—Qinger se sintió avergonzada de que su propia señora la empujara y se ruborizó, negándose a sentarse. Al lado suyo, Lian'er había estado extremadamente curiosa acerca de la silla de ruedas, y al ver que Qinger no se sentaba, se ofreció rápidamente con una risita y se sentó.
Jin Yuyu sacudió la cabeza con una sonrisa y comenzó a empujar la silla de ruedas.
Inicialmente, había pensado que la silla de ruedas hecha de madera, especialmente con una persona encima, sería muy pesada. Sorprendentemente, cuando la empujó, resultó ser bastante ágil y ligera. El único problema era al girar las esquinas; ya que las ruedas eran fijas, no se podía pivotar en el lugar, y era necesario hacer un giro amplio. Sin embargo, tal pequeño defecto no afectaba la funcionalidad general de la silla de ruedas.
A pesar de esto, Jin Yuyu todavía mencionó esta sugerencia de mejora. Ya se había encariñado con Lin Yuan y hablaba con ella de manera más informal.