¡Clang!
De repente, el corazón de Guo Yi vaciló. Hablando de miedo, sintió una sensación extrañamente familiar. Mu Zhiruo había sido llevada por personas traicioneras y la Hermana Chen estaba encarcelada en la Puerta Golondrina... ¿Acaso Guo Yi nunca había tenido miedo?
¡Crac crac crac!
De pronto, innumerables púas de madera surgieron desde arriba de la jaula, asemejándose a las enormes espinas de un puercoespín.
—Chico, ¿tienes miedo o no? —preguntó Frank.
—No hay nada que temer —respondió Guo Yi con una sonrisa burlona—. ¡Aún no eres rival para mí!
—¡Te atreves a insultarme! —Frank apretó los dientes y, flotando en el aire, dijo:
— ¡Te mostraré el poder de Frank Oscuro!
¡Whoosh whoosh!
Las púas de madera se dispararon hacia el centro con la velocidad de un relámpago.