Aun un alfa como Caña solo tenía dos guerreros personales, todos los alfas en su mayoría solo tenían dos y para su compañero, nombrarían guardias para escoltar a las mujeres, si esa mujer era lo suficientemente favorecida por sus compañeros, solo conseguirían un guerrero.
Pero que Caña designara a siete guerreros para su disposición era… demasiado.
—¿Todos ustedes?! —Iris estaba atónita.
—Sí, luna —respondió Dyne esta vez—. El alfa se ve tan preocupado… —dejó la frase en el aire y se rascó la nariz—. En realidad, asignará más gente, pero solo puede encontrar a siete de nosotros por el momento.
Iris estaba asombrada e incluso más cuando se percató de cómo la gente la miraba, porque no había manera de que esta pequeña comitiva no llamara la atención de ellos.