Descargar la aplicación
16.92% Cultivación prohibida (+18) / Chapter 43: Perseguidos

Capítulo 43: Perseguidos

Tras descansar un rato, hago que Ning quite el escudo. Luego me meto por el túnel. Despacio. Con la lanza al frente. Escuchando. Detectando qi. No hay nada.

Me asomo con cuidado. Lo único que encuentro es sangre y pelo manchado. Un poco más allá, más sangre. No se oye nada. Llamo a las chicas.

–Por el tamaño de las manchas, diría que han muerto tres o cuatro hienas. No es tan grande para ningún oso– sugiere Liang.

–Hay manchas de sangre hacia allí. Alguno de los osos debía de estar herido– supone Yu.

–O se han llevado a las hienas muertes– la contradice Yi.

–Esas manchas no parecen de hienas– protesta Yu.

–Esas sí– la vuelve a contradecir Yi.

–¿Por qué no lo vais a comprobar?– interviene Song, suspirando.

–Id con cuidado. No os acerquéis mucho– les pido, preocupado.

Ellas asienten y se van. No sé por qué se han sonrojado. Los demás avanzamos. Casi no quedan de los fragmentos que pusieron como trampa. Y algunos están ensangrentados.

–Hay huellas de las hienas retirándose. Esperemos que no se hayan quedado cerca– interviene Shi.

Hay huellas. Y varios rastros de sangre. Las gemelas no tardan en volver.

–Hay al menos un oso herido. Puede que más. Están bastante alerta. Quizás nos han oído. Será mejor salir cuanto antes– explica Yu.

–Y estaban devorando una hiena– añade Yi.

No es que esta última información sea muy importante. Supongo que es para remarcar que ella también tenía razón. Como sea, mejor nos damos prisa. Parece que las hienas se retiraron después de unas bajas.

Subo por la colina con Yi. El resto han vuelto a la Residencia. Ella va por delante. Un oso sale de la cueva y mira en nuestra dirección. No parece que quiera perseguirnos.

–No me mires mucho el culo– se burla –¡Ay!

Le doy un cachete. Muy suave. Jugando. Ella se queja, siguiendo el juego. Pero eso es todo lo que nos permitimos. Enseguida se borra la sonrisa de su rostro. Concentrada y atenta. También es muy atractiva así. Me quito de la cabeza esos pensamientos. Uso detección de qi para evitar algunas presencias débiles. Seguramente son insectos. O pequeñas serpientes. Pero podría haber alguna venenosa.

Desde la cima de la colina tenemos una vista de toda la zona. Y de lo que hay más allá. No hay rastro de las hienas. Por ahora. Llamo de nuevo al resto.

–Según el mapa, este debería ser casi el límite del territorio de las hienas. Hemos de cruzar este bosque para llegar al Puente de Piedra. No debería haber ninguna manada dominante como aquí, pero sí varios con la fuerza de la etapa siete. Y algunos de la ocho. Puede que alguno de la nueve– explico.

He repasado el mapa con Rong. No creo que me haya mentido. Si yo muero, no sé que le pasaría a ella, pero le he dicho que moriría. Diría que me ha creído. De todas formas, solo me ha dado algunos datos extras. Lo demás está en el mapa.

—————

Sigo con Yi. A este lado, el bosque tiene un aspecto diferente. Hay más humedad. Y es más denso. Hay bastantes insectos. Por suerte, son insectos normales. Un poco de qi es suficiente para mantenerlos apartados. Aunque eso nos hace más detectables.

Nos hemos escondido de un alce rojo. Tenía una peligrosa cornamenta. No sé si no nos ha detectado o nos ha ignorado. Su fuerza es comparable a la mía. Lo que significa que difícilmente podría vencerlo. No soy suficiente bueno en combate. Con todos podríamos. Pero no vale la pena correr el riesgo. Simplemente ha seguido su camino. Supongo que no es carnívoro, aunque nunca puedes estar seguro. Su comportamiento puede cambiar a medida que se hacen fuertes.

Una serpiente me ha atacado. Por suerte ya la había detectado. Y Yi le ha clavado una daga. Parece venenosa. La guardo por si en el futuro es útil.

