"Realmente un buen cambio". De las áridas y congeladas montañas. Hasta un metropolitana ciudad, ver el verde del campo junto a su fresco aire era un buen cambio.
Casi había olvidado lo tranquilo que era este lugar. pasaron aproximadamente cinco años desde que estuve aquí.
Salte del carruaje y agradecí que me llevarán. Aunque yo los salve de una grupo de bandidos. Lastima que no hubiera una linda chica que en el carruaje. Ese tipo de cliché era algo que no me molestaría ver.
Puse la bolsa con mis objetos detrás de mi espalda mientras yo caminaba hacia adelante.
Nada había cambiado, siendo la única diferencia los campos de trigo que recién estaban floreciendo.
Todo era bastante tranquilo, un buen lugar para que yo pasé unas pequeñas vacaciones. Hasta yo sabía que a veces relajarme me ayudaría a mejorar mi rendimiento futuro.
Camine mientras respiraba a la máxima cantidad de mis pulmones. No me podía cansar de esto. Talvez en el futuro debería buscar algo mas simple. Aunque todavía era un largo camino.
Mientras yo caminaba saludé a las personas con las que me encontré pero nadie parecía recordarme.
No era una sorpresa, en ese tiempo era un pequeño bribón de poco altura que promocionaba las habilidades de Roxy para ganar dinero.
Y el resto de tiempo me la pasaba entrenando para luego patrullar las afueras.
Aunque note a uno de los hombres de mi padre, parece que él estaba recolectando información. La noticia que el hijo de Paul ya deberían llegar a mi padre. Y conociéndolo él hará algo para traer a Rudeus a nuestro lado.
Aunque si mi padre planea usar a Eris entonces tendré que darle algo para que el replantee sus planes. Y será doloroso.
Pero usar a Eris era una idea bastante arriesgada, ya que aunque yo la quería. No podía negar que esa pequeña era incontrolable para personas que no fueran como yo o Ghislaine.
De todas formas yo no permitiría algo como eso así que no había sentido ponerme a pensar en aquello.
Seguí disfrutando mi camino hasta que llegue a un camino conocido. Era diferente a la mayoría del pueblo, el suelo estaba cubierto de pierdas para facilitar el camino de carruajes.
A veces olvidaba que Paul era la máxima autoridad de este lugar. Talvez debería buscar otra ciudad en la región de Fittoa para hacerlo mi pateó personal veraniego. Y si hubiera mar sería mejor....O mejor no.
Las costas eran un lugar peligroso, lleno de monstruos. Para crear puertos se suele hacer negocios con la gente del mar. Así se creaba zonas la seguridad y rutas marítimas casi seguras. De todas formas siempre un equipo de aventureros de rango S tiene que supervisar barcos, pero podría ser peor.
La idea de mi playa vacacional se esfumo de momento.
Después de divagar en algunas cosas mi rostro llegó a una puerta de madera familiar.
Mis dedos se detuvieron antes de impactar la puerta. Alguien ya se había adelantado.
"En qué lo puedo ayudar". Una criada de cabello violeta y belleza fría estaba enfrente mío. Ella se inclinó ligeramente hacia adelante en señal de respeto. Pero en ese tiempo tuve una visión más clara de los gordos pechos de ella. El traje de sirvienta se pegaba a milímetro al cuerpo curvilíneo de ella siendo bastante erótico.
Sacudí mi cabeza de inmediato, estar tanto tiempo rodeado por las lindas sirvientas en la mansión de Isolte me dejó un poco predispuesto a cometer un crimen contra alguien vestida de sirvienta. Pero mi fuerza de voluntad ya estaba fuertemente entrenada para superar esta clase de situaciones.
"Lilia me duele un poco que ya que olvidaste de mi. No recuerdo que el cabello rojo fuera algo común". No me equivocaba, hasta en la familia de mi madre parecían ser un característica algo rara. Además la única persona con el cabello rojo aparte de mi madre era Eris, así que sería difícil olvidarme.
