A pesar del dolor de cabeza que le martillaba en las sienes, Natalie se permitió relajarse en la reconfortante calidez del baño. Incluso mientras la paz se asentaba sobre ella, sus pensamientos seguían volviendo al tema de la venganza.
—¿Cómo pude haber sido tan descuidada? Tal vez bajé la guardia porque el abuelo estaba cerca. Nunca esperé que hicieran algo tan repugnante.
Después de su baño, Natalie se vistió con la ropa que le habían dejado: una camisa y pantalones, justo su estilo, aunque sabía que eran caros.
Cuando salió del baño, Justin ya no estaba en la habitación. Fue al salón y lo encontró hablando en voz baja con Noah mientras los dos miraban las noticias.
Los titulares se mostraban en la pantalla:
—Las industrias Ford y Brown pierden un proyecto importante, lo que resulta en pérdidas devastadoras. Los precios de las acciones se desploman.