Un poco más tarde escuchamos un chillido. Y el bosque se silencia por un momento. Es un pájaro bastante grande. Y poderoso. Puede que sea equivalente a alguien en el reino del alma. Es una de las razones por las que recomiendan no estar en espacios abiertos. En las zonas marcadas, sería muy raro encontrar a bestias de ese poder. La excepción son las que vuelan. Por suerte, el bosque nos protege de ellas.

De todas formas, nos quedamos quietos hasta que se va. Yi muy apretada a mí. Yo no puedo evitar estrujarle el culo. Por desgracia no podemos permitirnos mucho más.

–Luego seguimos– me besa, sugerente.

–Es una promesa– me gano su sonrisa.

Seguimos atravesando el bosque. Hay muchas plantas que podrían ser valiosas, pero no sabemos distinguirlas.

Atravesamos un pequeño riachuelo. Yi se pone a jugar en el agua. Y se resbala.

–¡Yi! ¿Estás bien?

–Ay… Sí, ayúdame a levantarme… ¡Ay!

Parece que se ha torcido el tobillo. No es grave. Se curará pronto. Solo necesita circular el qi y descansar.

–No se lo digas a Yu– me suplica.

–Si me das un beso– le señalo la mejilla.

Ella sonríe y me besa. Pero no el la mejilla. Es un largo y húmedo beso.

–Un anticipo– se ríe.

La devuelvo y traigo a Yu.

–¿No es un poco pronto?– se extraña.

–Sí. Pero Yi ha tenido un golpe y la he enviado a descansar. Nada grave. Pero le dolía al caminar– le medio miento.

–¿Está bien?– me mira preocupada.

–Sí, sí, ya te he dicho que no es grave.

–Menos mal– suspira –. Oh, un pequeño río.

–Ves con cuidado– le advierto.

Resbala como su hermana. Pero esta vez estoy a tiempo de cogerla.

–Gracias…– me agradece tímidamente.

–Te he dicho que fueras con cuidado…

–Lo… Lo siento… ¡No se lo digas a Yi!

También se lo prometo. También me besa. No son solo gemelas en apariencia. Estoy tentado de contárselo a las dos. Y burlarme un poco de ellas. Pero cumpliré mi promesa.

Miro a Yi. Está sentada en su habitación. Con los ojos cerrados. Meditando. Shi trabaja el huerto. Aunque vestida. Con las espadas en el ciento. Liang intenta estudiar una técnica de arco. Algo de aplicar qi a las flechas. Ha dicho que se llamaba "Flecha espiritual". El problema es que cierta pequeña felina está despierta. Y quiere jugar. Song practica con la lanza. Además de "Puño de Tigre", está aprendiendo las técnicas básicas del arma. Miro a Yu. Igual de concentrada que su hermana antes.

Seguimos caminando durante más de una hora. Nos miramos. Algo no va bien. Aceleramos el paso. Y lo que sea que nos sigue también acelera. No hemos visto nada. Ni entra en rango de la detección de qi. Pero hay algo.

Corremos. Y, de repente, nos paramos de golpe. Podemos oír el ruido de quien hace lo mismo. Son más de uno. Tres al menos. Envío una señal a las chicas. Las pongo juntas. Y un pañuelo rojo. Que estén preparadas. Yi parece que está recuperada.

De repente, aparecen. Primero tres. Luego el cuarto, cortándonos la retirada. Nos han estado rodeando. Son una especie de simios. De más de dos metros de alto. Bastante anchos y musculosos. Emanan el poder de la etapa siete. Solo uno por debajo de la mía. Pero no podría con tres. Y sería difícil para Yu contra uno.

Envío a Yu de vuelta para informar a todas. A Rui la llamo y la devuelvo. Le acerco ropa y armas. Nuestros atacantes parecen confundidos por la aparición y desaparición. Pero no dudan en acercarse. Poco a poco. Están a cinco metros. El rango máximo de invocar a las chicas. Eso hago.

Rui y Ning contra uno de ellos. Muy nerviosa, Ning crea una barrera. Mientras Rui lo distrae. Es más ágil y decidida de lo que imaginaba. Cuando Ning crea medio escudo, Rui se esconde tras él. El enorme simio ataca el escudo. No resistirá mucho. Pero es suficiente para tenerlo ocupado. Para que Rui se ponga a su espalda y le clave profundamente una daga. Su piel es gruesa, pero la rodilla es un punto débil. Cae al suelo.