La expresión de Lilia se arrugó un poco por mi comportamiento talvez demasiado familiar. Pero ella me miro con más cuidado hasta que su expresión se relajo un poco. Ella se veía mucho más amistosa. "Es bueno verlo Lord Ernest. Pase primero, mi señora estará feliz de verlo de nuevo".
Solo usando mis sentidos pude escuchar a otra persona aparte de Lilia. Y debería ser Zenith por las palabras de Lilia.
Era medio día y Paul todavía debería estar patrullando, pero no debería pasar mucho tiempo para que el llegue. Pero creí que Rudeus odiaba salir.....Pero creo que Roxy dijo algo en sus cartas, yo no lo recordaba. Normalmente no leía esa parte. Pero ignore eso de momento.
"También es bueno verte de nuevo Lilia. Pero si me vas a tratar de forma tan fría preferiría que me reprendieras como en el pasado". En el pasado pase bastante tiempo con Lilia, ella fue la que me enseñó modales y etiqueta local. Y la que me reprendió por lavar mi ropa y hacer algo de limpieza. Buenos tiempo.
"Preferiría no hacerlo Lord Ernest, nuestras posiciones son completamente distintas". Lilia me respondió de forma fría mientras ella se hacía a un lado para que yo pueda pasar.
Supongo que ella nunca cambiaba.
Pero cuando entre Lilia volvió a responderme. "A menos que usted cometa un error, todavía estoy dispuesta a guiarlo si lo necesita. Aunque no lo creo". La voz de Lilia fue un poco más cálida. Hasta pude jurar verla sonreír por un segundo, aunque lo más probable es que ella lo negaría.
"Entonces volveré a estar bajo su cuidado". Respondí con calma mientras volvía a mirar en dirección de Lilia. Recién me di cuenta que ahora yo era ligeramente más alto que ella. Lilia realmente tenía unos ojos bastante llamativos.
Lilia cerró la puerta y me guío por la casa.
Yo todavía recordaba de memoria todos los rincones de este lugar. Pero Lilia no sería Lilia si ella no hiciera eso.
Pero mientras yo la seguía note que ella caminaba con las manos juntas hacia adelante en la posición estándar de las sirvientas , pero aún así note como sobresalían sus pechos desde atrás. Nunca lo noté, pero supongo que era un cambio de perspectiva. Y ayudaba a qué Lilia estaba bien dotada.
Aunque mi boca se seco un poco por mirar como ella movía su trasero de un lado a otro. La tela de su vestido dejaba ver un gran montículo redondo en un vaivén erótico.
Maldije mis malditas hormonas. Cuando yo aún era niño mis deseos eran casi nulos, y solo apreciaba la belleza de las mujeres. Será mejor que haga mi mejor esfuerzo para no convertirme en un criminal.
Mantuve mi mirada calmada y continúe siguiendo a Lilia hasta donde estaba Zenith. Aunque tuve que ignorar las delicadas piernas envueltas de tela blanca de Lilia, ella me creerá si le digo que me vuelvo más fuerte si descanso en sus muslos?. No... solo Ghislaine podría aceptar esa lógica.
Aunque Nina e Isolte podrían permitirme dormir en sus muslos sin mucho problema.
Debí pedírselo a Isolte antes de irme de la capital. Suspiré algo triste, esas eran mis almohadas favoritas. Además la vista suele ser impresionante.
Suspiré otra vez. Talvez debí hacerle caso a Soldat para poder enfriar mi cabeza. Prácticamente todas las enfermedades de transmisión sexual podían curarse con magia así que no había nada de que preocuparse. Aunque ya no tenía sentido pensar en eso.
Una vez que llegamos a la sala, ahí estaba Zenith comiendo algo de fruta de forma tranquila.
"Mi señora, Lord Ernest acaba de llegar". Sin olvidar sus funciones Lilia me presento sin demora.
