Aiden regresó a casa preocupado. Justo ayer, se había asegurado de que tanto Owen como la otra mujer estuvieran a salvo en el hospital. Eran personas por las que había arriesgado su vida para salvar. ¿Y al final, alguien todavía los había matado?
Según el detective, alguien había introducido veneno en sus sueros y sospechaban que era la misma persona que había intentado herirla, lo que significaba que la vida de Serena corría peligro. La realización le envió un escalofrío.
Afortunadamente, para proteger su identidad, el detective había ocultado toda información sobre su presencia en el lugar. La grabación del 911 había sido modificada para identificar a la persona que reportó el incidente solo como un transeúnte. Fue un movimiento inteligente, pero Aiden sabía que no mantendría la amenaza a raya para siempre.