Mientras, las gemelas se alternan contra otro. Siempre una buscándole la espalda. Cortándole continuamente. Yi usa qi para parar un golpe. Es un poco tosco y desperdicia mucho qi, pero es suficiente. Deberían aprender alguna técnica de protección. Yu aprovecha para clavar su daga hasta el fondo. Se gira furioso. Y Yi lo ensarta desde atrás. Está en clara desventaja contra las dos.

Song, aunque no puede moverse mucho, lo mantiene a raya con la lanza. Shi aprovecha para atacar desde más cerca. Su técnica "Danza de la garza" es muy efectiva para esquivarlo y distraerlo. La lanza de Song acierta con la técnica básica "Ensartar". Cuando se gira hacia ella, Shi aprovecha.

No están preparados para luchar uno contra dos. Seguramente querían hacerlo al revés. A mí me toca uno. Se ha parado antes de llegar. Así que avanzo hacia él. Me mira. Creo que duda. Una flecha casi se le clava en el ojo. Ha puesto justo la mano. Liang también está aquí. Pero la sacaré si hay el mínimo peligro. Un golpe podría matarla. Puede ayudar para distraer, pero poco más. Es lo que ha hecho.

Le lanzo la lanza después de que pare la flecha con la mano. Es un técnica básica que no domino. Aunque la he practicado un poco con Song. Intenta defenderse y se clava en el brazo. No es muy profundo. Saco otra lanza y ataco a su costado izquierdo. Es ahora su parte más vulnerable. Ha tenido que defenderse de una flecha y una lanza. No le da tiempo a apartarse o bloquear. Y mi poder está por encima del suyo.

Sin apoyo y contra tres, hubiera sido imposible para mí. Ahora, tengo ventaja. La lanza penetra sus defensas y se clava profundamente. También se rompe. Su calidad no es muy buena. Por suerte, tengo más. Saco otra y la empuño contra la enorme mano que intenta golpearme. Otra lanza rota. Otra herida en el simio. Unos cortes para mí.

Cuando está distraído, una flecha le alcanza el ojo. No se clava muy profunda. Pero lo suficiente para hacerle gritar de dolor. Realmente Liang tiene buena puntería. Se tapa contra la siguiente. Y me deja vía libre. Le atravieso el pie. Esta vez no se ha roto la lanza.

Se tambalea y cae. Aprovecho para atacarle con fuerza. Le atravieso el corazón. O eso espero. Cae inerte.

Miro hacia el resto. Liang acaba de disparar al de las gemelas. Aprovechan la distracción para volver a cortar la piel de su enemigo. Aunque creo que no hubiera hecho falta. Parece superado y asustado. Se está desangrando. Se sostiene con las manos. De todas formas, me acerco a ayudar. Mejor evitar problemas. Lo remato. Me han visto venir y le han hecho darme la espalda.

Nos vamos los tres hacia el de Shi y Song. Llegamos tarde. Song sonríe complacida. Con su lanza atravesando el cuello del simio. Tiene la de mejor calidad. Shi la mira sonriendo. Sabe lo que significa para ella. Que pueda hacerlo a pesar de su pierna.

Miramos al de Rui y Ning. Está en el suelo, medio muerto. Intentando defenderse del acoso de Rui. Ning mira asustada. ¿En serio tenía el valor de intentar matarme? Al fijarme un poco más, me doy cuenta de que el simio no parece ver los ataques de Rui. Solo se cubre. Tiene los ojos destrozados. Rui es lo contrario de Ning.

Me acerco y lo remato. Las envío a todas de vuelta. Más de una está magullada. En especial Rui. Guardo los cuerpos. Quizás me sirvan. Uno se lo dejo a Rong para que lo despelleje. No me fiaba de traerla a la batalla.

—————

Shi se queda conmigo. Por mucho que insisto, dice que está bien. Bueno, ella también insiste por mí. Y le digo lo mismo. Pero no parece que tenga problemas para moverse. Las gemelas y Song están descansando y curándose. También Rui. Shi y yo nos curamos mientras caminamos. No nos podemos permitir quedarnos quietos. Es más lenta la curación. Pero la única opción por ahora.

–Este lugar es peligroso. Pero ha sido una buena experiencia– afirma Shi.

