Mientras sentía sus cuerpos inferiores tocarse, un escalofrío la recorrió. Quería sentir más de él y se acercó más... Escuchó su gemido cuando él lanzó su pierna sobre ella antes de voltearla mientras rompía el beso.
Pero entonces, justo cuando el beso amenazaba con consumirlos a ambos, él se retiró, rompiendo el momento. Su respiración era pesada, sus ojos oscuros con algo ilegible.
Una sonrisa irónica tiró de sus labios mientras apoyaba su frente contra la de ella. —Nunca pensé que llegaría el día en que alguien me besaría por lástima —dijo suavemente, aunque había un atisbo de diversión en su voz.
Serena parpadeó, momentáneamente aturdida por sus palabras. —¿Lástima? —repitió, su voz apenas un susurro como si no entendiera el significado de sus palabras.
Aiden soltó una risita suave, el sonido bajo y retumbante en su pecho y vibrando contra ella... —Sí. Quiero decir, soy 'lamentable' suficiente para ser Cenicienta, ¿verdad?