—Caña, gracias... gracias por traerlos de vuelta... —Iris abrazó a Caña muy fuertemente—. Esto es aún más grande que cualquier fruta. Iris elegiría esta sorpresa en cualquier momento en lugar de una simple fruta. Muchas gracias por llevarlos a un lugar seguro.
Caña se dio cuenta de que tendía a encontrar una manera de cumplir sus deseos, a pesar de que le había dicho que no lo haría. Pero, allí estaba, sintiendo alivio al ver cuán feliz estaba su compañera.
No era la primera vez que lo hacía. Postergó su viajo a la Manada de Diandem por ella también anteriormente y ahora esto.
Sabía que esto no estaba bien y que necesitaba detenerse, porque este tipo de costumbre podría volver a morderle el culo en algún momento, sin embargo, lo que más le molestaba era; no sentía culpa alguna por romper sus propias palabras.
—Gracias, Caña… gracias.
—También necesito agradecerte, Iris —él le besó en la parte superior de la cabeza.
==============================