–Supongo que sí. Pero me daba miedo que os pasara algo.

Ella se para y me besa.

–Y a nosotras que te pasara algo a ti. O alguna de las otras. Estamos juntos en esto.

Me la quedo mirando mientras caminamos.

–¿Qué pasa? ¿Tengo algo?– me pregunta un poco extrañada.

–No, es solo que… Eres increíble. Eres la única que puede decir esto– me sincero.

–Deja de coquetear y está atento– protesta.

Pero puedo verla sonreír con algo de timidez. Incluso se sonroja un poco. Es preciosa. Además de inteligente. No sé que haríamos sin ella.


next chapter

Capítulo 44: A través del bosque

Por lo que parece, ni somos silenciosos ni damos mucho miedo. Un animal acorazado y con tres cuernos nos ha atacado. Y eso que su fuerza es equivalente a la mía. Y somos dos. No es muy fuerte, pero sus embestidas son peligrosas. Y no es fácil atravesar su piel. Aunque quizás no esperaba que llamara a tres más. Puede que crea que siempre podrá escapar.

Lo esquivamos y lo vamos dañando. "Puño de tigre" ha resultado ser bastante efectivo. En lugar de lidiar con las defensas, provoca una onda que llega al interior. Aún le están pegando bronca a Song por arriesgarse tanto. Aunque estoy convencido de que lo volvería a hacer. La acabamos amenazando con no llamarla si se arriesga demasiado. Al final cede.

Es cierto que hemos acabado más rápido. Pero también que el riesgo ha sido mucho mayor. Y más con el estado de la pierna de Song. Lo hubiéramos acabado venciendo. Sus ataques son fáciles de esquivar. Y solo podía atacar a uno cada vez. Se estaba cansando. Puede que hubiera intentado huir. Pero tampoco tenemos la necesidad de acabar con él.

Como sea. Con el ataque de Song tres veces seguidas, ha recibido heridas internas. Sumado a los numerosos cortes y el cansancio, ha perdido velocidad. Así que ha quedado a nuestra merced. Ahora tenemos un cadáver de tricerátops.

Un rato más tarde, es una serpiente enorme la que nos ha emboscado. Me ha agarrado con fuerza. Tengo que usar mi qi para resistir ser aplastado. "Armadura Interior" ayuda. Puede que su fuerza sea como de la etapa siete, pero me tiene atrapado. Shi está fuera intentando liberarme. Invoco al resto.

Me empieza a faltar aire. Y fuerzas. Por suerte, poco a poco noto que el abrazo cede. El rostro de Shi aparece, apartando el cuerpo de la serpiente. Parece muy preocupado.

–¡Kong! ¿¡Estás bien!?– pregunta.

–Cof, cof. Estoy bien. ¿De dónde ha salido?– me quejo.

Shi me abraza. Noto las lágrimas cayendo. Parece que la he preocupado mucho. Al cabo de poco me han liberado del resto de la serpiente. Y tengo más abrazos.

–Estoy bien. Gracias a vosotras.

Tardan en calmarse. Supongo que las he asustado tanto como Song a mí hace un rato.

–Esto es peligroso. Quizás no deberíamos ir– dice Yu.

–Será peligroso vayamos donde vayamos. Al menos así tenemos un objetivo– argumenta Shi.

No sé si tiene razón o no. Pero al menos evita que las gemelas se sientan culpables. Estamos en una zona peligrosa. Pero volver atrás podría ser peor. Así que seguimos adelante. Tenemos que empezar a buscar un lugar seguro para pasar la noche.

Me vuelve a acompañar Yi. Shi, Song y Liang están haciendo algo de comer. Parte de la carne que hemos recogido últimamente. Parte de los productos del huerto. Los utensilios que hemos conseguido de los estudiantes son muy útiles para ello. Yu mira. Creo que no sabe cocinar.

Nos encontramos con una especie de perro gigante. De color azul. Casi dos metros de altura. Diría que su fuerza es algo inferior a la etapa siete. Nos gruñe. No se decide a atacarnos. Al final se marcha. Se aleja poco a poco, caminando de espaldas. Cuando está a una distancia de unos veinte metros, se gira y desaparece en el bosque.

