La plaza del dragón,
La reina del Dragón Rojo se transformó en su forma de dragón. Antes de dejar que Link la acompañara, se volvió hacia él y le dijo:
—Ahora cierra los ojos.
—¿Por qué? —preguntó Link con curiosidad.
Aun así, cerró los ojos cerrados.
—Tendré que tragarte bajo mi cuerpo de dragón. Todo el cuerpo puede parecer un poco inquietante, y realmente no quiero mostrarte mis horribles colmillos. Probablemente me odies por eso. Sabes qué, probablemente no sea suficiente que cierres los ojos, tendré que lanzarte un hechizo Adormecido.