Nadie podría haber predicho que antes de que concluyera la primera ronda del Reunión del Dragón Verdadero, la Herencia Luna Escarlata aparecería. Era la tercera más poderosa de las cuatro Grandes Herencias. Los soberanos del Sagrado Sindicato congelaron en un silencio atónito.
—Esto no puede estar bien —dijo el sagrado Supremo, frunciendo el ceño—. No me malinterpreten, esta generación tiene un talento increíble, pero la primera ronda nunca ha sido suficiente para atraer una herencia tan notable.
El cielo comenzó a oscurecerse de nuevo, y una enorme nube gris se formó, cerniéndose sobre las herencias. Una gigantesca mano manchada de sangre emergió de una nube de tormenta y barrió el cielo, llevándose la Herencia Luna Escarlata consigo mientras desaparecía. Los prodigios y espectadores asombrados compartieron momentos en los que las nubes grises se fueron, y no había rastros de la tercera herencia. El fenómeno era inaudito.