Mejor. Así evitamos problemas. No estamos buscando pieles. Ni núcleos. Estos ni siquiera tienen. Deben de ser comparables al reino del alma para formarlo. No sé exactamente a qué etapa

–Y yo que quería probar– se queja Yi, envainando las dagas.

Parece que ella no piensa como yo. Parece incluso que se están aficionando. Pero, aunque pudiéramos vencerlo con facilidad, el ruido puede hacer venir a otros. Mejor evitarlos. ¿Quizás soy demasiado precavido? Seguimos avanzando.

—————

Estamos buscando una cueva. Un árbol sería la última opción. Hay simios y serpientes que pueden subir con facilidad. Así que nos hemos acercado a un barranco. Al fondo, circula un río. Con suerte, habrá algún saliente. Alguna cueva a la que podamos llegar.

Encontramos varios salientes. Algunas hendiduras poco profundas. Algunas un poco más, quizás se adentren lo suficiente. Pero no es fácil llegar. Y más difícil sería salir.

–Esta no está muy lejos. Solo hay que escalar un poco sugiere Yi. Y el saliente la hace menos peligrosa. Yu lo haría en un momento.

Es la mejor que hemos encontrado. Hay algo menos de diez metros de escalada. No debería ser un problema en nuestra etapa. Aunque, la verdad, nunca he probado algo así.

–Casi se hace de noche– dice Yi, mirando al cielo –¿Qué es eso?

Sigo su mirada. Es una sombra que se va agrandando. Uno de esos pájaros, que viene a por nosotros. Aquí, en el borde del barranco, no hay árboles.

Nos agachamos a tiempo de esquivarla. Pero el viento que genera es muy fuerte. Nos empuja y tira por el barranco. Yi grita. Yo también.

Tenemos suerte, caemos en el saliente de la cueva que estábamos mirando. Estamos magullados. Duele. Nos metemos dentro. Antes de que vuelva el pajarraco.

––¿Estás bien?–– nos preguntamos a la vez.

Reímos. Nos duele al reír. Nos sentamos meditar y llamamos al resto. Nos miran preocupadas. Pero les aseguramos que estamos bien. Se oye un chillido fuera. Parece que el pájaro está molesto. Espero que mañana podamos salir sin problemas.

Tardamos casi un hora en recuperarnos. La caída ha sido dura. Yo tardo algo menos. Tengo "Armadura Interior" y una etapa más. Ha sido menos grave. Aunque ha dolido.

La cueva no es mi profunda. Pero debería ser suficiente para pasar la noche. No hay rastro de que ningún animal viva aquí. Creo que podemos descansar tranquilos. Por si acaso, Ning pone un escudo.

La comida está deliciosa. Al menos para el paladar de un esclavo. Ellas comen un poco, pero casi todo es para mí. En la Residencia, no necesitan comer. Pero eso no significan que no puedan saborearlo.

Recogen y me hacen mandarlas de vuelta. Me dan tiempo para tratar con las tres esclavas.

Rui se merece una recompensa. Mientras me hace una felación, hago que las otras dos la penetren vaginal y analmente. Lo disfruta. Luego sustituyo a Rong.

–¡¡¡Aaaaaahhh!!! ¡¡Amo está dentro!! ¡¡HHHAAAAaaaaahhh!!

Su culo está realmente apretado. Y convulsiona a cada orgasmo. Le hago tener uno tras otro. Suaves pero continuos. Ella tiene la lengua fuera. Babea ligeramente. Gime entrecortadamente. Se desploma sobre Ning. Pero no paramos.

–Agmo… Aaaahhh… Tanz fueenoo… Aaaahhh

Parece que ni siguiera puede hablar bien. Me corro en ella. La dejo babeando en la cama. No sé si está consciente.

A Ning, como premio menor, la follo analmente. Su rendimiento no ha sido muy alto, aunque tampoco malo.

–¿No puede también Rong penetrarme…?– me pide.

–Has estado lenta y asustada todo el rato. La próxima vez hazlo mejor.

Parece un tanto decepcionada. Aunque no por ello deja de disfrutarlo. He creado dos monstruos depravados. La dejo en la cama con Rui. Satisfecha.

A Rong la empujo contra la cama. Le abro las piernas. Las pongo sobre mis hombros. A su pesar, está mojada. La penetro.

–Mírame– le ordeno.

