—¿Qué? ¡¿Quieren romper los sellos de la grieta?!
El anciano Pettalong no pudo seguir sentado después de escuchar esta noticia. Se levantó, con las cejas fruncidas y los bigotes grises temblando. El shock estaba escrito en toda su cara.
—Relájate, relájate.
Link presionó sus manos.
—No es irrevocable todavía. No es fácil romper los sellos alrededor de la grieta. Por supuesto, debemos responder a esto rápidamente. ¿Tienes alguna idea?
Pettalong se apoyó en la mesa. Medio minuto después, todavía estaba sorprendido. Las preocupaciones lo inundaron. Se obligó a mantenerse tranquilo, pero esos pensamientos aún afectaban su mente. Si hubiera sido hace cinco años, no se vería afectado tan fácilmente. Pero recientemente, muchas cosas habían sucedido en el Valle del Dragón.