Anoche:
Después de su tensa confrontación con Serena, Edwina Dawn se sentó tranquilamente en su sillón favorito, su mente girando. No estaba acostumbrada a que le hablaran de esa manera, y menos aún por una chica tan joven. La última vez que alguien había tomado ese tono con ella fue cuando ella misma era solo una niña. Lo recordaba vívidamente: había robado el preciado reloj de su padre por pura curiosidad. Su padre había estado furioso, reprendiéndola severamente por entrometerse con algo tan valioso. Pero la joven Edwina no se había acobardado ante su enojo. Ella había respondido, declarando que el reloj debería ser suyo y que era injusto que su padre lo reservara solo para su hermano. El recuerdo de su rebelión trajo una sonrisa tenue a sus labios. Y ahora, después de todos estos años, casi había visto esa misma feroz desafío de parte de Serena.
Esa chispa la desconcertó. ¿Qué había querido decir Serena con esas palabras? ¿Que tenía que comer con otra persona?