—Él me sacó por primera vez. Me mostró el mundo fuera de las puertas de la manada River Creek. Estaba tan feliz. Pensaba en él como algo más que un hermano. Él es mi salvador. Fue mi salvador.
—¿Quieres que lo mate? —Khaos acariciaba su cabello, todavía estaban en la misma posición, sentados en el suelo. Zuri estaba montada sobre él, mientras Khaos se recostaba perezosamente contra la pared.
La única razón por la que Khaos aún no había matado a Rhett era por Zuri. Ella lo odiaba, pero él aún podía ver su renuencia a hacerle daño de verdad. Ella podría matarlo si realmente quisiera, pero el hecho de que Rhett todavía estuviera vivo era la prueba de que ella aún lo veía como su amado hermano.
—Seré yo quien lo mate —declaró Zuri, cerró los ojos y se concentró en el fuerte latido del corazón de Khaos.
—De acuerdo —Khaos besó su frente.