Ella lo hace. No parece muy contenta. Pero obedece.

–¿Me odias?–le pregunto.

Ella aparta la mirada. Rui la coge del pelo y le hace mirarme.

–Amo te ha hecho una pregunta– le recuerda, sin soltarla.

–¿¡Cómo quieres que no te odie!? ¡Me has esclavizado! ¡Me violas todos los días!– explota.

–Te salvé la vida a cambio de que fueras mi esclava. Tú aceptaste. ¿Cuál es el problema?

–¡Podrías solo habernos salvado la vida a todos! ¡Ah!

Una embestida y qi la hace callar por un momento.

–Podría. Pero no tenía por qué hacerlo. Además de que no hubiera sido bueno para mí. Me habríais delatado. Puedes odiarme si quieres. Pero más vale que no me desobedezcas. Puedo darte tanto dolor como placer– la amenazo.

–¡¡Aaagh!!

Provoco una punzada de dolor en el brazo, para que sepa de que hablo. Parece que es imposible tratarla de otra forma. Así que al menos que me tema.

–Ahora estate quieta mientras te follo.

Le agarro con rudeza un pecho mientras la embisto. Sin prisa. Pero tampoco despacio. Yo de pie. Ella sobre la cama. La miro a los ojos. Ella me devuelve la mirada reticente. Hay un poco más de miedo de lo normal.

–Tú te lo pierdes– le susurra Rui.

Es un tanto frustrante, aunque también excitante. Dominarla y someterla cada día.

–Estás bastante apretada. Quiero que siga así. Asegúrate de mantenerlo así cuando medites. No quiero tener que recordarlo.

Ella aprieta los dientes cuando hago una amago de repetir el dolor de antes. Se apresura a asentir. Luego la fuerzo a besarme, antes de correrme en ella. Y hacerla llegar al orgasmo.

Me la quedo mirando un rato. Despatarrada sobre la cama. Recuperando la respiración. Luego las devuelvo a ellas y la cama. Traeré otra mejor.

Miro hacia afuera antes de llamar a las chicas. Ha oscurecido. Todo parece bastante tranquilo. Las traigo.

–¿Estáis todas bien?– pregunto, mirando especialmente a Yi. Parece que se ha recuperado.

–Sí, estamos bien. Ha sido un día movido– sonríe esta.

–Movido es poco. Aún tiemblo de pensarlo– añade Liang.

Es su primera vez en una pelea. Si no contamos cuando nos perseguían las hienas. La verdad es que ha tenido mucha sangre fría. La abrazo.

–¡Eh! ¡Yo también tiemblo!– protesta Song.

Todas se ríen. Liang le saca la lengua.

–Ya te abrazamos nosotras– se burla Shi.

Antes de que pueda reaccionar, ella y las gemelas están sobre Song.

–¡Soltadme! ¡Ya veréis!

Y se están peleando un rato. Podría intentar separarlas. Pero es más divertido traerles algunos cojines para alentar la lucha.

Liang se las queda mirando. Mientras le beso el cuello. Sentada sobre mí. Dándome la espalda. Con su mano en mi cabeza. Moviéndose con suavidad sobre mi miembro. Mis manos en su pequeño pecho y su entrepierna. Su respiración se va acelerando.

–Nos despistamos un momento y Liang se… 

–¡Plaf!

Yi ha querido quejarse, pero un cojín ha impactado en su cara.

–¡Yu! ¡Traidora!

–Ja, ja, ja. Has fallado… ¡Plaf!

Ha conseguido esquivar a su hermana, pero no a Shi. Y no tiene tiempo de regodearse, pues Song la ataca. Es un todas contra todas.

Satisfechos, Liang y yo nos quedamos un rato abrazados. Ellas se acuestan agotadas de la pelea. Riendo. Desnudas.

Me levanto y agarro a Shi. Mi miembro restregando su entrada. Mi cuerpo presionando su espalda. Mis manos agarrando las suyas para que no pueda moverse.

–¡Kong! ¡Eso es atacar a traición!– me acusa.

–No siempre puedo cogerte desprevenida– le susurro al oído, antes de besarlo.

–Esto no acabará aquí…– me amenaza.

–Ja, ja. Ahora eres mía– me hago el duro. Luego le susurro –¿Quiere que continúe?

