Yun Hai y Yun Lei tuvieron que esforzarse para entender el uso que hacía Yunhan del argot empresarial y las palabras con aire oficial.
Gracias a sus décadas de experiencia, su padre lo comprendió rápidamente:
—Hanhan, ¿quieres decir que Ahao será transferido a Kioto?
Meng Yunhan respondió orgullosamente:
—Sí, será transferido a Kioto.
Ella tenía confianza en esto, no solo por su conexión con Lu Jianjun, sino también porque Yun Hao era necesario para ayudar con asuntos relacionados con la madrastra de Lu. Seguramente se llevaría a Yun Hao con él.
El pensamiento dejó atónita a su madre. Si toda la familia se mudaba a Kioto, ¿volverían alguna vez?
—Bueno, felicidades —ofreció Yun Hai con retraso, de manera ácida.
—Gracias, gracias —aceptó Meng Yunhan educadamente.
Estar embarazada no había afectado su vibra de mujer segura e independiente.
Parte de esa vibra era innata, parte fue cultivada a lo largo de los años.