Zenith miro en mi dirección con bastante emoción, ella se veía casi exactamente como la recuerdo. Aunque ella no apretó ningún botón dentro mío. Supongo que mi respeto a Paul no me permitía tener pensamientos indecentes a Zenith. Aunque la propia Zenith daba una impresión más maternal.
"Erni, te volviste muy alto. Y bastante guapo, espero que no hayas escuchado ningún consejo de Paul". Zenith se veía bastante feliz de verme, aunque ella me miro con cuidado cuando ella menciono lo último.
Arrugue mi rostro un poco cuando escuche como ella me llamaba. Un terrible apodo. Pero si mostraba que me molestaba Paul podría usarlo.
Así que ajuste mi sonrisa. Quería mentir descaradamente como siempre. Pero había algo en Zenith que me lo dificultaba, así que solo le me límite a corresponderle el abrazo.
Aunque mi silencio me gano una mirada acusadora por parte de Zenith, dejándome como el único camino responder.
"Me enfoque más en entrenar". No era una mentira. Recién me desvíe los últimos meses.
Aunque Zenith no parecía dudar de mis palabras. Pero después de nuestro abrazo de reencuentro ella tenía una mirada de curiosidad.
Zenith dio un paso hacia atrás y ella pincho mi estómago con unos de sus dedos. "Impresionante. Me pareció haber abrazos a Ghislaine por un momento, tus músculos parecen de acero". Un frase que podría ser malinterpretada, aunque la expresión curiosa de Zenith más parecía de alguien viendo algo divertido. "Lilia toca Erni, es realmente asombroso".
"No creo que sea adecuado mi señora". Lilia parecía estar avergonzada del comportamiento de Zenith, y yo no la culpaba. Ella solo me miraba con una mirada de disculpa.
Pero aún con la negativa de Lilia, Zenith agarro la mano de Lilia y la puso en mi abdomen.
Lilia se sorprendió por la falta de conciencia de Zenith. Pero Lilia también puso una expresión de asombro cuando me tocó.
Era extraño para mí, sobre todo con Zenith empezando a palmera mis hombros como si ella verificará la durabilidad de una armadura.
"Si que entrenaste. Parece que no aprendiste las malas prácticas de Paul". Ahora Zenith asintió con la cabeza satisfecha.
Y Lilia retrocedió con su expresión habitual, aunque un tinte rosado apareció en sus mejillas.
"Eso es lo que trataba de decir Zenith. Y también es bueno verte". Decidí relajarme y sentarme. Y... ignorar que Zenith parecía haber engordado un poco. Era casi imperceptible pero yo era bueno viendo los detalles.
"Mi señora tiene dos meses de embarazo Lord Ernest. Debería felicitarla". Lilia intervino en el momento perfecto, ella realmente era una profesional. Su previsión era asombrosa.
Aunque ahora yo me preguntaba si ella también noto como la estaba mirando.
Volví a ver en dirección de Lilia pero ella mantuvo su actitud tranquila.
Decidí enfocarme en Zenith como mejor opción. "Felicidades, espero que sea un niño sano". De mi bolsa se objetos saque un pequeño cristal mágico de color azul.
Los cristales mágicos valían una pequeña fortuna, aunque él que yo saqué era muy pequeño. Servía para reponer maná en caso de emergencia y siempre llevaba uno de emergencia. Aunque podría ser un regalo está vez. "Mi regalo, un recuerdo de una de mis aventuras".
Pero parecía que me pase un poco. "No puedo aceptar eso Erni. Es demasiado valioso". Zenith negó rápidamente al ver mi regalo y me lo devolvió.
"No importa. Tengo varios, puedes dejarlo como un recuerdo. Y si un día Paul te hace enojar puedes lanzárselo a su cabeza". Volví a empujar la piedra en dirección de Zenith.
Ella todavía se miraba algo conflictiva, pero al final Zenith acepto. "Pero déjame hacerte una gran comida. Tenemos que celebrar tu llegada".
Supongo que podía aceptarlo. Así que asentí tranquilamente.