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Ha Tai miró la ropa del hombre y la pintura en su rostro durante un rato, y luego recordó que este hombre era la mano derecha del jefe de la tribu Yishi. Después de confirmar que era alguien de la tribu Yishi, Ha Tai asintió con la cabeza. Luego se giró e hizo señas a su gente para que siguiera al hombre.
Guiados por un hombre de la tribu Yishi, Xu Xiang y los demás llegaron en poco tiempo al pasadizo secreto de la tribu Jia. Mientras los demás hablaban con gente de la tribu Yishi, Xu Xiang miraba con gran interés la pesada puerta de piedra cerrada y comenzó a observar detenidamente.
No pasó mucho tiempo antes de que ella notara algunos pequeños símbolos tallados en la puerta de piedra. Mirándolos más de cerca, contempló esos símbolos y una frase vino a su mente.
Acarició los símbolos tallados en la puerta de piedra con los dedos y susurró suavemente:
—Después de encontrar agua clara, abandona esta tierra antes de que el dragón terrestre despierte.