```
—No —La señora Yao frunció el ceño y negó con la cabeza—. Miré a mi hija justo después de que nació, y no se veía diferente de cualquier otro recién nacido. Si hubiera tenido un lunar, no lo habría olvidado.
—Los ojos del señor Marqués Gu se abrieron de par en par —¿Cometimos otro error?
¿Podría ser que el niño no fuera de él y de la señora Yao?
—Jiaojiao es mi hija, de eso estoy segura. Solo no entiendo por qué su rostro es así.
La partera había fallecido y los sirvientes se habían retirado. Realmente no sabían dónde encontrar a alguien más de aquella noche.
La señora Yao reflexionó por un momento, y de repente le surgió una idea —Espera, hay otra persona que vio a Jiaojiao.
—¿Quién?
—El abad.
--
La pareja fue de inmediato al templo.
Al oír su propósito, el abad pareció horrorizado —¿Qué están diciendo? ¿Mezclamos a las bebés? ¿La niña con el lunar es la hija de la Residencia del Marqués?