Su madre seguía diciendo tonterías, mientras estaba detrás de ella, observando cómo Nycta arrastraba su cuerpo ensangrentado hacia la pira.
—Eso serás tú, ya que estás tan dispuesta a sacrificarte por él.
—No, no lo estoy.
—Sigue negándolo. Ambas sabemos que lo harás. Él no quiere borrar tus recuerdos incluso después de completar la sangre de belleza. Quiere seguir usándote porque eres útil, no porque te ame. Él ama a su imperio más que a ti, si no, no habría permitido que esos usuarios de magia te hirieran.
—Él te marcó porque quería atarte cerca de él, no porque lo deseara. Será más difícil romper el vínculo de compañero.
—He roto uno, puedo hacerlo de nuevo —dijo Zuri.
Mientras tanto, el guerrero detrás de ella, que estaba esperando su instrucción para iniciar el fuego en el antiguo rey, parecía confundido, porque Zuri había estado hablando consigo misma. No había nadie allí, pero ella tenía una conversación con alguien que él no podía ver.