—¿Quieres que yo...? —ofreció con cautela Oliver.
—No.
—Ni siquiera has escuchado la pregunta todavía —el omega estaba medio divertido y medio exasperado.
—La respuesta sigue siendo no —Lu Yizhou tomó el paño y lo lanzó a algún lugar de la habitación. Así como así, se convirtió en lo menos importante en la mente de Oliver. No cuando el Alpha se acercaba lentamente cada vez más y Oliver retrocedía por reflejo hasta que la parte posterior de sus rodillas chocó contra el colchón sólido y cayó sobre la cama suave cubierta de almohadas esponjosas y mantas—. O–Oh, había olvidado confesar algo.
Lu Yizhou observó la cama que claramente parecía haber sido usada —¿Dormiste aquí cuando no estaba? ¿Incluso hiciste un nido?