–Si esperas más te muerdo… ¡¡¡AAaaaaahh!!!

La penetro. La embisto con firmeza. Pero sin ser demasiado rudo.

–¿Eso es todo lo que puedes hacer?– me provoca –¡¡¡HHHAAAAAaaaAA!!!

Se acabó lo de no ser demasiado rudo. Está contra la cama. Su rostro hundido en las sábanas. Su culo alzado. Sus manos estiradas hacia delante. Agarradas por las mías.

Bombeo en ella sin parar. Ella no opone ninguna resistencia. Más bien lo contrario. Si paro en algún momento, se mueve ella. Echo de menos sus labios. Pero también así es muy sexy.

–Lo está disfrutando la muy pervertida– critica Song, con la mano en la entrepierna.

–Mmmmm ¡MMMMmmmmm!– gime Shi.

¿Quizás la estaba amenazando? La llevo a un fuerte y violento orgasmo. Luego a otro. Cuando acabo con ella, se queda tumbada en la cama.

–Ah… Kong… Malo… Ah…

La beso en la mejilla. Me sonríe. Luego miro a las otras.

–Veo que hoy está muy crecido. Te tendremos que dar una lección entre las tres– amenaza Song.

–No lo creo– replico.

–¿Ah, sí?– sigue ella, con tono desafiante.

–Yi y yo teníamos una acuerdo.

–Mmmm. Es cierto– reconoce Yi.

De repente, salta sobre mí. Se apropia de mis labios. Tardo unos segundos en reaccionar. En contraatacar con la lengua. En sujetarle de las nalgas con firmeza.

–Se ha adelantado– protesta Yu, molesta.

Sus modestos pechos se aprietan contra mí. Su muslo se mete entre mis piernas. Rozando mi miembro. Provocando. Sus manos rodean mi cuello. Luego una baja a mi entrepierna. Noto que la suya está mojada. He llevado mi mano allí.

La penetro con un dedo. Y con qi. Se tensa un instante. Llevo la otra mano a su pecho. Ella no deja de restregarse. De acariciarme. De besarme. La llevo a un orgasmo con mis manos.

–¡¡¡HHHHHAAAAAAAAAAHHh!!!

Cuando se recupera me empuja a la cama. Se pone sobre mí. Su vagina engulle mi miembro. Se inclina para mirarme a los ojos. Nuestros labios casi se tocan. Noto su aliento. Ella se mueve sobre mí. Sus manos sobre la cama. Entrelazadas con las mías.

No me opongo a que tenga el control. A veces me da un beso. Otras la sorprendo, alzando mi cabeza y robándole sus labios. Ella sonríe. Maliciosamente. Lujuriosamente. Me muerde un labio. Con suavidad la nariz. Luego un apasionado beso. Luego sigue mirándome. Su boca abierta. Gimiendo. A punto de correrse de nuevo.

–¡Ah! ¡¡Kong!! ¡¡¡AAAaaaahh!!! ¡¡Lléname!! ¡¡¡Aaaaaaaah!!!

Eso hago. Nos corremos a la vez. Se desploma sobre mí. Nuestras mejillas tocándose. Ambos respirando pesadamente. Nos quedamos un rato así. Hasta que alguien empuja a Yi.


Load failed, please RETRY

Estado de energía semanal

Desbloqueo caps por lotes

Tabla de contenidos

Opciones de visualización

Fondo

Fuente

Tamaño

Gestión de comentarios de capítulos

Escribe una reseña Estado de lectura: C43
No se puede publicar. Por favor, inténtelo de nuevo
  • Calidad de escritura
  • Estabilidad de las actualizaciones
  • Desarrollo de la Historia
  • Diseño de Personajes
  • Antecedentes del mundo

La puntuación total 0.0

¡Reseña publicada con éxito! Leer más reseñas
Votar con Piedra de Poder
Rank 200+ Clasificación PS
Stone 36 Piedra de Poder
Denunciar contenido inapropiado
sugerencia de error

Reportar abuso

Comentarios de párrafo

Iniciar sesión

tip Comentario de párrafo

¡La función de comentarios de párrafo ya está en la Web! Mueva el mouse sobre cualquier párrafo y haga clic en el icono para agregar su comentario.

Además, siempre puedes desactivarlo en Ajustes.

ENTIENDO