grupo Ning. Luego, una reunión con el departamento de marketing a las 3 p. m. sobre nuestro proyecto actual en el país Z —explicó Xiao Min mientras su jefe revisaba los documentos.
Mientras trabajaba, alguien llamó a la puerta. Una mujer hermosa de finales de los treinta entró en la oficina con un archivo en sus manos. Con una sonrisa educada en la cara, lo saludó:
—Buenos días, Presidente Lu.
También miró al asistente y lo saludó. Después de terminar los saludos, se volvió hacia el jefe y comenzó a hablar del asunto por el que estaba allí:
—Estos son los últimos diseños para la línea de joyería de diamantes que planeamos lanzar esta temporada.
La corporación Lu tenía varias empresas subsidiarias y negocios. El negocio de la joyería era uno de los más rentables de la Corporación Lu.
Yu Fan era una de las empleadas más confiables que trabajaban para Lu Jinhai. Se unió a la Corporación Lu hace quince años e hizo lo mejor por la empresa. Era una persona ingeniosa y talentosa que había ayudado a Lu Jinhai en sus negocios. Mientras Lu Jinhai estuvo postrado en cama durante medio año a causa del accidente, Yu Fan y el padre de Xiao Min, quien era el asistente de Lu Jinhai, se erigieron como los dos pilares que apoyaron a Lu Qiang en sus esfuerzos. La confianza que Lu Qiang tenía en Yu Fan no era menor que la de su padre.
Su vestido blanco y negro se ajustaba perfectamente a sus curvas, y sus tacones altos le agregaban un aire de elegancia a su apariencia noble. Tenía el pelo largo y castaño y rasgos hermosos que la hacían atractiva a pesar de su edad.
—Me tomaré la licencia de retirarme primero —dijo suavemente y no habló más, dispuesta a dejar que el hombre ocupado trabajara en paz. Hizo una reverencia y se fue.
El tiempo pasaba mientras revisaba los documentos. Lu Qiang asistió a la reunión a las 11:30. Aprobó algunas de las propuestas presentadas y dio su opinión sobre ellas. La reunión duró hora y media, y poco después se fue a su almuerzo. El almuerzo se organizó en un restaurante famoso de la ciudad, 'La Cocina del Chef'.
—Al mismo tiempo, en el Centro Comercial Oriental Plaza —uno de los centros comerciales más lujosos de la ciudad.
—¿Qué te parece este traje, hermanita? ¿No me veo apuesto con él? —Jiang Yang se observó cuidadosamente en el espejo mientras hablaba. Estaban dentro de una tienda de ropa formal para hombres.
—Sí, ahora date prisa. Ya ha pasado una hora desde que probaste todo esto. No importará lo que te pongas, ya que no puedes cambiar lo que tienes —Jiang Yuyan reprimió un bostezo cansado. Estaba descansando en una silla, observando a su hermano durante la última hora.
—Estoy compensando las próximas horas que perderé siguiéndote —dijo Jiang Yang, todavía observándose en el espejo.
—No necesitaré mucho tiempo. Me veo bien con cualquier cosa que me ponga —ella replicó.
—¿En serio? Veamos —la desafió su hermano.
Pagaron la cuenta del traje y salieron de la tienda. Luego, entraron en una tienda dirigida a mujeres. Contrariamente a lo que su hermano esperaba, Jiang Yuyan tardó poco en escoger lo que necesitaba. Tenía una buena idea de lo que quería exactamente y no se desvió del plan.
—Terminaste rápido —refunfuñó Jiang Yang—. Pensé que tardarías tanto como yo.
—Habrías tardado menos tiempo si no te hubieras puesto el mismo traje repetidamente y te hubieras mirado en el espejo —ella se burló.
—¡Se llama quererse a uno mismo, hermana! —Tiró de su cuello con orgullo.
—Muestra un poco de amor por mi estómago, hermano Yang. ¡Estoy muerta de hambre! Gasté toda mi energía contigo —se veía completamente drenada de energía en ese momento.
—¡Sí! Hay un famoso restaurante llamado 'La Cocina del Chef' cerca de aquí. Un amigo me habló de él. ¡Vamos! —exclamó animado.
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