"Sé que esto es de último minuto, pero ¿puedes darme clases particulares esta noche?" decía su texto. Me alegré mucho de saber de él tan pronto.
"Si no hay problema. Ven a mi casa alrededor de las cinco y podemos trabajar en algunas cosas. ¿Quieres quedarte a cenar? Le respondí el mensaje de texto esperando una respuesta positiva. No pasó mucho tiempo. Un mensaje de texto llegó en segundos.
"Absolutamente, suena genial", respondió.
"¡Hola mamá!" Llamé. La encontré en el comedor en su computadora portátil.
"¿Qué pasa cariño?" preguntó, sin levantar la vista de la pantalla. Llevaba gafas, lo que la hacía parecer una bibliotecaria pero aun así hermosa.
“Invité a Chase a cenar ya que esta noche le daré clases particulares. ¿Está bien?" Pregunté, ya sabiendo la respuesta.
"Definitivamente cariño, estoy haciendo lasaña", respondió ella, todavía sin levantar la vista de la pantalla.
"Perfecto, gracias." Volví arriba y decidí esforzarme un poco esta noche.